El cheque bebé, una idea vieja e ineficaz
Análisis ·
Ni el de Zapatero ni el de Fernández Vara funcionaron. Es una medida populista con la que en Cáceres se busca tan solo contentar a Vox
Nadie será tan ingenuo a estas alturas como para creer que implantar un cheque bebé vaya a tener alguna influencia en la natalidad. Ni ... el que creó Rodríguez Zapatero para toda España entre 2007 y 2010 ni el de Fernández Vara para Extremadura en 2014 modificaron la tendencia, y eso que las cantidades eran considerablemente mayores al pago único de 500 euros que plantea ahora el Ayuntamiento de Cáceres por cada hijo nacido o adoptado. Está claro que se trata de una medida más populista que práctica con la que el PP busca únicamente contentar a Vox para que apoye los presupuestos. El precio a pagar por esta idea tan vieja e ineficaz: 100.000 euros de las poco boyantes arcas municipales, que serán 400.000 si el cheque bebé se mantiene durante toda la legislatura.
En un contexto de empleo precario, falta de salidas laborales para los jóvenes, vivienda inaccesible y hasta incertidumbre climática, dar un poco de dinero por tener un hijo se puede considerar como mucho un premio, una palmadita en la espalda y en metálico a quienes hoy en día siguen incurriendo en la heroicidad de traer una nueva vida al mundo. Solo desde ese punto de vista puede tener algo de sentido, como un guiño de Vox, por un lado a sus votantes, y por otro a la dirección del partido en Madrid, ante la que puede vender el cheque bebé como una demostración de que los dos concejales que tiene en Cáceres están sirviendo para algo, sobre todo ahora que ha quedado en agua de borrajas su propuesta de promover charlas antiabortistas en los institutos al recordarles María Guardiola –tanto a Vox como al PP cacereño, que apoyó la moción en el pleno– , que las competencias educativas son exclusivas de la Junta de Extremadura.
Lo que pueda hacer un ayuntamiento de una pequeña ciudad con sus escasos recursos rara vez tendrá el menor efecto en la natalidad, que si no acaba de levantar cabeza en España es por una combinación de factores socioeconómicos y de estilo de vida donde poco o nada pueden influir las políticas municipales porque están vinculados a cuestiones mucho más profundas y difíciles de modificar a corto plazo. Se aprecia claramente en los gráficos cómo el descenso de la natalidad en España ha sido imparable desde 1975, con la única excepción de la década de gran crecimiento económico, del empleo y de los salarios que precedió a la gran crisis de 2008.
Mientras tanto, son los migrantes los que están manteniendo a flote la demografía de Cáceres, que si no fuera por ellos perdería población. Vuelve a quedar de manifiesto en el censo más reciente publicado por el INE, donde vemos que de los 785 habitantes que ha ganado la ciudad en el último año, 651 son extranjeros, muchos de ellos procedentes de países de América Latina. Incluso Vox lo tiene en cuenta para su cheque bebé y, en las condiciones que plantea para poder cobrarlo, los migrantes son, junto a las víctimas de violencia de género, los únicos exentos de cumplir el requisito de llevar empadronados en Cáceres más de un año.
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