Ocho años y medio de prisión para una madre por no evitar que su pareja abusara de su hija
La Audiencia Provincial de Badajoz condena tanto al padrastro de la menor, que tenía 11 años, como a la mujer por no proteger a la niña
E. F. V.
Jueves, 26 de septiembre 2019, 08:50
La Audiencia Provincial de Badajoz ha impuesto ocho años y medio de prisión a la madre de una niña menor de edad por no impedir que su padrastro, con el que la mujer mantenía una relación sentimental en el momento que ocurrieron los hechos, abusara de la pequeña, un delito por el que el varón también ha sido condenado a casi nueve años de prisión. La sentencia considera probada la denuncia que presentó el padre de la niña ante la Policía Nacional para dar cuenta de los supuestos abusos que había sufrido su hija mientras vivía en el domicilio de la provincia de Badajoz en el que residían la madre y el padrastro.
La primera vez que el varón abusó de la niña corría el año 2014. Era de noche y aprovechó que la madre se había ido a dormir para ir a la habitación de la niña, que tenía 11 años, y realizarle tocamientos por encima de la ropa. La menor le pidió que dejase de hacerlo, pero el procesado le dijo que si contaba lo que había sucedido mataría tanto a ella como a su familia. En la sentencia se explica que el condenado poseía dos escopetas de caza que guardaba en su dormitorio.
Abusos similares se repitieron en otras tres ocasiones durante los dos años siguientes y en numerosas ocasiones el procesado le dijo a la menor que la mataría si lo contaba. Incluso, cuando salían en televisión noticias en las que se hablaba de violaciones, el procesado llegó a decirle que eso es lo que le iba a hacer a ella.
En la sentencia se recoge que cuando la niña le contó a la madre que su padrastro le hacía tocamientos, ella le contestó que era normal que la tocara. Por tanto, no ejerció la labor de protección que se presupone a toda madre, exponiendo a su hija a nuevos abusos, pues no opuso ningún obstáculo ni llevó a cabo ningún acto para evitarlo.
Finalmente fue el padre, que se había separado de la madre y vivía en una ciudad distinta, quien denunció lo sucedido y se inició un procedimiento en el que ha llevado la acusación particular el letrado Juan Carlos Fernández de Puelles.
En su sentencia, el tribunal se basa fundamentalmente en las declaraciones de la propia menor. «Negar la validez a la declaración de la víctima sería tanto como avalar la impunidad de muchas conductas», explica el tribunal.
La sentencia se basa en el testimonio de la menor, que fue persistente en sus distintas declaraciones
En el juicio, la menor no sólo habló de los tocamientos. También dijo que su madre bebía, fumaba marihuana y descuidaba las labores domésticas y la atención de los hijos. «El relato es coherente por su persistencia e identidad en el tiempo y en las distintas sedes policiales, judiciales y periciales, lo que nos hace creer firmemente que se corresponde con lo acaecido».
Por este motivo le impone al padrastro ocho años y nueve meses de prisión, y a la madre ocho años y medio por un delito continuado de agresión sexual. Además, les prohíbe acercarse a la víctima durante 19 años, establece una medida de libertad vigilada de diez años y les inhabilita para cualquier profesión u oficio, remunerado o no, que conlleve contacto regular y directo con menores de edad durante 15 años. La Fiscalía de Badajoz había pedido diez años de cárcel para el condenado.
Ambos deberán indemnizar conjunta y solidariamente a la menor con 20.000 euros y la madre ha perdido la patria potestad de su hija. La sentencia no es firme y puede ser recurrida ante el Supremo.