Vuelta al cole: la guía definitiva para que los niños afronten la vuelta al cole con éxito
Alimentación equilibrada, descanso de calidad y defensas fuertes son claves para que los niños encaren la vuelta al cole con energía y motivación
La vuelta al cole marca cada año el final del verano y el inicio de nuevas rutinas para los más pequeños. Reordenar horarios, recuperar hábitos saludables y preparar el cuerpo y la mente resulta esencial para afrontar el curso con motivación. Según datos de noVadiet, expertos en salud natural, cuatro de cada diez niños faltan a clase en los meses fríos debido a infecciones respiratorias, lo que refuerza la importancia de cuidar las defensas desde el principio.
Hábitos saludables para afrontar el curso con fuerza
Los especialistas de noVadiet recuerdan que la alimentación es la base de un buen rendimiento escolar. Un desayuno equilibrado con cereales integrales, proteínas de calidad y fruta fresca ayuda a comenzar la jornada con energía. Durante el día, es clave apostar por verduras, legumbres, pescado azul, huevos y grasas saludables, evitando ultraprocesados y azúcares añadidos. Además, la hidratación no debe descuidarse, aunque bajen las temperaturas.
El descanso también juega un papel crucial. Dormir entre 9 y 11 horas, mantener rutinas de sueño estables y evitar pantallas antes de acostarse contribuyen a reforzar la memoria y mejorar las defensas. Retomar los horarios de forma gradual días antes de empezar las clases facilita la adaptación sin estrés.
Reforzar defensas y mantener una actitud positiva
La prevención de enfermedades pasa también por fortalecer el sistema inmunitario. Ingredientes naturales como el Lactobacillus rhamnosus tindalizado, los beta-glucanos del Pleurotus ostreatus, la equinácea con acerola o la jalea real con propóleo ayudan a reducir infecciones respiratorias y mantener la energía diaria. Vitaminas y minerales como la D, B6, B12, hierro o zinc son esenciales para el desarrollo físico y mental en la infancia.
Más allá de la alimentación y el descanso, la organización diaria y la actitud positiva son determinantes. Planificar con antelación, elegir bien las actividades extraescolares, pasar tiempo al aire libre y fomentar el optimismo en casa ayudan a que los niños encaren el curso con confianza. Escuchar sus preocupaciones, reforzar sus logros e involucrarlos en tareas cotidianas son gestos sencillos que marcan la diferencia.