Turismo en Extremadura
El pueblo extremeño de menos de 700 habitantes que guarda su propia Capilla SixtinaEste municipio de Badajoz presume de tener una ermita única en España que esconde un tesoro de la región: La 'Capilla Sixtina extremeña'
A los pies de Sierra Morena, enclavada entre olivos, se levanta una ermita única en España. Su interior esconde un tesoro todavía desconocido para muchos: 26 piezas que retratan el libro Génesis de la Biblia. Se trata de la ermita de la Virgen del Ara, la única ermita de nuestro país cuyas paredes están decoradas por pinturas en su totalidad, dotando al edificio de una belleza única que no se encuentra en ningún otro lugar de España. Los muros de esta ermita guardan frescos que se han ganado a pulso el título de 'La Capilla Sixtina extremeña', una obra que combina devoción, arte y misterio en perfecta armonía, revelando un legado que invita a ser admirado y descubierto.
La ermita de la Virgen del Ara se encuentra a 7 kilómetros de Fuente del Arco, en un entorno natural privilegiado alejada del mundo exterior. Su situación, a tan solo tres kilómetros de la frontera con Andalucía, invita a turistas, locales y curiosos a descubir este espacio que sorprenden al ver cómo la luz, los colores y las figuras dialogan con la historia.
Fuente del Arco, un pueblo de poco más de 600 habitantes
El monumento, que fue declarado Bien de Interés Cultural en 2018, recibe miles de visitas al año, habiéndose convertido en uno de los principales atractivos turísticos de la región de Extremadura. Pero este pequeño municipio pacense de solo 660 habitantes guarda más que su tesoro pictórico.
En el centro de la población, presidiendo la pequeña plaza, la iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción, se significa como la construcción más señalada. Junto a ella, una fuente con un arco de estructura moderna se ha concebido con intención simbólica para representar el apelativo del pueblo.
Para culminar una ruta inolvidable, a tan solo 4,5 kilómetros al sur de Fuente del Arco se encuentra la Mina de la Jayona, declarada Monumento Natural en 1997. Este enclave se ha convertido en una visita obligada para quienes desean contemplar un paisaje único, fruto de la antigua actividad minera.
El paso del tiempo ha dejado como testigos pequeñas construcciones y un impresionante entramado de once niveles con andenes, galerías, plataformas y salas que conforman hoy un conjunto geoecológico de gran valor. Actualmente, el recorrido abierto al público permite adentrarse en los niveles 2, 3 y 4, ofreciendo una experiencia tan sorprendente como didáctica.