La Junta de Extremadura acabará antes de fin de año las tareas más urgentes de recuperación tras los incendios forestales
Gestión Forestal destina 2,1 millones a las primeras labores de restauración de las áreas afectadas por el fuego en Jarilla y Caminomorisco
La Consejería de Gestión Forestal de la Junta de Extremadura prevé concluir antes de fin de año las tareas más urgentes para la recuperación ... de las áreas afectadas por los incendios forestales de Jarilla y Caminomorisco del pasado verano. Los trabajos ya están en marcha con el objetivo de limpiar el monte antes de que empiecen las lluvias, con lo que se pretende evitar el daño que puede causar el arrastre de cenizas y la erosión del suelo desprotegido por la falta de vegetación.
Gestión Forestal destinará algo más de 2,1 millones de euros a estos primeros trabajos. Para ello, dispondrá de fondos propios y aportaciones del Gobierno central. Las actuaciones ya han sido contratadas con la empresa pública Tragsa.
El Ejecutivo extremeño acordó el pasado 18 de septiembre declarar como zonas de actuación urgente los terrenos afectados por estos incendios, así como la utilidad pública de los trabajos de emergencia a realizar en las áreas afectadas por el fuego. Esto permite dar paso a las medidas de recuperación, definidas en un plan de actuación, y facilitar el acceso a los terrenos ocupados, sean públicos o privados.
El acuerdo de la Junta también recoge la autorización a los titulares de los terrenos para la corta y extracción de la madera afectada por el incendio, para lo que tienen un plazo de seis meses. En caso de que no lo hagan, la Administración regional acometerá esos trabajos sin contrapartida para los propietarios. Esta medida también se extiende a los ayuntamientos titulares de montes de utilidad pública. Asimismo, se permite el pastoreo, aunque con cargas ganaderas iguales o inferiores a las actuales.
En el incendio de Jarilla, que fue declarado el 12 de agosto, se quemaron cerca de 17.400 hectáreas de 18 términos municipales del norte de Cáceres. Cerca del 60% es superficie desarbolada, mientras que en el resto destacan las áreas de robledal con más de 4.000 hectáreas.
El fuego afectó a más de 2.600 hectáreas de montes catalogados como de utilidad pública, el 15% del total. Cuentan con esa declaración por los beneficios ambientales y sociales que generan, como la defensa de las poblaciones, cultivos e infraestructuras frente a los efectos de las riadas, inundaciones o aludes, así como la regulación del régimen hidrológico en las cabeceras de las cuencas hidrográficas y su consecuente disminución de los procesos erosivos y torrenciales. De esa forma, su recuperación se considera esencial.
En cuanto al incendio de Caminomorisco, que fue declarado el 29 de julio, afectó a casi 2.800 hectáreas de tres términos municipales de la comarca de Las Hurdes. La mayor parte, casi un 60%, son pinares. Al contrario que en el caso anterior, predomina el daño en montes de utilidad pública, cerca del 80% de la superficie afectada.
Las tareas a llevar a cabo persiguen conservar el ecosistema, mejorar el estado del suelo, limitar las escorrentías y la erosión en laderas, controlar la llegada de restos a cauces y reducir el riesgo de avenidas e inundaciones. También se pretende prevenir la proliferación de plagas y favorecer la regeneración natural de la flora y de la fauna.
Para ello, se llevarán a cabo medidas como el 'helimulching', una técnica consistente en que un helicóptero deposita sobre el terreno un 'mulch' (mantillo o acolchado) de restos vegetales (en concreto paja), «un método que se ha demostrado el más eficaz para reducir la erosión del suelo, según las investigaciones desarrolladas a lo largo de la última década», apunta la Consejería de Gestión Forestal. Según indica, consigue reducir las escorrentías hasta en un 90%.
La aplicación desde el aire permite tratar áreas extensas en poco tiempo, lo que responde al criterio de agilizar las actuaciones en lo posible para intentar anticiparse a la temporada de lluvias y sus efectos de arrastre de cenizas y sedimentos.
Como explica José Antonio Bayón, director general de Gestión Forestal y Defensa contra los incendios, «primero hay que hacer los trabajos de protección y luego vendrá la regeneración de las masas forestales», una labor que llevará años de trabajo y para la que también se espera contar con la colaboración financiera del Gobierno central.
También se construirán diques de mampostería, pequeñas obras de corrección hidrológica forestal con las que se persigue retener los arrastres de cenizas y suelo que puedan derivarse de las escorrentías generadas por las lluvias. Se adecuarán con piedra seleccionada del lugar, a las que se puede añadir mortero de cemento o un relleno con cilindros grandes de malla metálica.
Junto a esto, se adecuarán caballones y fajas subsoladas, que son pequeñas terrazas de al menos 1,5 metros de altura, formadas con la pala de un bulldozer, más un subsolado (roturación del suelo) de al menos 40 centímetros de profundidad. Suelen colocarse en zonas con elevada pendiente y poca o ninguna vegetación, que son las que presentan mayor riesgo de erosión o pérdida del suelo por el arrastre de cenizas y otros materiales hacia los cursos de agua.
Montes de utilidad pública
En los montes de utilidad pública que se han visto afectados se procederá a la corta, saca y acondicionado de restos. Igualmente, se llevarán a cabo trabajos de control de la erosión y promoción de la regeneración de las áreas afectadas mediante la corta de la vegetación de árboles que se han quemado. Los restos se acondicionan en curvas de nivel para evitar la erosión (lo que se conoce como fajinas). También se formarán caballones para evitar el arrastre del suelo.
Las actuaciones se completan en estas zonas con el arreglo de infraestructuras dañadas, como repaso de pistas, sustitución o arreglo de pasos de agua, embocaduras, badenes, cerramientos, etc. Otra labor que se considera clave para permitir futuras intervenciones. Pero los trabajos no sólo llegarán a zonas de patrimonio público, sino que también abarcarán propiedades privadas.
Gestión Forestal prevé destinar 325.000 euros al 'helimulching', 200.000 euros al arreglo de caminos e infraestructuras dañadas por los incendios y 100.000 euros a la ejecución de subsolados. En cuanto a las labores en los montes de utilidad pública, contarán con 900.000 euros en las zonas de Hervás y 600.000 en Casas del Monte.
El 'helimulching' empezó a ejecutarse el 21 de septiembre y desde entonces los helicópteros han estado actuando a diario. En este tiempo han intervenido en distintos términos municipales de las dos zonas de actuación, Jarilla y Caminomorisco.
Las otras dos medidas más urgentes son la construcción de subsoladas y el arreglo de caminos e infraestructuras dañadas, que se prevén ejecutar antes de que termine el año. El resto de tareas, menos perentorias, se ejecutarán a lo largo de este otoño e invierno. Gestión Forestal afirma que todas estas actuaciones ya están contratadas a través de la empresa pública Tragsa.
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