La mina de Cáceres, cada vez más cerca
Análisis ·
Todas las novedades de las últimas semanas apuntan a que el litio de Valdeflores se acabará explotando antes o despuésLo que hace solo un año parecía casi imposible está cada vez más cerca de hacerse realidad. Todas las noticias de las últimas semanas apuntan ... a que la mina de litio de Cáceres acabará saliendo adelante. Desde la afirmación de Ursula von der Leyen de que el litio será pronto más importante que el petróleo y el gas hasta el registro en la Junta por parte de la empresa promotora del documento de inicio para el proyecto de extracción subterránea, sin olvidar la convalidación del decreto-ley de aprovechamiento de litio en el parlamento regional, los avances son cada vez más evidentes y las posiciones están más claras: Europa necesita el litio cuanto antes para suministrar la cadena de producción de baterías para vehículos eléctricos que se está empezando a desarrollar, y Extremadura ha levantado la mano para convertirse en el principal territorio proveedor de una materia prima declarada estratégica por la UE, eso sí, sacando por el camino toda la tajada que pueda de un negocio que se anuncia suculento.
La mina de Valdeflores tenía prácticamente todas las puertas cerradas en septiembre de 2021, con un férreo rechazo social y político y el proyecto estancado en una vía muerta administrativa tras serle denegado el permiso de investigación. Ha sido la renuncia de la empresa a su plan original de extracción a cielo abierto la que ha cambiado todo. El anuncio de la mina bajo tierra recibió primero el apoyo de varios colectivos empresariales cacereños y después, si no un respaldo expreso, al menos sí el beneficio de la duda por parte de los principales partidos políticos y de los responsables institucionales de los que depende la decisión. Por eso no es extraño que la empresa haya seguido profundizando en esa vía que le está dando resultado: convencer a la sociedad extremeña de que la mina a cielo abierto está descartada por completo. Todos los pasos que ha dado en los últimos meses van en esa dirección, desde las reuniones con colectivos para explicarles el proyecto hasta el registro esta semana en la Junta del documento de inicio que activa de manera oficial la tramitación administrativa del proyecto subterráneo.
Mientras tanto, la oposición a la mina se encuentra cada vez más focalizada en la plataforma Salvemos la Montaña, que ha perdido casi todos los apoyos políticos con los que contaba –su ruptura con el alcalde Luis Salaya fue pública y ruidosa–, con la única excepción de Podemos y su entorno. Solo le queda ya la movilización popular que sea capaz de aglutinar e iniciativas como las alegaciones contra el decreto del litio que presentó hace unos días, que la Junta no tardó ni 12 horas en tumbar en un alarde de rapidez burocrática nunca visto por estas tierras. Fueron más de 36.000 las firmas de apoyo a las alegaciones que logró reunir la plataforma aportadas por unas 4.500 personas, según el cálculo hecho el jueves en la Asamblea por la portavoz de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel.
No cabe duda de que ha sido un buen mes de septiembre para los promotores de la mina de Valdeflores, que han visto renacer sus esperanzas de sacar adelante, aunque con modificaciones notables, un proyecto que llevan cinco años tratando de poner en marcha, desde que se hicieron las primeras prospecciones en la sierra de la Mosca.
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