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Antonio J. Armero
Martes, 3 de enero 2017, 23:29
En el año 2008, en Extremadura había catorce fábricas de muebles que tenían más de diez y menos de veinte trabajadores. Ahora hay dos. Y había 17 con una plantilla de seis a nueve empleados. Ahora hay media docena. Y había también una empresa que tenía más de cincuenta personas en nómina. Pero cerró. A ella, y a las otras, y a muchas tiendas en ciudades y pueblos, se los llevó por delante la crisis.
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El dato, que figura en el Directorio Central de Empresas del INE (Instituto Nacional de Estadística) sirve para calibrar la fuerza del golpe que la crisis ha propinado al sector del mueble en la región, que ha recibido con los brazos abiertos el anuncio de la Junta de que habrá un plan Renove para mobiliario del hogar. Su gran reclamo es un descuento del 25 por ciento en mobiliario nuevo de uso doméstico. El decreto que lo regula se publicó en el Diario Oficial de Extremadura el día 30, y en él se destaca que «en el periodo 2007-2015, el gasto medio por hogar en muebles y artículos de amueblamiento ha descendido un 59 por ciento en España y un 51 por ciento en Extremadura».
Los datos son aún más ilustrativos si se echa la vista hacia atrás un año más. En 2006, cada hogar de la comunidad gastaba una media de 526 euros en este concepto. En 2015 fueron 171 euros, según la última Encuesta de Presupuestos Familiares del INE. Traducido a porcentaje supone una caída del gasto medio del 67 por ciento. Otro dato que ilustra sobre la merma de ingresos en el sector es que el gasto total superó los 206 millones de euros en el año 2006 y en 2015 se quedó en 74. O sea, un descenso del 64 por ciento.
Tiendas grandes
En resumen, el sector del mueble en la región factura ahora un tercio de lo que alcanzaba antes de la crisis. Y tras estos números hay negocios que llevan años sobreviviendo a duras penas. Una realidad que conoce bien Antonio Gallego, que tiene una fábrica de muebles y una tienda, y que preside Fedexmadera, que agrupa a varias asociaciones del sector en la región. «El efecto de la crisis ha sido brutal, diría que más aún sobre las fábricas que en las tiendas, porque son un eslabón de la cadena todavía más débil», resume Gallego. «Y entre las tiendas -añade-, si no han cerrado más es porque en Extremadura, a diferencia de otras comunidades, existe una cultura en el sector de tener los locales en propiedad en vez de alquiler, y esto es muy importante cuando hablamos de espacios de entre mil y dos mil metros cuadrados».
El presidente de Fedexmadera explica que «la fabricación de muebles en la región ha tenido históricamente dos grandes epicentros, que son la zona de Don Benito-Villanueva de la Serena y la de Hervás, y es conocido que tanto en un sitio como en otro hay ahora muchas menos empresas que antes».
En su análisis de la situación, Antonio Gallego menciona dos cuestiones que ayudan a explicar por qué el sector ha sufrido la crisis más que otros. La primera de ellas es el desplome de la construcción. A menos viviendas construidas, menos a amueblar. «Con un asunto más a tener muy en cuenta -añade-: en la época de vacas gordas, en la construcción se ganó mucho dinero, y en el mueble, no». Y en segundo lugar, comenta la competencia que suponen la firma sueca Ikea, los productos fabricados en países asiáticos y las compras por Internet. «En mi opinión -apunta el empresario-, lo de Ikea no es tan importante como mucha gente cree, y de hecho, en los sitios donde esta marca tiene establecimientos, sigue habiendo tiendas de muebles». «En cuanto a las ventas por Internet -continúa-, son ya una realidad en varios países europeos, y no tardarán en calar bien en España, donde aún pervive la costumbre de querer tocar y ver de cerca el mueble que se va a comprar».
«El plan Renove -argumenta el presidente de Fedexmadera- va a favorecer que la gente piense en comprar muebles, en renovar su mobiliario, que es algo que casi se había perdido por completo, y esto es lo importante, por encima del descuento en sí». Sobre la posibilidad de que haya comercios que aprovechen la rebaja del 25 por ciento para subir los precios, Gallego lo descarta por completo. «Es imposible -zanja-, porque la competencia es tan grande que no hay margen para aumentar los precios».
«Medidas como el plan Renove extremeño son de aplaudir, y sería interesante que se extendieran a toda España», valora Ricardo Saiz, de Aidimme (Instituto Tecnológico Metalmecánico, Mueble, Madera, Embalaje y Afines, con sede en la localidad valenciana de Paterna).
Una vez que la iniciativa está sobre la mesa, Antonio Gallego entiende que «convendría agilizar el proceso todo lo posible, para que la gente pueda empezar a comprar cuanto antes». «El mismo día en que la Junta lo anunció -añade el presidente de Fedexmadera-, ya hubo gente que nos preguntó por él».
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