Armas de electrochoque: Dónde y cómo comprar una táser, ¿es legal en España?
Qué son las pistolas táser, cómo funcionan, quién puede usarlas y cuánto cuestan
Irene Toribio
Martes, 5 de marzo 2024, 17:00
Las pistolas táser son un arma de electrochoque que al ser usadas sobre el cuerpo de una persona, las incapacita temporalmente. Este dispositivo no es letal, funciona disparando dardos electrificados o también puede ser presionada directamente contra una persona para inmovilizarla. Los dardos pueden o no penetrar la piel, según el tipo de pistola. Si bien se estima que el uso no llega a ser letal, las descargas eléctricas producidas contraen violentamente los músculos del cuerpo, y pueden llegar a causar dolor intenso. Te cóntamos quién puede usarlas, dónde comprarlas y cuánto cuestan.
En España, «solo pueden llevar armas los miembros de las Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad del Estado, además de vigilantes, cazadores, tiradores deportivos y las personas que acrediten una necesidad de autodefensa», así lo señala la Guardia Civil y lo establece el reglamento. En nuestro país la posesión y compra de armas, incluidas las armas de electrochoque como las táseres, está regulada por la Ley 4/2015 de Protección de la Seguridad Ciudadana y la Ley 1/1992 sobre Protección de la Seguridad Ciudadana.
Éstas están clasificadas como armas prohibidas o sujetas a ciertas restricciones en España, y su posesión está limitada a ciertos organismos de seguridad y profesionales autorizados. La posesión y compra de este tipo de armas por parte de ciudadanos particulares está restringida e incluso prohibida, a menos que se obtengan las autorizaciones correspondientes y se cumplan ciertos requisitos legales.
El precio de una táser oscila desde los 80 euros hasta más de dos mil, dependiendo del tipo de táser, y se adquieren en tiendas especializadas, aunque no faltan las páginas ilegales de internet donde conseguirlas.
Qué pasa si tienes una táser de forma ilegal
La tenencia ilícita de armas se encuentra regulada en los artículos 563 y 564 del Código Penal. El castigo puede variar desde penas de prisión de 1 a 3 años, la tenencia de armas prohibidas -las semiautomáticas y automáticas, las rectificadas o las de defensa eléctricas-, así como aquellas que modifiquen las características de fabricación.