Tercera jornada del juicio de Manuela Chavero
El teléfono de Eugenio Delgado no se movió de su domicilio la noche que murió Manuela ChaveroLas acusaciones creen que es un indicio más de que el procesado tenía claro que no debía dejar rastro del delito que iba a cometer
Eugenio Delgado dejó el teléfono móvil en su domicilio de la calle Sevilla la noche que murió Manuela Chavero. Las acusaciones consideran que ... esa circunstancia demostraría que tenía pensado agredirla sexualmente y que dejó el dispositivo allí para no dejar rastro. Su letrado, por el contrario, entiende que pudo tratarse de un olvido.
De todo ello se ha hablado en la sesión del juicio que se celebra este miércoles. Pero al margen de las valoraciones, los agentes de la Guardia Civil que siguieron el rastro de su teléfono sí tienen clara una cuestión: el teléfono del investigado pasó la noche del 4 al 5 de julio de 2016 en su domicilio de la calle Sevilla y no se aproximó en ningún momento a la calle El Cerezo, donde estaban la casa de la madre de Eugenio y el domicilio de Manuela Chavero.
Para corroborarlo utilizaron los datos recopilados por Google Maps de forma automática y también las conexiones a las torretas de telefonía móvil que existen en Monesterio y su entorno. Esa información les ha permitido determinar que entre las 23.30 horas del día 4 de julio y las 8.01 del día 5, en la franja horaria en la que se sitúa la muerte, el teléfono de Eugenio Delgado no se movió de la calle Sevilla, donde permaneció en estado latente (sin uso).
Sin embargo, a las 8.01 de la mañana ese dispositivo comenzó a moverse por la avenida de Extremadura en dirección al bar La Ponderosa, al que llegó a las 8.06. Fueron cinco minutos en los que su iphone detectó varias redes wifi que estaban activas en esa calle.
Primer día del juicio
En el bar permaneció entre las 8.06 y las 8.32, momento en el que comenzó a desplazarse hacia el norte de Monesterio para salir de la localidad y adentrarse en el entorno rural que rodea al pueblo.
A partir de ahí la ubicación de su dispositivo no puede hacerse de forma tan precisa porque ya no había redes wifi cercanas y el teléfono se conectó a las torretas de telefonía. Pero sí se sabe que permaneció fuera del casco urbano hasta las 12.15 del mediodía, cuando regresó de nuevo a Monesterio.
A los investigadores que realizaron el primer informe les llamó la atención que si bien esos datos fueron recopilados por Google Maps de forma automática, a partir del día 6 de julio esos registros ya no figuran en la nube donde se almacenan los datos de su móvil, por lo que debió producirse un borrado a partir de esa fecha o bien un cambio en la configuración del dispositivo.
Mientras estuvo en Monesterio el teléfono fue ubicado por las redes wifi con un margen de error de entre 20 y 40 metros, pero no ocurre lo mismo cuando se sale del casco urbano. En ese caso el margen de imprecisión oscila entre los 3 y 5 kilómetros, por lo que no se puede saber si estuvo en su finca o en otro lugar.
En un segundo informe realizado por la Guardia Civil se recoge que las torretas de telefonía indican que entre las 7.28 de la mañana y las 7.40 del 5 de julio la ubicación del teléfono es compatible con el casco urbano de Monesterio, mientras que entre las 8.53 y las 11.19 es compatible con que permaneciese en su finca.
El último registro de las torretas de telefonía aportado en el juicio se realizó a las 12.34 horas del día 5 de julio y es compatible con su localización en Monesterio. Por tanto, se confirma lo recogido en el primer informe.
Verónica Guerrero, la abogada de Emilia Chavero y de los padres de la fallecida, expresó tras escucharlos que con esas referencias horarias es imposible que, tal y como dijo Eugenido Delgado, hubiese permanecido en su finca desde las 6.30 de la mañana del 5 de julio hasta la tarde de ese día. «Es imposible que estuviera allí, el horario es el que hemos dicho», confirmaron los agentes.
Para José Antonio Carrasco, el abogado de la defensa, deducir que Eugenio Delgado dejó el teléfono móvil en su casa de la calle Sevilla antes de ir a la calle El Cerezo porque pensaba cometer un delito no tiene sentido alguno y achaca esta circunstancia a un posible olvido.
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