Los contratiempos acercan al medio millón el coste de las escaleras mecánicas de Alzapiernas
La Junta de Gobierno tuvo que convocar una sesión urgente el 8 de abril para contratar la rampa provisional y días antes ya aprobó un modificado del 10%
Las escaleras mecánicas de Alzapiernas se acercan al medio millón de euros a cuenta de los contratiempos que acompañan a esta actuación. Con la oposición y los arquitectos en contra, los colectivos relacionados con la discapacidad claramente críticos y los empresarios muy molestos por el coste económico que les supone la obra, la conexión entre Parras y Moret ha debido verse ya dos veces en cuestión de días en la Junta de Gobierno local para afrontar intervenciones que se consideraban obligadas y que además no saldrán gratis. El pasado 8 de abril ya se convocó de manera «extraordinaria y urgente» la Junta de Gobierno para aprobar la contratación de una obra menor. Corresponde a la rampa provisional de acceso cuyo coste, como se ha informado, supera los 25.000 euros.
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El Consistorio se apoya en que los informes técnicos justifican «convenientemente» la necesidad de esa intervención así la utilidad de llevarla adelante. A su vez, y aunque el adjudicatario es el mismo que ya ejecuta la obra principal, se sostiene que no se produce un fraccionamiento de contrato «por ser una unidad separada, operativa y funcional». Se trata de un contrato menor sobre el que el Consistorio consultó a tres mercantiles. Senpa, que hizo una propuesta de 26.438 euros; Santano Obras y Suministros SL, que se comprometía a montar la pasarela por 26.841 euros; y finalmente GC10 Gestión y Obras SL. Esta última empresa es la misma que ya ganó el concurso de las escaleras mecánicas y que a su vez ha sido la encargada ahora de montar la pasarela provisional. En este caso, el importe total es de 25.712 euros.
Hoy precisamente, se cumple un año desde que el 2 de mayo de 2018 la alcaldesa, el concejal de Obras y la concejala de Economía acudieron a la Plaza de Obispo Galarza y presentaron públicamente el proyecto de las escaleras como la mejor solución que había.
No obstante, en este tiempo no solo ha habido que hacer replanteamientos, cambiar el proyecto y responder a las quejas de numerosos colectivos. Tampoco se ha logrado acabar una obra a la que aún le queda, pese a que el plazo previsto era de seis meses, más otro mes para redactar el proyecto definitivo.
Pese a que la solución que se dio se consideraba la más idónea, las escaleras mecánicas no serán completas entre Moret y Parras. Solo funcionarán en un primer tramo, el más cercano a Galarza. La entrada a Moret será mediante unas escalinatas y una rampa de acceso, según la última modificación anunciada.
Los 428.000 euros de inversión inicial van aumentando. Lo hacen casi al compás que el debate se intensifica, más recientemente con la puesta en servicio de la plataforma provisional que por motivos de seguridad, al ser Alzapiernas vía de evacuación, ha debido ponerse en marcha. Se terminó a última hora del viernes 12 de abril y ha estado operativa durante toda la Semana Santa. Aún sigue y se mantendrá activa hasta después del Womad. Es decir, durante todo este tiempo los trabajos estarán parados.
La rampa provisional ha sido muy comentada por los comerciantes. Mientras que unos consideran que ha dado y sigue dando el servicio en un punto por el que pasan miles de personas, otros resaltan el número de personas que han perdido el equilibrio. «Sobre todo personas mayores, que llegan de las excursiones y no aprecian los escalones», apunta uno de los empresarios cuyo negocio colinda con Alzapiernas.
Otras versiones, a la vista del importante coste que tiene, incluso defienden que la mejor solución desde el principio podía haber sido esta provisional.
En cuestión de días el proyecto de las escaleras mecánicas ha pasado dos veces por el principal órgano de gestión del Ejecutivo local, la Junta de Gobierno. Si el día 8 de abril lo hizo para aprobar el contrato menor de la citada rampa, poco antes, el 29 de marzo, fue para autorizar la redacción del proyecto modificado número 1 del contrato. Eso sí, para el mismo se estableció un límite del 10 por ciento. La adjudicación a G10 Gestión y Obras se hizo en 2018 por 414.000 euros.
Según el informe del área de Infraestructuras que se vio en la citada Junta de Gobierno, la necesidad de ese modificado tiene que ver con «las incidencias arqueológicas no previstas en el proyecto, que han originado retrasos y sobrecoste económico –indica– no contemplado ni valorado en el proyecto». En esa misma reunión de la alcaldesa y su equipo ya se autorizó el contrato menor de la rampa adjudicado días después. Al sobrecoste por imprevistos se suman los perjuicios económicos a los hosteleros y comerciantes que Elena Nevado se ha comprometido a atender. La cifra no se ha cuantificado.