El subdirector de Atención Primaria se suma al listado de dimisiones en el SES

Dos altos cargos de la Consejería de Salud abandonarán sus responsabilidades en los próximos días. Por un lado lo hará el subdirector de Obras, Sergio Garrido. Dependiente de la Dirección General de Planificación Económica, había sido nombrado por el anterior gobierno y ahora los nuevos responsables del SES han decidido «no renovarle el contrato en el puesto que ocupaba», informa el departamento que dirige Sara García Espada.

Por otro lado, el próximo día 30 hará efectiva su salida del órgano autónomo quien hasta ahora ha ocupado la Subdirección de Atención Primaria, una de las que conforman el organigrama de la Dirección General de Asistencia Sanitaria y responsable de la parte técnica del pliego que centra el concurso de transporte terrestre sanitario, paralizado por el momento por la Comisión Jurídica de Extremadura.

José Luis Mora, tal como confirma la Consejería de Salud, ya ha comunicado su dimisión aunque continuará en el cargo hasta final de mes. Respecto a su salida, el SES indica que «se trata de una decisión personal que ha tomado de manera autónoma y no emitiremos valoraciones al respecto».

Su salida, en cualquier caso, se encuadra en la veintena de dimisiones que se han producido en el último año entre quienes venían asumiendo responsabilidades en la sanidad pública extremeña, que arrancaron en diciembre de 2023 en el área de Navalmoral de la Mata. La decisión de Salud de prescindir de la directora de Recursos Humanos motivó la dimisión de tres de los cargos directivos que acababan de ser nombrados por los entonces nuevos responsables de la consejería. En concreto, la dimisión de la directora gerente y los responsables de las direcciones de Enfermería de Atención Primaria y Atención Hospitalaria.

También en el área de salud de Plasencia se producían entonces las primeras dimisiones. La directora de Enfermería presentó su dimisión antes de ser cesada y con ella abandonaron también sus responsabilidades las dos supervisoras de área. A comienzos de verano lo hizo también el coordinador de Urgencias del Virgen del Puerto y posteriormente se registraron otras tres salidas: el supervisor de Enfermería de la sexta planta del hospital placentino y los dos supervisores de área.

También en verano, en el área pacense, Salud cesó a la directora de Atención Primaria y esta medida provocó la dimisión de las dos coordinadoras de área. Por las mismas fechas, la directora asistencial del Hospital de Llerena presentó su dimisión y el pasado octubre el departamento que dirige Sara García Espada cesó al director de Régimen Económico y Presupuestario del área de salud de Badajoz y también a la directora del centro residencial de El Prado en Mérida. Aunque en este caso, tal como explicó la consejería entonces, fue para que pasara a tener la misma responsabilidad como directora en el Centro de Mayores de Campillo de Llerena.

La diputada socialista Isabel Gil Rosiña preguntó esta semana en la Asamblea al director general de Recursos Humanos del SES, en su primera comparecencia en la Comisión de Salud, sobre las dimisiones que se vienen produciendo entre los cargos de responsabilidad de la sanidad pública. Y José Antonio Bote las encuadró «en cambios que se hacen para mejorar la atención al ciudadano o en decisiones personales que se toman por el desgaste que conllevan los puestos de responsabilidad».

Tras las últimas salidas que se van a producir, Gil Rosiña mantiene que «la lista interminable de dimisiones es la manifestación clara de un problema». La diputada reconoce la dificultad de gestionar la que es la mayor empresa de la región, con más de 20.000 empleados, y responsable de un asunto prioritario para los ciudadanos como es la atención sanitaria, pero rechaza la explicación dada por el director general de Recursos Humanos.

«Todo no puede responder a problemas personales, la versión oficial del Gobierno regional simplemente no se sostiene», mantiene Gil Rosiña.

El PSOE considera que la retahíla de salidas de altos cargos sanitarios, ahora también de los servicios centrales del SES, «tiene que ver con la ausencia de directrices que hay por parte de los máximos responsables, asunto éste además del que ya advertimos cuando fueron nombrados; no están preparados para dirigir la sanidad pública, para estar al frente del SES, que no es una cosa menor».

Por eso, ante la dificultad que entraña la gestión sanitaria, critica «el discurso triunfalista y alejado de la realidad» de los dirigentes de la Consejería de Salud. «La gestión es complicada, es así, se producen cada día muchos problemas, nosotros también los teníamos», afirma Isabel Gil Rosiña. «Pero la diferencia es que nosotros éramos capaces de resolverlos y ellos no». Una muestra indiscutible para la diputada socialista de su afirmación es el descenso en cuatro puntos en el último año de la valoración que los extremeños hacen de su sanidad pública. «Una noticia trágica», reconoció José Antonio Bote, pero confía en que podrá revertirse con la bajada de las listas de espera y la contratación de especialistas que se está produciendo también en los últimos meses.