El megaincendio de Jarilla llega a Salamanca y se complica en el Valle del Jerte
Pese a la intervención de 20 medios aéreos durante la jornada de ayer, aún se da por descontrolado, con 15.000 hectáreas quemadas
El megaincendio de Jarilla, que este martes cumple una semana desde su inicio como consecuencia de un rayo, y que ya ha quemado más de 15.400 hectáreas, casi la mitad de todas las que han ardido en Extremadura durante los últimos siete días, sigue descontrolado y ya ha pasado como se temía a la provincia de Salamanca, según adelantó el consejero de Gestión Forestal, Francisco Ramírez, aunque en una pequeña superficie todavía.
Las llamas y el humo que se extienden por los valles del Ambroz y el Jerte mantienen evacuados Rebollar, la localidad que más preocupaba ayer por la mañana por la evolución del fuego, que amenazaba con acabar con los cultivos e incluso entrar en el casco urbano, tal y como indicó el consejero de Presidencia, Abel Bautista, aunque se pudo parar durante el día. Sin embargo, por la noche, tras la habitual reunión del CECOPI, se informó que lo más preocupante se encuentra en estos momentos entre Cabezuela del Valle y Jerte, con fuego muy cercano a la Garganta de los Papúos, una popular zona de baño y barranquismo del norte de Extremadura, con un relevante valor medioambiental.
Además, también se acordó mantener la evacuación de las casas aisladas de Jerte, Navaconcejo, Tornavacas y la propia Cabezuela del Valle.
Anoche se levantó la evacuación de Gargantilla y el confinamiento de Hervás, pero sigue desalojado Rebollar
En cambio, como nota positiva, se decidió levantar la evacuación de Gargantilla (se han quemado el 5% de los cerezos de su término municipal, un porcentaje que se temió que fuera superior a lo largo del día), así como el confinamiento en el que se encontraba desde la mañana del domingo Hervás, que estas fechas dobla su población de 4.000 habitantes y que ha visto cómo se resentía su actividad turística y hostelera como consecuencia de esta emergencia.
Único activo
También en la parte positiva de la jornada de ayer lunes cabe señalar que el de Jarilla, con toda su fiereza, es el único incendio que se considera activo en estos momentos en la región, después de la cadena de focos que se ha propagado por el territorio extremeño durante la última semana, en ocasiones por causas naturales como los rayos y la prolongada ola de calor sufrida, y en los últimos días sobre todo por razones intencionadas, como el de Aliseda y el de Cuacos de Yuste, sobre los que investiga la Guardia Civil.
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La estabilización de los otros focos ha facilitado concentrar los recursos disponibles en el fuego de Jarilla, que no obstante presenta una multiplicidad de frentes todavía. La incorporación de muchos más efectivos, tanto estatales con la llegada de militares en labores de vigilancia y prevención, como los aportados por las comunidades autónomas (ayer se añadió Cataluña con un contingente material y humano importante) e internacionales (Alemania y Eslovaquia) ha permitido que en la mañana de ayer Bautista hablara por primera vez de «atacar el fuego y no solo defendernos» . Por la noche añadió que «se ha podido trabajar bien durante la tarde» y para hoy se espera sumar otros tres medios aéreos más.
Lo más preocupante está ahora entre Cabezuela del Valle y Jerte, en una zona cercana a la Garganta de los Papúos
A esta evolución contribuye de manera relevante la mejoría de las condiciones meteorológicas, con temperaturas más bajas y mayor humedad por la madrugada.
En total, el perímetro de todos los incendios sufridos es de 450 kilómetros en la región, con 35.000 hectáreas quemadas.