La presa de Alange recoge agua para el consumo de 75.000 personas en algo más de un año
El pantano del que bebe Mérida se ha beneficiado por el desembalse de Los Molinos; entre La Serena y Alcántara han ganado 698 hectómetros cúbicos
Los embalses extremeños tienen otro aspecto. Casi inmejorable de forma general. La sucesión de borrascas en este enero, que empezó siendo muy frío y muy ... seco, deja unas presas llenas o con buen aforo. Algunas, aliviando agua o a punto de hacerlo, como la de Villar del Rey, de la que se abastece la ciudad de Badajoz.
Para poner en contexto los beneficios palpables de las lluvias de este mes solo hay que mirar dos datos. El primero es el que dan los seis grandes pantanos de Extremadura. Han recogido, entre la semana pasada y esta (hasta ayer miércoles), 1.028 hectómetros cúbicos. Un hectómetro cúbico de agua suponen mil millones de litros. Y seguirá entrando agua a corto plazo en los embalses por las escorrentías provocadas por las lluvias.
El segundo apunte estadístico tiene que ver con una de esas grandes presas, la que peor estado presenta. Es la de Alange, sobre el río Matachel, a unos 16 kilómetros de Mérida. En una semana han entrado once hectómetros cúbicos. Casi todos gracias al desembalse propiciado en su cabecera por la presa de Los Molinos, en Hornachos, situada sobre el mismo río.
Hace un año, Los Molinos estaba en una situación crítica porque solo tenía 4 de los 34 hectómetros cúbicos posibles. Hoy sigue soltando agua una vez que empezara a hacerlo la semana pasada. De esa presa se abastecen 66.000 personas.
Esos once hectómetros acumulados en Alange es la cantidad de agua necesaria para garantizar el consumo de un año de la capital extremeña y de los pueblos de su entorno que beben como Mérida del pantano alangeño. Esto es, lo que ha ganado significa lo necesario para dar de beber a unas 75.000 personas en algo más de un año.
El de Alange es uno de esos embalses a los que les cuesta ganar agua. Por situarse sobre un río, afluente del Guadiana, poco caudaloso y porque su ubicación propicia una pluviosidad escasa. Que esté llena la presa de Alange, terminada de construir en 1992 y con capacidad para 852 hectómetros, no es algo que se haya visto con cierta frecuencia.
En cambio, en Alcántara están acostumbrados a ver la presa del mismo nombre, sobre el río Tajo, casi llena un año sí y otro también. Clave para la producción hidroeléctrica nacional, esta presa, la segunda más grande de España, ha ganado de una semana a otra una inmensa cantidad de agua, 619 hectómetros cúbicos, y ya supera los 2.000 embalsados (66%).
Muy significativo también es lo que ha recibido la presa de Gabriel y Galán, en Guijo de Granadilla. Retiene las aguas del río Alagón. En siete días ha recepcionado 170 hectómetros cúbicos.
El mayor embalse de España es de La Serena, sobre el río Zújar. Tiene 1.225 hectómetros sobre 3.219 posibles (38%) y es otro de los que más agua ha recibido: 79 hectómetros más en siete días.
El alivio por las lluvias de enero llega igualmente a otra presa, esta pequeña, en situación de emergencia en los últimos tiempos. Es la de Tentudía, sobre el río Bodión. De ella beben unos 20.000 habitantes del sur regional. Es de pequeña capacidad, 5 hectómetros cúbicos. Hace un año apenas tenía 0,79. Hoy llega a la mitad, 2,5. Es otra presa, como la de Alange, a la que cuesta llenarse aunque en este caso se sitúe en una zona con lluvias bastantes más generosas.
Las precipitaciones abundantes también tienen su reflejo en el vecino embalse de Alqueva. Es la mayor reserva estratégica de agua de Europa, con 4.150 hectómetros cúbicos posibles de almacenamiento. El pantano portugués ya tiene 3.368 retenidos.
LOS GRANDES EMBALSES
- La Serena: La semana pasada tenía 1.146 hectómetros cúbicos. Ahora, 1.225 (+79).
- Alcántara: De 1.468 hm3 a 2.087 en una semana (+619).
-Cijara: De 672 a 739 hectómetros cúbicos (+67).
- Valdecañas: De 901 a 983 hm3 (+82).
- Gabriel y Galán: De 460 a 630 hm3 (+170).
- Alange: De 104 a 115 hectómetrs cúbicos (+11).
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