Extremadura combate seis fuegos, que ya han quemado más de 8.000 hectáreas
La comunidad mantiene el nivel 2 en el conjunto del territorio, desalojados tres municipios y confinados dos más: Oliva de Plasencia y Villagarcía de la Torre
Ana B. Hernández
Jueves, 14 de agosto 2025
Extremadura combate este viernes seis incendios forestales, que ya han arrasado más de 8.000 hectáreas. En el norte cacereño se han quemado 4.600; en Llerena 2.500 y en Alburquerque/Aliseda unas 800. Son los tres que más preocupan, aunque hay otros tres fuegos más activos en la comunidad.
La previsión era que las buenas noticias podrían comenzar a llegar partir de las nueve de esta noche, pero se quedaron a medias. Después de dos días marcados por la incertidumbre y una noche fatídica en la que las llamas saltaron incluso la A-66, el control del fuego en Jarilla ha comenzado a remitir en algunos flancos y ha frenado otras evacuaciones.
No obstante, Extremadura mantiene una situación operativa de nivel 2 y ha solicitado más medios de extinción porque continúa la simultaneidad de incendios en diversos puntos de la geografía regional. A última hora además se descontroló el fuego en Llerena, que obligó a evacuar a 40 personas de una urbanización y a lanzar una alerta para confinar Villagarcía de la Torre, localidad cercana. Unos 50 efectivos de la UME se dirigían hacia la zona, que ya ha perdido por las llamas más de 2.500 hectáreas.
El fuego de Jarilla no está controlado pero la evolución ha sido positiva después de una larga jornada que comenzó en el peor escenario posible. Tras una madrugada con rachas de viento de 50 kilómetros por hora, el incendio había alcanzado los 48 kilómetros de perímetro, había superado las 4.600 hectáreas calcinadas y saltado la N-630 y la A-66, poniendo en peligro a otras poblaciones y enclaves en sus diferentes frentes.
A primera hora de la mañana tuvo que decretarse el confinamiento de Oliva de Plasencia, a cuya localidad se dirigía con rapidez una gran humareda, sin descartarse la evacuación del pueblo. En Plasencia, donde están alojados la mayor parte de los vecinos de Jarilla, Cabezabellosa y Villar, los tres pueblos evacuados desde que la tarde del martes comenzara el incendio en el primero a consecuencia de un rayo, se habilitaba otro pabellón deportivo ante la posibilidad de que más evacuados pudieran llegar.
Pero el viento de la madrugada amainó durante la mañana y ello permitió a los más de 300 efectivos y la docena de medios aéreos que combaten las llamas trabajar en condiciones menos adversas.
Con esta mejora de la climatología se abrió «una ventana de oportunidad», en palabras de Abel Bautista, que podría posibilitar dar la vuelta a la situación y enfrentarla en un escenario más positivo. Durante la tarde se pudo continuar igualmente trabajando en unas condiciones menos adversas de lo previsto, «con rachas de viento entre los 30 y los 35 kilómetros por hora», concretó Bautista, y por tanto seguir avanzando en el control del incendio.
Por la mañana fue posible atajar los dos frentes que más preocupaban al Infoex además del de Oliva de Plasencia: Casas del Monte y el monte Valcorchero, en Plasencia. «Casas del Monte no corre peligro, ha funcionado adecuadamente la estrategia marcada con la línea de contención, de la misma manera que lo ha hecho con la lengua que se dirigía hacia Valcorchero, y en estos dos puntos podemos hablar de una situación positiva», declaró el consejero de Presidencia a primera hora de esta tarde.
Poco tiempo después se reabría al tráfico la A-66, una vez se controlaron las reactivaciones que se produjeron, permitiendo así acabar con el embotellamiento que ocasionó su cierre en una jornada de inicio del puente de agosto y de entrada y salida de una quincena vacacional.
