La tregua de la lluvia permite controlar de nuevo el camalote en la región
Confederación ha limpiado los tramos urbanos de Mérida y Badajoz y ha reforzado las barreras
Las continuas lluvias del último mes y medio revolvieron el Guadiana. Las barreras de contención del camalote se rompieron y la planta se dispersó por zonas que ya habían limpiado los operarios.
La amazónica se descontroló y la masa vegetal se multiplicó en riberas próximas a los tramos urbanos de Mérida y Badajoz. Con la tregua de la lluvia, el dispositivo de limpieza se ha afanado estos días en volver a controlarlo. La barco-cosechadora recogió el material de las orillas de Badajoz y una excavadora retiró lo que se había acumulado a la altura del Brazo Jamaco. En Confederación explican que estos trabajos han servido para minimizar el paso de la invasora al Guadiana internacional, que empieza a la altura de Caya.
Tras la retirada masiva, el equipo de limpieza ha colocado y reforzado de nuevo las barreras naranjas, que se han convertido en un elemento fijo del Guadiana desde Montijo hasta Caya.
En la zona de Mérida, la tregua se ha notado en la caseta de los piragüistas, el canal del Guadianilla y bajo el Puente de Hierro, limpios por completo desde que estuvo la maquinaria pesada trabajando en la orilla a principio de mes. Retro, camión, cosechadora y embarcaciones ligeras para moverse por el río forman parte del despliegue que trata de mantener a raya la colonización. En los días de más actividad se llegan a recoger más de quinientas toneladas diarias de camalote.
Desde Confederación aclaran que el control del camalote no se limita solo a la retirada masiva de la planta. Después viene una revisión continua de por las riberas, los islotes y los rincones más inaccesibles para la maquinaria pesada. Siempre quedará alguna planta enredada que con el calor volverá a reproducirse. Por eso es necesario limpiar todo lo posible las matas a mano. La limpieza no afecta solo al paso de Mérida y Badajoz, el jacinto se puede encontrar en cualquier punto entre Montijo y Caya. En la presa de Montijo, por ejemplo, también estuvo la cosechadora el pasado martes.
La erradicación completa ya es imposible y ahora solo se puede controlar a base de vigilancia continua y campañas intensivas cada temporada de reproducción.
La delegada del Gobierno en Extremadura y el presidente de la Confederación, José Martínez, se reunieron el mes pasado y anunciaron varias partidas previstas para garantizar la lucha.
Portugal
La expansión por el río ha hecho que también en Portugal se preocupen. La cooperación con el vecino país permite concurrir a programas europeos transfronterizos y uno de los programas incluidos viene a través del Aceca, el programa de cooperación Interreg V. Participan organismos lusos como EDIA –Alqueva– o APA –Agencia de Medio Ambiente– y la Junta de Extremadura. El Aceca aporta 2,5 millones de euros para la contención y extracción del río. Para la vigilancia y la prevención se destinarán 1,1 millón. Ambas partidas deben llegar a lo largo del año, según explican desde la Delegación del Gobierno.
A este dinero hay que sumar los 4,1 millones que ha reservado la Dirección General del Agua. Con este dinero se daría continuidad a la encomienda que en estos momentos ejecuta la empresa Tragsa. El dispositivo actual tiene a más de noventa operarios, tanto personal propio del organismo como eventuales de la empresa pública. En total, por tanto, hay comprometidos más de siete millones de euros para los próximos meses. En cierto modo, estos programas aseguran el control de la plaga a medio plazo. El camalote apareció por primera vez en 2004 y desde entonces se han invertido cuarenta millones de euros para evitar que afecte al ecosistema del río. El principal peligro a sortear es que la masa verde tape por completo la lámina de agua.