La calima que alimentó al campo extremeño
El abundante polvo sahariano de mitad de marzo dejó el equivalente a 406 toneladas de nitrógeno en los terrrenos agrarios de la región
Pocas veces Extremadura se pareció tanto a una inmensa fotografía color sepia. Sucedió a mediados de marzo pasado. El color ocre, marrón, se instaló en ... nuestra región y en buena parte de España con la borrasca Celia y la entrada de calima asociada. Mucha calima. Sus efectos fueron visibles sobre calles y patios, sobre coches estacionados que se cubrieron de tierra, y creó inquietud a las personas con enfermedades respiratorias. Pero también tuvo un impacto muy positivo: abonó con cantidades ingentes de fertilizante los campos extremeños.
Entre el 16 y el 18 de marzo entró mucho polvo sahariano. Calima con origen en el desierto del Sáhara. Entre sus virtudes, no muy conocidas, está en que actúa como un notable fertilizante en las tierras y plantas en las que se deposita. Cuentan los expertos que un ejemplo de esa realidad se muestra cada año en el ecosistema de la Amazonia. Supone siete millones de kilómetros cuadrados repartidos entre nueve países, aunque Brasil es el que posee mayor extensión. Es una zona beneficiada por el componente fertilizante de la calima porque percibe millones de toneladas de polvo del Sáhara todos los años.
Análisis
En España hay varios estudios que han analizado el impacto de la calima de mitad de marzo. Se estima que la deposición de polvo por metro cuadrado ascendió a 6,4 gramos, lo que implica que en cada hectárea se depositaron 64 kilos. Se extrae de un primer informe realizado por el WMO Barcelona Dust Regional Center.
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Este centro gestiona y coordina las actividades y operaciones de investigación de la Organización Meteorológica Mundial relacionadas con las tormentas de arena y polvo.
Otro segundo estudio afina más el impacto del polvo sahariano. Lo ha realizado la empresa burgalesa Agrae Solutions, una sociedad centrada en la investigación con vistas a su aplicación sobre cultivos y agroindustria.
Agrae Solutions ha analizado los componentes de aquella calima y los resultados han sido los siguientes. En cuanto a nitrógeno, detectó una cantidad de 0,134 kilos por hectárea (kg/ha), equivalente a unos 500 gramos de NAC del 27%. El NAC es el nitrato amónico cálcico, el fertilizante nitrogenado granulado. También encontró fósforo asimilable, 0,001 kg/ha; potasio asimilable, 0,045 kg/ha (equivalente a unos 80 gramos de potasa KCl al 60%); calcio (0,651 kg/ha) y magnesio asimilable, 0,003 kg/ha.
«Nitrato, potasa y fósforo son tres integrantes fundamentales para el crecimiento de las plantas», reseña Antonio Soto, agricultor de Puebla de la Calzada, en las Vegas Bajas del Guadiana, presidente de la Sectorial de Cultivos Herbáceos de Cooperativas Agro-Alimentarias de Extremadura.
La empresa burgalesa señala que son cantidades mínimas ya que el cálculo se ha realizado por hectárea y en todas las zonas de un territorio es muy posible que no todas las cantidades depositadas por la calima fueron las mismas.
En este año 2022, según datos aportados a este periódico por la Consejería de Agricultura, se han declarado en Extremadura algo más de 3 millones de hectáreas de tierras entre las destinadas a cultivos, (697.649 ,95, y prado y pastizal, 2.030. 760,39 hectáreas.
Utilizando ese parámetro de cantidad mínima señalado por la empresa de investigación agraria y teniendo en cuenta las 3 millones de hectáreas de prados, pastizales y cultivos existentes entre las dos provincias extremeñas, en la región el nitrógeno que trajo la calima equivalió a 406 toneladas de NAC del 27%.
«Es mucho y tuvo que ser mucho. No sé se exactamente si fue así pero es cierto que la calima trajo muchos nutrientes, en buena cantidad a nuestras tierras. Eso es innegable. Se pudo notar en los campos y en las propias casas particulares, con unas macetas que tenía otro color a los pocos días de pasar la calima y llover», agrega Soto a este periódico.
Ahorro
Aparte de cuantificar, en kilos, el nitrógeno propiciado por la calima, se puede deducir, siguiendo ese estudio, cuánto dinero se pudieron ahorrar los profesionales del campo. A 600 euros/tonelada, esas 406 de NAC del 27% que 'cayeron' a mitad de marzo supusieron 243.600 euros solo en nitrógeno en Extremadura.
La urea nitrogenada (al 46%) está ahora a una media de 900 euros la tonelada. El año pasado estaba a 300 euros, recalca Soto. «Para que veas cómo está el precio de los fertilizantes y lo que nos supone en los costes de producción a los agricultores. Así que la calima que cayó en marzo nos dejó también millones, sin duda alguna, en la región», concluye el cerealista de Puebla de la Calzada.
Qué es el nitrógeno y por qué es un abono fundamental
En el regadío conocen de sobran las bondades de los fertilizantes. Cada campaña son fundamentales para la planificación y el buen desarrollo de las cosechas. También lo saben los agricultores que siembran cereal de secano. Por eso todos han recibido con cierto alborozo el apreciable fertilizante nitrogenado que cayó en las tierras de cultivo en Extremadura en el inicio de la primavera. Una cantidad más que apreciable que junto a las lluvias de ese mes y de abril supusieron un alivio para un campo que tiene que lidiar con una sequía hidrológica.
El nitrógeno se convierte en el nutriente más importante en la producción de cultivos herbáceos. «Es fundamental para el trigo, para el maíz. En realidad, para casi cualquier cultivo que no sea pasto. Incluso para los pastos si se desea una mayor rentabilidad», reseña Antonio Soto, presidente de la sectorial de Cultivos Herbáceos de Cooperativas Agro-Alimentarias de Extremadura.
Calcula Soto que cada hectárea de maíz suele necesitar cerca de 500 kilos de fertilizante nitrogenado mientras que en el caso del cereal de invierno (trigo, avena...) esa cantidad es de unos 200 kilos por hectáreas. «Estamos hablando en todo caso de una cantidad muy importante», reseña.
El nitrógeno es esencial para el crecimiento de las plantas porque es un componente básico de la clorofila, el compuesto con el que las plantas usan la energía de la luz solar para producir azúcares a partir del agua y dióxido de carbono (fotosíntesis).
En la agricultura intensiva, los fertilizantes nitrogenados son imprescindibles. En el mundo se suelen producir más de 100 millones de toneladas métricas de este producto cada año, y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura predice que la demanda seguirá aumentando de manera constante. Y más en un año con el actual con tantas dificultades de producción agroalimentaria.
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