La Junta reclama al Gobierno que construya viviendas en los barrios de la riada de Badajoz
Es una de las solicitudes que la presidenta de la Junta llevó a La Moncloa y beneficiaría a Pardaleras, el Cerro de Reyes, Antonio Domínguez y San Roque
El próximo martes se cumplen 27 años de la peor noche que recuerda Badajoz. Y los recuerdos siguen muy vivos porque hay cuatro barrios de ... la ciudad donde quedan muchas viviendas y solares marcados por la riada de 1997. Desde hace varios años no hay avances para mejorar estas zonas. La Junta de Extremadura espera que el Gobierno de España intervenga para regenerar los barrios afectados.
La propuesta la llevó en persona la presidenta de la Junta, María Guardiola, la semana pasada. El viernes fue recibida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en La Moncloa. Le presentó 88 medidas para Extremadura. Las últimas eran sobre vivienda y una de ellas, la 69, contenía una petición de ayuda para Badajoz. En concreto era una solicitud «de un plan especial para la regeneración urbana de algunos barrios», según confirmó ayer la Consejería de Presidencia.
«La Junta de Extremadura solicita un plan especial con fondos para la regeneración de la zona de los barrios de Cerro de Reyes, Antonio Domínguez, San Roque y Pardaleras de Badajoz, afectados por la riada de agua y lodo de 1997 que desbordó los cauces del Rivillas y el Calamón, y la construcción de viviendas», detallan desde la administración regional.
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«Casi 30 años después, muchas familias aún esperan una solución habitacional digna, y es imposible sin el concurso del Estado, ya que los recursos autonómicos y municipales son limitados», añaden.
No sin el Estado
La propuesta de Guardiola supone un giro en la larga espera que sufren los barrios de la riada. Tras el suceso, las administraciones se dividieron las responsabilidades: el Gobierno de España arregló los arroyos Rivillas y Calamón, los canalizó y elevó la altura de los puentes para impedir que volviesen a colapsar. La Junta de Extremadura se ocupó de construir viviendas (Pardaleras, La Granadilla...) para reubicar a las familias que perdieron sus casas. Por último el Ayuntamiento de Badajoz debía comprar y demoler las casas del área inundable para convertir esos terrenos en zonas verdes.
Durante años el Ayuntamiento de Badajoz compró viviendas dentro de la zona de influencia del Rivillas y el Calamón. No llegó a terminar la labor y no llevó a cabo el siguiente paso, que era convertir las catorce hectáreas consideradas inundables en parques. En los últimos años, además, apenas se han llevado a cabo adquisiciones de viviendas o terrenos. La recuperación está prácticamente paralizada.
En 2018, con motivo de los 21 años de la tragedia, el entonces alcalde de Badajoz, Francisco Fragoso, pidió ayuda a la Junta de Extremadura. Defendió que el Plan General pacense considera esas áreas de interés supramunicipal y que, por tanto, su recuperación también es competencia de la Junta. La administración regional, sin embargo, negó que fuese así.
Finalmente el Consistorio presentó a la Administración regional un plan de 13,5 millones de euros para recuperar una parte de los solares y la Junta se comprometió a estudiarlo, pero el acuerdo nunca cristalizó.
Con la llegada del nuevo alcalde, Ignacio Gragera, el Ayuntamiento optó por pedir una subvención europea para hacer un plan parcial en la zona. Solicitaron cuatro millones de euros para rehabilitar tres parcelas con parques y pistas deportivas, pero no lograron los fondos y no lo acometieron con dinero propio.
Ahora la carpeta de las cuentas pendientes de la riada pasa al Gobierno de España tras la propuesta de Guardiola y habrá que esperar para saber si es el proyecto definitivo.
Zonas inundables
La propuesta de la Junta de Extremadura al Gobierno de España también deja muchas incógnitas. Habla de buscar una solución habitacional digna. Podría suponer comprar las viviendas que quedan en zonas inundables, que son las que están deterioradas, pero no se puede construir en esos solares precisamente porque se dictó que era peligroso volver a edificar cerca de los arroyos. Hay una franja muy amplia alrededor del Rivillas y el Calamón en la que deben desaparecer las pocas casas que quedan en pie. Son un centenar entre viviendas y solares que quedan por comprar.
El Plan General de Badajoz establece que esas catorce hectáreas deben ser zonas verdes. Todas las edificaciones que quedan serán expropiadas y derruidas y en su lugar habrá un amplio parque.
Por tanto el plan de vivienda del que solicita la Junta de Extremadura no podría ser en esas hectáreas salvo un cambio en la línea inundable, lo que es muy complicado. Las casas tendrían que edificarse en otros terrenos, aunque sería dentro de estos barrios según la propuesta de la administración regional.
La propuesta, además, podría encajar en el proyecto del Gobierno español de aumentar el parque de vivienda pública. Recientemente, de hecho, descartaron construir pisos en la colonia Carlos Haya, junto a la base aérea, por lo que Badajoz perdió ese proyecto.
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