Dos cervezas por ocho euros para coger ambiente en Al-Mossassa
Pese a los precios inflados y la lluvia de por la tarde la gente ha acudido este sábado a la Plaza Alta y Alcazaba a disfrutar de la fiesta árabe
Dice Bartolomé, que despacha kebab y durum en la Plaza Alta estos días de Al-Mossassa, que vienen de Jaén, recorren toda España y donde instalan su puesto se fijan en los precios de la ciudad de sus mismos productos antes de poner sus tarifas. Que ellos los vendan un poquito más caros, a ocho euros, lo justifica en que les ponen más carne. «El que más pide la gente el kebab en pan rústico especial de la casa. Lo que pasa es que está haciendo mucho calor por eso viene poca gente a comer, por la noche con el fresquito está mejor, decía este sábado este hostelero que era el tercer año que venía a Badajoz y aún no sabía que por la tarde llovería desbaratando los planes de empresarios que tuvieron que proteger sus negocios por momentos y clientes, muchos d e los cuales han corrido a los soportales.
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En general, el público que eligió Al-Mossassa para comer se quejaba de los precios, pero todos han coincidido en que merecía la pena subir a ver el ambiente. Djenedi, que tiene su puesto de croquetas (seis unidades a 11 euros) y empanadas (3,50 cada una), viene de Madrid y ha manifestado a este diario en que por culpa del calor este año, el tercero para él, estaba haciendo menos caja. «Por la noche se está más fresquito y empieza a salir la gente. Lo que más éxito tiene aquí es la croqueta de jamón y la de boletus, y en empanadas triunfa la de carne al estilo argentino».
El zoco árabe que se ha levantado desde el viernes en el casco histórico de Badajoz tiene muchos tenderetes con productos artesanales, pero al fondo, junto al arco oriental, lo que predomina son puestos de comida con reclamos como 'sangría fresquita', 'patatas asadas', 'bratwurst' o 'salchipapas' en letras talladas sobre madera o imitándola para no desentonar con la decoración. Una ración de patatas fritas oscila entre los 8 y los 10 euros y una patata asada completa se va a ocho euros. En los refrescos el precio más común son tres euros, aunque si apetece una granizada natural la cuenta se va a siete euros. Pese a los ropajes de los hosteleros, de época, todos aceptaban tarjeta.
Aunque los dos hosteleros consultados hablaban de menos público por el calor (aún no sabía que llovería durante la tarde), el zoco y la Alcazaba eran ayer un hormigueo de gente dejándose seducir por el olor de planchas y parrillas que terminaban picando algo. Y por mucha recreación árabe que se pretenda, las costillas de cerdo, la panceta (15 euros la ración, 3 la tapa) y los chorizos (12 euros) volaban hacia las mesas de la carpa instalada frente a los jardines de La Galera.
La otra gran carpa con parrilla está en la Alcazaba frente al Museo Arqueológico. Ofrecía raciones de secreto (22 euros), panceta , morcilla y chorizo (18 euros), paella o ensalada mixta (10 euros), aunque si el comensal quiere llevar su mente hasta un chiringuito de playa puede pedir por 20 euros una ración de calamares, puntillitas o boquerones fritos. De postre o merienda, junto al arco de Peso, se podían pedir gofres y crepes dulces a 6 euros.
«Pero lo que más duele –decía un visitante torciendo el gesto–, es que te cobren una cerveza en vaso de plástico a cuatro euros». Este era el precio más común aunque se podía encontrar a cinco euros del mismo tamaño y en alguna barra servían un tercio a dos y medio.
Carmen y David son de Badajoz y habían salido a dar una vuelta con otra pareja, Lourdes y Gonzalo. Llevaban cinco niños pequeños. «Acabamos de empezar y ya nos hemos gastado 32 euros solo en dos cervezas, dos cocacolas, unas patatas y unos 'fingers' para los niños. Por lo que veo, calculo que nos gastaremos 40 por adulto entre comida y bebida», decía él. Con todo, ella reconocía que merece la pena por el ambiente.
También estaban satisfechos José y María. Ella se acababa de hacer un tatuaje de henna por diez euros y comiendo acababan de pagar 36 euros por una hamburguesa «de buena carne y bastante completa», según él, unas patatas, un perrito y dos sangrías. «Los precios están bien porque te vas saciado», remataba al hacer la cuenta antes de que ella añadiese lo gastado en los puestos, 34 euros más en unos ambientadores, un cuenco tibetano y un anillo de plata.
El domingo hay danza, concierto, cuentos, cocina y sketchers dibujando
Este domingo en Al-Mossassa casi todas las actividades se concentran por la mañana. El movimiento Urban Sketchers dará una charla en el Museo de la Ciudad a través de su creador, Gabi Campanario, y sobre las 11 horas subirán a dibujar en La Alcazaba.
A las 13 horas en los jardines de La Alcazaba tendrá lugar el taller de danza árabe impartido por Be a rainbow, hasta completar aforo. En cuanto a las exhibiciones de cetrería, serán en la explanada que hay a pocos metros a las 12, 13.45, 18 y 19.15 horas. Los cuentacuentos para los más pequeños serán a las 12.15 y 14 horas, el taller de maridaje y cocina andalusí a las 13 y las 14.15 horas, si bien hay que inscribirse antes en la web del Ayuntamiento. Por último, a las 13.30 horas se celebrará un concierto árabe en el escenario de la explanada.