¿Un verano sin boliñas? El dulce más querido de la playa, en el punto de mira
Punta Umbría declara la guerra al dulce favorito de miles de extremeños en la playa
Si eres extremeño, seguro que reconoces al instante ese sonido que da inicio a muchas jornadas playeras: «¡boliñas, boliñas!». Un canto que ya forma parte del paisaje sonoro del verano, igual que el chiringuito o el primer baño del día. Este dulce tan típico, conocido como bolinhas en portugués y popularmente boliñas entre los veraneantes españoles, se ha convertido en todo un icono estival en las playas de Huelva y del sur de Portugal. Con crema, sin crema, rellenas de Nutella, espolvoreadas con azúcar o canela... Las variedades son casi infinitas, y forman parte del ritual vacacional de miles de extremeños. Sin embargo, este verano podría marcar el principio del fin: las autoridades han declarado la guerra a su venta ambulante, y la popular playa de Punta Umbría se convierte en epicentro de esa batalla.
La Policía Local ha intensificado los controles contra la venta ambulante de alimentos no envasados, y las famosas boliñas están en el centro del conflicto. Esta actividad «supone un grave riesgo para la salud pública, ya que los productos se comercializan sin ningún tipo de control sanitario, ni condiciones higiénicas mínimas», aseguran las autoridades a 'Huelva24'.
«El consumo de estos productos puede provocar intoxicaciones alimentarias, especialmente en población vulnerable como menores o personas mayores», añaden, advirtiendo del grave riesgo sanitario, mientras cientos de bañistas lamentan la posible desaparición de este capricho dulce.
Además, estas ventas ilegales se ejercen por personas que operan al margen de la ley, apuntan desde el citado medio, sin contar con licencia y sin estar dadas de alta como actividad económica. En algunos casos, se ha detectado la utilización de menores para la distribución de los productos, «lo que agrava aún más la situación».
Por su parte, el concejal delegado de Seguridad Ciudadana de Punta Umbría, José Antonio González, recuerda a la ciudadanía la importancia de no adquirir productos a vendedores ambulantes no autorizados, «tanto por su seguridad alimentaria como por responsabilidad social». Y deja claro que «se seguirán intensificando los controles en las zonas de playa para erradicar estas prácticas ilegales».
