Fallece Luis Costillo, un artista total

Ha fallecido Luis Costillo, artista. Vinculado a Badajoz y a su Casco Antiguo, quienes lo conocían destacaron este miércoles la trascendencia de su obra, un legado que comenzó sobre lienzos y que fue evolucionando hacia todo tipo de soportes y materiales, especialmente los libros en su etapa más reciente, los cuales manipulaba hasta presentarlos como una obra de arte cargada de mensajes. «Era un artista total que tocaba todos los palos de lo gráfico, desde libros a octavillas o pegatinas. Manejaba todo tipo de recursos y lo mismo pintaba cuatro posavasos que realizaba un dibujo de enormes dimensiones o recogía dos plásticos de la calle y montaba un collage. Hacía mucho con muy poco», decía desde el tanatorio su amigo Eduardo Achotegui para resumir la enorme capacidad creativa de Costillo, del que todas las personas que lo han tratado destacaron su visión crítica de la sociedad y los destellos literarios de su obra plástica.

Luis Costillo Pereda, nacido en 1956 en Rosal de la Frontera (Huelva), estudió Bellas Artes en Granada, a los diez años se trasladó a Badajoz y a los veinte empezó a exponer en Madrid. Quienes lo trataron coinciden en que su formación específica la completó siendo un gran lector. «Esto explica que también deje un potente legado literario, tanto a través de citas de otros autores como de textos propios», añadía Achotegui.

El artista pacense falleció el martes por la noche a los 62 años de edad. No tenía hijos, pero sí dos hermanas. Superó un cáncer de páncreas en 2016, un tratamiento oncológico al que también le sacó partido artísticamente usando la terminología y materiales médicos que acababa de conocer. «El médico que me ha operado sabe más que yo de mí mismo», decía entonces con asombro ante sus propias radiografías. Sin embargo, en las últimas semanas su estado de salud había empeorado, por lo que no pudo superar una delicada operación quirúrgica que tuvo lugar en el Hospital Universitario de Badajoz.

Su última exposición se había clausurado hace poco en la capital pacense, en el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (Meiac). Se trataba de una actualización de 'Farenheit' (en referencia a la novela de Ray Bradbury, que para él resultó inspiradora), con la que Costillo recopiló creaciones de 2005 hasta prácticamente los días previos a la exposición, de la que fue comisario José Ángel Torres.

Esta persona tan próxima a él y su obra describía al artista pacense como un autor que no se plegaba ante nada. «Tenía una forma de ver el mundo muy personal y su obra siempre tenía un punto de vista crítico muy comprometido con la sociedad. No seguía los patrones del mercado porque no quería participar del arte como comercio sino como creación».

Torres reconoce que si Costillo continuó adelante con su obra pictórica fue por mantener unos ingresos mínimos para continuar con su pasión creadora, aunque años antes reconociera que la pintura había empezado a cansarle. «La pintura me aburre (...). Todo me suena y no es que yo lo haya visto todo, sino que no veo cosas nuevas. Y ya no sé si es 'dejà vu' o es real», decía en 2012 cuando empezó a exponer en la Biblioteca Regional sus libros artesanos.

El director del Meiac, Antonio Franco, explicó este miércoles a este diario que el fallecimiento de Luis Costillo le ha llegado en un momento creativo de gran relevancia, y añadió que su hueco será muy difícil de llenar, aunque auguró que su trabajo va a estar vigente mucho tiempo. Según lo describió Franco, «es un artista íntegro de los que creen que el arte debe responder a un mandato ético. En este sentido, ha sido autor de obras que tocan de cerca y con mirada crítica la problemática del mundo en que vivimos».

Desde su fundación en 2010, Costillo también ejercía de diseñador de la revista Suroeste, que edita la Junta de Extremadura junto con la Fundación Ortega Muñoz. El director de esta revista, Antonio Sáez, destacó de Costillo sus cualidades humanas, pero también lo original de su obra. «Veías una obra suya y sabías de inmediato que era de Luis Costillo, siempre ajeno a modas pasajeras y con un discurso propio en el que mezclaba elementos literarios con su visión radical y contestataria de la sociedad».

Otra persona muy próxima a él fue el editor pacense Julián Mesa, con el que Costillo trabajó en los últimos años. Colaboraron a través de 'Libros de Mesa', cuya última producción fue 'Espejos', donde a Costillo se le ocurrió dispersar su obra y que cada comprador tuviera un pedazo de la misma. «Se vendió todo –decía Julián Mesa– de un libro en el que mezclaba la ironía con el sarcasmo, ya que era un francotirador en todos los temas que tenían que ver con la sociedad».

La Junta de Extremadura envió una nota de prensa lamentando el fallecimiento de Costillo, al que calificó como «uno de los creadores contemporáneos más destacados».

Además, en su última etapa el artista pacense colaboró con varios de los movimientos reivindicativos de su barrio, entre otros uno incipiente para hacer de esta parte de la ciudad una especie de barriada de las artes. También denunció hace dos años la rehabilitación, a su juicio ficticia, que estaba teniendo lugar en el Casco Antiguo. Lo hizo con un material que denominó 'Los dedos en las llagas' compuesto de textos breves y fotomontajes.

En este campo, Costillo era una referencia para los recién llegados, de ahí que fuera tan apreciado tanto por la comunidad de artistas incipientes como por aquellos de su generación.

Muchos de ellos se darán cita este jueves en el sepelio que tendrá lugar a las once de la mañana en la capilla del Tanatorio Puente Real.