Borrell rechaza en Cuacos una financiación singular para Cataluña
El recién galardonado con el Premio Carlos V participa en un curso de verano sobre el nuevo orden mundial en el Campus Yuste
El expresidente del Parlamento Europeo y ex Alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, ha aseverado este ... miércoles que no está a favor de la financiación singular que se ha negociado para Cataluña, que supone un «modelo de concierto que favorece a las comunidades más ricas».
Josep Borrell se ha pronunciado de esta forma a preguntas de los periodistas en la localidad cacereña de Cuacos de Yuste, donde ha participado en el curso de verano 'El nuevo orden mundial y el eje atlántico', en el marco del programa Campus Yuste.
A su juicio, la propuesta de la nueva financiación, que consiste en «transferir a Cataluña la gestión y la recaudación de los grandes impuestos estatales, renta, sociedades e IVA», lo que hace a su juicio en la práctica, si se llega a aplicar, «es copiar el modelo del sistema vasco y navarro», por lo que «ahora se pretende el concierto con Cataluña», ha apuntado.
«Le pueden llamar singular y lo que quieran, pero cuando uno mira en qué consiste, pues consiste en que Cataluña recibe la gestión y por lo tanto la caja que se obtiene de los impuestos estatales», de tal forma que si se pusiera en marcha, «Cataluña recibiría de recaudación 30.000 millones de euros, que es la parte que hoy corresponde al Estado de los impuestos estatales en aquella región».
A partir de ahí, Cataluña «le pagaría al Estado, como hace el País Vasco y Navarra, una contribución a los gastos que el Estado hace por Cataluña, y la única diferencia es que, además, habría una aportación para la solidaridad».
Lo piden las comunidades más ricas
Se trata de «modelos que favorecen, y por eso los piden, las comunidades más ricas, porque eso juega a su favor», ya que «cuando tienes la caja en casa, tu capacidad negociadora es mucho más grande», ha apuntado Borrell, recoge Europa Press.
En cuanto a la discusión sobre cuál es la aportación a los servicios que le presta el Estado, Borrell ha vaticinado de «es una discusión sin fin, que se acaba siempre a favor del que tiene la gestión tributaria» de acuerdo a la experiencia en el País Vasco.
Por todo ello, Josep Borrell ha considerado que «no es un modelo bueno», y «pretender trasladarlo a todas las autonomías me parece un dislate, porque entonces desaparecería la Agencia Tributaria», que se fragmentaría en «trocitos, y el Estado se quedaría sin ingresos fiscales».
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En ese sentido, ha alertado de que «un Estado sin ingresos fiscales sería un Estado muy débil, y solo recibiría lo que las comunidades le dieran, porque habrían pasado a ser fiscalmente soberanas», algo que a juicio de Borrell, «no es el modelo que funcionaría en España».
Borrell ha recordado que fue «muchos años »secretario de Estado de Hacienda y ha considerado que este modelo «aumentaría la ineficacia, crearía graves problemas de coordinación, y no resolvería el problema».
Para Borrell, «si el problema es que Cataluña está mal financiada, hay que decir que Andalucía está mucho peor financiada que Cataluña», al igual que Valencia y Madrid que «están peor financiadas que Cataluña».
«Es posible que todas estén mal financiadas, y entonces habría que aumentar la financiación», ha planteado el presidente del Parlamento Europeo.
Así, ha señalado que «está por ver» cuánto se va a quedar Cataluña de la recaudación, ha apuntado Borrell, quien ha insistido en que «extrapolar este modelo a todas las comunidades autónomas no es más que un intento de enmascarar la singularidad que, en el fondo, no se le llama lo que es, que es un régimen de concierto». Además ha recordado que «la Constitución reserva este régimen para los países forales, nos guste o no, así está escrita la Constitución».
Por tanto, esta financiación «se trata de enmascarar el carácter de concierto de este sistema, diciendo que todos los que quieran lo tendrán también», pero a su juicio, «el problema es que este sistema no tiene el mismo atractivo para una comunidad excedentaria que para otra deficitaria», ha dicho.
«A mí me parece que fragmentar la gestión tributaria es un grave error que no deberíamos cometer», ha concluido.
