Carlos Orellana tiene un mes para desalojar su casa en el colegio Juan Vázquez
Sus familiares y el Ampa del centro piden al Ayuntamiento que no le echen de la vivienda donde reside desde hace 47 años
30 días es el plazo que le da el Ayuntamiento a Carlos Orellana para desalojar su casa, donde vive desde hace 47 años, y que ... se encuentra en el interior del colegio Juan Vázquez. La vivienda le fue entregada a su padre que fue jardinero municipal, y a su muerte en el año 2005 él continuó viviendo en ella y desarrollando labores de portero.
El viernes recibió la carta donde le piden que abandone la vivienda, algo que el hombre de 62 años no quiere hacer porque asegura que esta es su casa. «En ella está toda mi vida», seguraba.
Carlos es muy querido en el centro, por eso este lunes algunos representantes de Ampa le han acompañado a las puertas del Ayuntamiento donde la familia asegura que se han reunido con la concejala de Patrimonio, Ana María Casañas para intentar llegar a un acuerdo y evitar el desahucio.
Esta carta le ha llegado después de que en el mes de febrero el Ayuntamiento le comunicara que debe marcharse porque no tiene vinculación con el Consistorio ni con la Consejería de Educación. Entonces, el colegio se movilizó para impedir que echasen a Carlos de la vivienda, y pidieron a la concejala de Patrimonio, Ana Casaña que reconsiderara la decisión.
Tras varios meses de silencio el desahucio es inminente, por eso este lunes la familia se citó a las 12,00 horas en el Consistorio para pedirle a la concejala que dejen a Carlos continuar viviendo en su casa. «No se quieren bajar del burro en el que están subidos, siguen con la idea de que deje la casa y la alternativa que le dan es una vivienda compartida en Villafranco del Guadiana y eso es inviable. No pueden sacar a una persona de su barrio de toda la vida, 47 años de su entorno familiar y médico y darle a cambio una habitación en un piso compartido», decía su hermano, Diego Orellana tras la reunión.
La solución que les han dado desde el Ayuntamiento es una habitación en un piso compartido en Villafranco del Guadiana, o una casa en Las 800. «Qué busquen otras opciones porque él tiene que vivir en Badajoz. Mi hermano tiene problemas de salud, una minusvalía del 33% y tiene aquí sus médicos y su casa la tiene adaptada a sus necesidades», afirma Diego, que asegura que la casa que le ofrecieron en Las 800 tienen unas escaleras de 45 grados.
«No están mirando su minusvalía ni sus necesidades. Lo que están mirando es que se tiene que ir del colegio como sea, y mi hermano no cabe por las escaleras de la casa que le dan», subraya.
Su caso no es el único en Badajoz, otros colegios de la ciudad también han desahuciado a sus conserjes, pero la familia asegura que estos desalojos se han producido en otras condiciones, y que las personas afectadas tenían otra vivienda o la posibilidad de alquilar una. Carlos por su parte, tan solo recibe una ayuda por su minusvalía que no le permite costearse un alquiler.
Función dentro del colegio
Pese a que no tiene ninguna vinculación con Educación Carlos es que se encarga de manera voluntaria de abrir y cerrar las puertas del colegio cada día. «Él es quién está cuando van los albañiles a hacer obras en el colegio, o cuando hay fiestas y graduaciones. De hecho el colegio ha pedido que se quede allí, entonces tan ajeno al colegio no es porque colabora con el centro», asegura su hermano, que cree que quitarle esta tarea será perjudicial para su salud porque le mantienen «motivado».
Los padres del Ampa, que también han querido acompañarle tras la reunión aseguran que su figura es vital para sus hijos. «Pedimos que Carlos se quede en su casa porque la tiene ya acondicionada a sus necesidades y a nosotros nos hace un favor tremendo tenerles allí. La vivienda vacía el colegio no la necesita para ninguna actividad lectiva», asegura la portavoz del AMPA, Verónica García.
Cabe destacar que una de las condiciones con las que tenía que cumplir este inquilino es la de ser demandante de vivienda social, ya que siempre que salía una promoción tenía que echar la solicitud. «La norma se ha cumplido, pero con la falta de vivienda que hay en Badajoz, no le van a dar a él una vivienda de cuatro habitaciones cuando hay familias que las necesitan».
Con estas circunstancias, la visita que han realizado este lunes al Ayuntamiento no les ha servido más que para confirmar que Carlos tiene que abandonar la casa. «De hecho ha estado presente en la cita hasta la asesora judicial del Consistorio. Nosotros esto nos lo esperábamos y llevaremos el caso por la vía administrativa», cuenta Orellana.
Firmas
Para apoyar a Carlos el Ampa va a realizar una recogida de firmas. Así lo ha subrayado Verónica que asegura que pese a que en vacaciones todo es más complicado le van a apoyar hasta el final. «Creo que han esperado a las vacaciones porque no estamos organizados del mismo modo, y es más complicado apoyarle, pero vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano», zanja.
«Estamos viviendo una incertudumbre horrible, pero estamos preparando ya nuestra defensa porque para mí después de 47 años la casa es mi vida, y el barrio es mi barrio y la vida que he vivido», subraya Carlos emocionado.
El Consistorio por su parte asegura que le han ofrecido soluciones habitacionales, y que no han aceptado. «Tanto en la última reunión como en la de esta mañana se le ha ofrecido de nuevo una cita con Servicios Sociales, atendiendo esta situación particular. En la última cita no se presentaron y esta vez han declinado la cita».
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