Fiscal a los 25: «Sabía que iba a conseguir la plaza antes o después»
María Pámpano, exalumna del IES Norba de Cáceres, ha aprobado la oposición de judicatura y empezará en enero el curso de formación específica en Madrid antes de ejercer
María Pámpano Martín (Cáceres, 2000) acaba de cumplir su sueño con apenas 25 años. Ha aprobado la oposición de judicatura, el exigente proceso que deben ... superar todos aquellos que quieran convertirse en jueces o fiscales. Las pruebas son las mismas. Y lo ha hecho tras dos años de preparación, cuando la media nacional se sitúa entre los cuatro y los cinco.
Los estudios nunca se le han dado mal a esta malpartideña, que se formó hasta primero de la ESO en el colegio internacional San Jorge hasta que cerró. Hizo segundo en Bristol, en Reino Unido, hasta donde se marchó para perfeccionar su nivel de inglés. Y, al volver, concluyó su etapa de instituto en el IES Norba Caesarina de la capital cacereña, donde hizo desde tercero de la ESO hasta segundo de Bachillerato.
Cuando le tocó elegir carrera, el Derecho no fue su primera opción. Optó por un doble grado en Economía y Estudios Internacionales, que se imparte en la Universidad Carlos III de Madrid. «Muy pronto me di cuenta de que aquello no me gustaba», admite. No obstante, finalizó ese primer curso. Y después, ahora ya sí, se matriculó en Derecho por las diferentes salidas que tenía.
Continuó en Madrid, en la misma universidad, donde ya se había creado un círculo de amistades al que no quería renunciar. Durante buena parte de la carrera, revela María, pensó que ejercería como abogada. Pero sus planes volvieron a cambiar una vez más. «Me gusta mucho el trabajo intelectual que hacen los abogados. En teoría sonaba muy bien, pero luego la práctica no me terminaba a mí de convencer», apunta.
Y así fue cómo decidió opositar para ser fiscal. «La labor de la fiscalía es bonita porque no es tanto acusar, sino defender la legalidad. Es un órgano que se asegura de que la legalidad se cumple», describe. Dos años casi exactos de su vida ha dedicado a prepararse concienzudamente para alcanzar su reto. «Empecé a estudiar en septiembre de 2023 y aprobé el 27 de octubre de 2025».
Tres pruebas
María se ha presentado dos veces a las oposiciones (que constan de tres pruebas y un temario con más de 300 temas), aunque en la primera ocasión apenas se las había preparado. «En la convocatoria anterior me presenté al test pero sabiendo que no iba a aprobar porque llevaba muy poco tiempo de preparación». Esta vez ya iba con todo atado. Y lo ha conseguido.
Durante sus dos años de estudio se marcó una rutina que consistía en ponerse delante de los libros ocho horas al día. Entre la jornada matutina y la vespertina, hacía un descanso para ir al gimnasio y comer. Y paraba un día a la semana.
«No te tienes que volver loco. Es tan importante el descanso como el estudio, incluso más, porque muchas veces los opositores tendemos las últimas semanas a apretar y al final es súper importante descansar, dormir, comer bien y estar con tus amigos», resume y recomienda a otros opositores.
«Siempre he sido buena estudiante –admite–. También por eso elegí opositar. Sabía que iba a conseguir la plaza antes o después. A mí me gusta estudiar. Ponerme delante de un libro no me resulta ninguna tortura», reconoce.
En su trayectoria constan varios reconocimientos que acreditan su buen currículum. La Comunidad de Madrid premió su expediente, al igual que la Universidad Carlos III. Obtuvo, además, el premio extraordinario a fin de grado.
Asegura que todavía no se lo cree del todo. En enero se marchará a Madrid para realizar la formación específica que jueces y fiscales reciben al aprobar la oposición. Los jueces se van a Barcelona y los fiscales, a la capital de España. Durante seis meses reciben formación teórica en el Centro de Estudios Jurídicos y después tienen seis meses de formación práctica.
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