Su madre a Eugenio Delgado: «Hijo, si hubieses sido tú, ¿no habrías sido tan tonto de tener el cuerpo en tu finca, verdad?»

En su comparecencia los investigadores han ido detallando las distintas líneas de investigación que siguieron tras la desaparición de Manuela Chavero el 5 de julio de 2016 en Monesterio. Han indicado que tenían claro desde el primer momento que la principal hipótesis es que salió de casa con un conocido y que pretendía volver pronto.

Con este planteamiento inicial, la UCO investigó al exmarido siguiendo un posible móvil económico y a algunas parejas de Manuela Chavero por si pudiese tratarse de un móvil sentimental, pero todos fueron siendo descartados. Su principal hipótesis fue entonces que se trataba de un caso con móvil sexual y que el agresor sería alguien del entorno cercano.

Con esta premisa «le dieron una vuelta a la investigación» en 2018, dos años después de la desaparición de esta vecina de Monesterio. En este contexto interrogaron por segunda vez a Eugenio Delgado, ya que sus padres tenían una casa a solo tres de la de Chavero. Sospecharon de sus contradicciones y su actitud, y comenzaron a investigarlo.

Para tratar de cercar a Eugenio Delgado, y con el principal objetivo de encontrar el cuerpo de Manuela Chavero, «era nuestra prioridad número uno devolvérsela a su familia», los agentes de la UCO lograron una autorización judicial para grabar las llamadas de Delgado. También para colocar una baliza de seguimiento en sus coches y micrófonos dentro de los vehículos. Más adelante, gracias a una detención por robo del sospechoso, también tuvieron acceso al contenido de su móvil.

Con todos esos datos, en agosto de 2020 «el equipo de investigación tenía madurado que él podía tener algún tipo de responsabilidad» en la desaparición de Manuela Chavero. Decidieron entonces hacer un nuevo registro en la casa de esta vecina y hubo muchos medios de comunicación siguiendo la inspección.

Eugenio Delgado estaba en su casa el día del registro, en la calle Cerezo. Su madre, que reside fuera de Monesterio, vio las noticias en la televisión y le llamó por teléfono porque estaba inquieta. Su hijo la tranquilizó. Le contó que los investigadores estaban perdidos y que seguían la pista de una vidente.

La madre, según las grabaciones de la Guardia Civil, le dijo que los restos podrían estar en una finca de la localidad. Él contestó que tampoco se inquietase, que «el campo no tenía puertas» y que, si aparecía en un terreno el cadáver, cualquiera podría haber entrado a enterrarlo allí, ya que los muros son pequeños. Delgado quiso hacer entender a su madre, según han detallado los investigadores, que si el cuerpo de la desaparecida estaba en alguna de sus dos fincas, no se podría demostrar que él lo había dejado allí.

Para los guardias civiles este fragmento de conversación ya era lo que estaban esperando hace mucho tiempo. Tenían claro dónde buscar el cuerpo, según han apuntado. Y han añadido que si Eugenio Delgado no les hubiese llevado al sitio exacto, lo habrían encontrado con georadares.

Sin embargo la conversación les aportó algo más. «Hijo, si hubieses sido tú ¿No habrías sido tan tonto de tener el cuerpo en tu propia finca verdad?», dijo la madre . Y lo más revelador, según los investigadores, fue la reacción del interpelado. «Él no supo que responder, balbuceaba. Ese comentario hizo mella en Eugenio», ha contado un miembro de la UCO.

Según la UCO Eugenio Delgado cada vez se puso más nervioso, llamó a un abogado penalista y a otras personas de su entorno cercano «para hablar de un tema muy delicado». Su actitud les mostró que la investigación estaba agotada, que él ya se sentía el objetivo, por lo que decidieron detenerlo.