Trump
En otro orden de cosas, Borrell ha defendido que «no se puede ser aliado militarmente y combartirte económicamente», como hace Trump al imponer aranceles a la UE.
Para Borrell, la propuesta de aranceles a la UE que ha hecho el presidente de Estados Unidos, «y dice que es la última palabra, hace imposible el comercio entre Estados Unidos y Europa», lo cual «debilitará a los dos». En ese sentido, Borrell ha señalado que «la alianzas militares están bien, pero si tu aliado militar se dedica a socavar las bases de tu economía, es difícil esta alianza».
En cuanto a las relaciones de la UE con Estados Unidos, Borrell ha señalado que difieren depende del país, ya que «hay países que consideran que sin el amigo americano no tenemos ni solución ni capacidades propias», mientras otros «piensan que el amigo americano no nos va ya a dar garantías de seguridad y que las hemos de construir nosotros». Una consideración en la que «divergencias profundas», pero sí ha resaltado que «todos están de acuerdo en que Europa tiene que tener más capacidades defensivas».
«Cuando digo Europa, digo los estados de la Unión Europea, pero tienen que hacerlo o tendrían que hacerlo de una manera coordinada, que no está siendo el caso», ha resaltado Borrell, quien ha añadido que «el amigo americano, es decir, nuestro gran aliado, hoy está puesto en duda».
Conflicto en Gaza
Respecto al conflicto en Gaza, Borrell ha resaltado que «desgraciadamente en el caso de Israel, la Unión Europea no tiene una posición que la enfrente a Estados Unidos», y de hecho, ha apuntado que este mismo martes se celebró un Consejo de Asuntos Exteriores en el que «una vez más decidieron no tomar ninguna decisión que afectara a Israel, ninguna sanción, ninguna cuestión que le pueda molestar».
Así, ha considerado que «es un poco desesperante que Europa sea incapaz de hacer nada en el conflicto de Gaza y los muertos se amontonan cada día», de los que muchos de ellos «no son combatientes, son civiles que les atraen con el cebo de que van a recibir algo de comida y mientras están haciendo cola les bombardean».
Para Borrell, «es algo inaceptable lo que está pasando en Gaza», ante lo que ha lamentado que «la UE no toma medidas», sino que dice que «de lo que se trata es de mejorar la vida en Gaza pero no de castigar a Israel», una situación que ha considerado que «es un bloqueo porque hay países que no están dispuestos a tomar ninguna medida ,y otros sí, pero como decidimos por unanimidad, al final no se decide nada».
En ese tema «el Gobierno español ha sido muy activo» en este asunto, en el que ha tenido «una acción muy decidida, reclamando medidas para que Israel entienda que la Unión Europea no le apoya en lo que está haciendo». Pero sin embargo, ha apuntado que «hay otros muchos países que dicen que Israel haga lo que haga, está bien hecho», algo que ha relacionado con «la mala conciencia del Holocausto» y que a su juicio «no justifica lo que está pasando ahora», ha dicho.
Por otra parte, y a preguntas sobre la situación actual de la UE, Borrell ha reafirmado que «es una unión que para nosotros es vital y nadie la pone en cuestión», sino que a su juicio, «lo que se pone en cuestión es su capacidad de hacer más», ha admitido.
En su opinión, «lo que le falta es capacidad de decisión por la regla de unanimidad», que es «lo que en ese momento es lo más grave de todo».
Así, y respecto al papel de España en la UE, el expresidente del Parlamento Europeo ha destacado que «España defiende posiciones que no son posiciones comunes, pero son las suyas y lo hace muy bien, tanto en materia de gasto en defensa como en el tema de la guerra en Gaza», tras lo que ha valorado que «es un país con posiciones muy propias, muy netas, que defienden su visión del mundo».
Finalmente, y respecto a la situación generada en Torre Pacheco, Borrell ha aseverado que «es algo reprobable, rechazable, condenable», que a su juicio «no se puede tolerar ni aceptar que se agreda a los inmigrantes por ser inmigrantes», cuando además «sin ellos la economía murciana no funcionaría». Así, en una economía agrícola basada en mano de obra muy intensiva, «si no hubiera inmigrantes, ¿quién iría a trabajar?», ha planteado Borrell.
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