Aun así, a pesar de la mejora, ante las dimensiones de este fuego y la simultaneidad de otros en otros lugares de la región, se mantiene la situación operativa 2 en toda la comunidad autónoma del plan especial de protección civil ante incendios forestales, y la presidenta de la Junta, María Guardiola, ha solicitado al Gobierno que una nueva sección de la UME llegue a Extremadura.
Porque el fuego de Jarilla no está controlado y se suceden reactivaciones que requieren la intervención urgente de los efectivos. De hecho, durante este jueves, también se produjeron en dos de los tres pueblos desalojados, Jarilla y Villar de Plasencia, donde al igual que en Cabezabellosa, quedaban vecinos que han desobedecido las órdenes de evacuación dada.
Multas
Ante esta situación, la Guardia Civil ha comenzado a sancionar a los vecinos que se niegan a abandonar sus casas en base a la Ley de Protección Civil, después de que Abel Bautista confirmara que los había en los municipios desalojados desde el martes e insistir en la necesidad de cumplir con las órdenes.
«No hay nada más valioso que la vida. Entiendo el apego a las casas y al ganado, pero la mejor decisión es poner a salvo la vida. Se puede regresar puntualmente a alimentar al ganado con autorización y seguridad, pero no permanecer en las viviendas», dijo el consejero, quien sugirió que este comportamiento desobediente está obligando a movilizar unos recursos que podrían estar dedicándose a otras tareas. «La Guardia Civil volverá a subir, subirá Protección Civil, pero es que no tenemos más tiempo ni más recursos para andar perdiéndolos precisamente con personas con las que ya hemos dado el aviso», subrayó.
En el mismo sentido, la Guardia Civil lamentó «la imprudencia de algunos vecinos que han intentado sofocar por su cuenta las llamas próximas a las localidades evacuadas», por lo que reiteró el llamamiento a la «responsabilidad ciudadana». «Este tipo de actuaciones ponen en grave riesgo tanto la vida de quienes las realizan como la de los profesionales que intervienen en el dispositivo», incidió la Benemérita.
Se trata, en cualquier caso, de comportamientos minoritarios. Hay que recordar que en la Ciudad Deportiva de Plasencia se encuentran desde la tarde-noche del martes unas 250 personas procedentes de los tres municipios antes mencionados; además, otros 16 están durmiendo en las instalaciones del Seminario por ser personas más mayores, y otro pequeño grupo de vecinos con problemas de movilidad han sido acogidos en una residencia de Baños de Montemayor. También hay que contar que otros centenares, hasta completar los 700 habitantes que suman Villar de Plasencia, Jarilla y Cabezabellosa, están en casas de familiares, pisos propios en Plasencia o en establecimientos hoteleros.
Las reiteradas peticiones a los vecinos que se resisten a abandonar sus casas vienen motivadas por la peligrosidad de un fuego que está generando daños materiales, aunque «menos de los que eran esperables, de los que en un primer momento intuíamos y, por tanto, esa es la buena noticia». Pero «la mala noticia es que sí ha habido afectaciones que habrá que valorar, no son importantes en número y sí son importantes en una cuestión de sentimiento para todas esas personas que puedan verse afectadas. Hablamos de casas aisladas, quizás no en el casco urbano, por tanto no me atrevo tampoco a anticiparlo, puesto que hay que valorar la situación en condiciones de seguridad», explicó Abel Bautista.
En cualquier caso la evolución es positiva por el momento, gracias en buena medida a los muchos medios que trabajaron durante la jornada de ayer y la mejora meteorológica. Entre los medios sobre el terreno, Extremadura está contando con la ayuda del Gobierno y también de las comunidades de Andalucía, Castilla-La Mancha y Madrid.
«Nos encantaría tener el doble o el triple de medios, pero entendemos perfectamente que no es posible, porque la situación nacional es la que es, y también la del Infoex, que tiene que atender otros incendios a lo largo y ancho de nuestra comunidad», zanjó Bautista.