La Policía Nacional valora en más de 7 millones de euros la cocaína intervenida en Malasaradas

Desde el exterior, nada hacía suponer que el chalé en el que entró la policía ocultase una cantidad de droga tan importante. Pero cuando los GEO penetraron en la casa pronto quedó al descubierto que todas las dependencias habían sido convertidas en un potente laboratorio donde se 'cocinaba' cocaína a un ritmo endiablado.

Desconocen los investigadores cómo llegó la droga a España. Resulta habitual que lo haga mezclada en pulpa de fruta o café, dos productos donde resulta complicado detectarla, incluso para el olfato de los perros antidroga.

Pero aunque no se sabe cuál es el origen, sí se ha dado a conocer ahora que entre los siete detenidos hay dos ciudadanos colombianos que entraron en territorio español hace pocas semanas. Posiblemente ellos fueran los especialistas que se encargaban de separar los estupefacientes.

Aunque no estaban solos, en la casa había tres ciudadanos portugueses y un vecino de Badajoz. En total, seis miembros de una organización a la que, según presume la policía, pertenecía también otro hombre que fue detenido cuando salía de su vivienda en la barriada del Cerro de Reyes. Todos tenían entre 30 y 50 años.

Dice Joaquín García, el jefe del Grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional, que los dos vecinos de Badajoz ya estaban siendo investigados. También los tres ciudadanos portugueses, cuyas empresas, radicadas en la zona de Lisboa, estaban siendo seguidas de cerca por la policía portuguesa.

Pero fue el transporte de una partida de precursores el que desencadenó la operación, tal y como ha confirmado Vitor Ananias, coordinador de investigación criminal de la Polícia Judiciária de Portugal, cuyo ámbito de actuación abarca a todo el territorio luso.

Sospechó la policía portuguesa que los productos que viajaban en un trailer desde Lisboa hasta Badajoz por la autovía A-5 podrían tener como destino un laboratorio dedicado al 'cocinado' de cocaína. Y no se equivocaron porque en la nave que uno de los vecinos de Badajoz detenidos tiene en el polígono industrial El Nevero fueron descargados los cien bidones de acetona, un precursor químico que permite separar la cocaína de la sustancia en la que haya sido ocultada.

Aunque esos bidones sospechosos sólo fueron incautados cuando la policía había cerrado el círculo completo. Antes fue necesario establecer un sistema de vigilancias y seguimientos que les permitió conectar el almacén de El Nevero con la casa de campo de Malasaradas. El seguimiento del turismo que habían utilizado los narcotraficantes para realizar labores de contravigilancia durante el traslado de los precursores por carretera les dio la pista que buscaban.

Confirman el jefe de la Brigada de Policía Judicial de Badajoz, José María Gordillo, y el jefe del Grupo de Estupefacientes que la dificultad mayor estuvo en vigilar el laboratorio sin levantar sospechas. A todo ello se sumó la sofisticación de los equipos tecnológicos que utilizaban los narcos: inhibidores y detectores de frecuencia. Con ellos, trataban de garantizar que la policía no les hubiese colocado balizas de seguimiento en los vehículos que utilizaban.

No era fácil situar el laboratorio, pero los seguimientos nocturnos les permitieron comprobar que el tranquilo chalé en el que habían puesto el foco desprendía «un fuerte olor a productos químicos» y que en su interior se producían «ruidos típicos de un laboratorio».

Con esas evidencias pidieron una orden de entrada y registro, avisaron a los Grupos Especiales de Operaciones (GEO) de Guadalajara y movilizaron a todas las brigadas de apoyo. En total, más de medio centenar de agentes en los que se incluían los Guías Caninos de la Policía Nacional y los agentes Tedax-NRBQ, especialistas en productos químicos.

La entrada, en plena madrugada, fue rápida y pronto quedó al descubierto la droga: 11 paquetes de cocaína prensada perfectamente empaquetada y dispuesta para su salida al mercado (11.995 gramos); varias bolsas con cocaína en polvo (16.820 gramos) y cocaína base (16.885 gramos).

En total 46 kilos a los que se suman otros 20 kilos de droga diluida que todavía no había sido decantada.

Igualmente fueron intervenidos los 106 bidones de acetonas que fueron descargados en El Nevero el pasado 21 de mayo.

«La Unión Europea está empeñada en fomentar la colaboración policial de los distintos países y en este caso hemos visto que en un tiempo récord se ha llevado a cabo una operación antidroga de forma impecable», destaca el delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana.