Transportes inicia la evaluación ambiental del primer tramo de la A-43

La Dirección General de Carreteras ha iniciado ante el Ministerio para la Transición Ecológica la evaluación de impacto ambiental ordinaria del proyecto, tal como establece la legislación en vigor. La norma recoge que a partir de la recepción completa del expediente deberá llevarse a cabo en un plazo de cuatro meses el análisis técnico y la formulación de la declaración de impacto ambiental, que determinará las condiciones de ejecución de la obra. Será por tanto el paso definitivo para licitar la redacción de los trabajos y su ejecución.

El inicio de la tramitación ambiental es un avance más en el largo proceso de elaboración de un proyecto de este tipo, que el pasado mes de octubre ya fue sometido a exposición pública por el Ministerio de Transportes. Según esa documentación, el presupuesto base de licitación para la construcción de la alternativa escogida asciende a 78,3 millones de euros, IVA incluido.

Esta obra permitirá contar con el primer tramo extremeño de la autovía A-43, que conectará la región con la Comunidad Valenciana y que ya tiene tramos en servicio en Castilla-La Mancha, donde enlaza con la A-3 que comunica Madrid con Valencia.

Esta infraestructura mejorará la capacidad de la N-430 que enlaza Badajoz con Ciudad Real y que supone actualmente la vía más rápida de conexión entre las dos capitales de provincia. Todavía no se ha definido si la nueva autovía seguirá el corredor de la carretera nacional, por la Siberia extremeña, o si bien tomará un camino alternativo más al sur, por la Serena. Castilla-La Mancha prefiere esta opción porque incluiría a Puertollano, el séptimo municipio más poblado de la región.

En uno u otro caso, el tramo que ahora inicia su tramitación ambiental forma parte de las dos alternativas, ya que la autovía por la opción sur se desviaría de la carretera actual en el entorno de Don Benito y Villanueva de la Serena, unos kilómetros más al este de Santa Amalia.

Actualmente, la autovía entre Badajoz, Mérida y Torrefresneda ya está construida, puesto que coincide en su trazado con la A-5. De ahí que este primer tramo comience en ese punto y concluya en Santa Amalia.

La nueva autovía se plantea en paralelo a la N-430, con un trazado que rodea Santa Amalia. Para ello, se planteó una opción por el norte y otra por el sur. Esta última fue la elegida, ya que permite una conexión más fácil con otras carreteras y ofrece menos problemas para el planeamiento urbanístico de Santa Amalia e infraestructuras municipales como la piscina y el cementerio.

El tramo está diseñado para una velocidad de 120 kilómetros por hora, con dos calzadas de siete metros de ancho cada una, con dos carriles por calzada de tres metros y medio y una mediana de diez metros; así como arcenes exteriores de dos metros y medio e interiores de un metro y medio. La autovía dispondrá de limitación total de accesos a las propiedades colindantes.

La alternativa elegida tiene una longitud de 10,97 kilómetros. Su origen está en el enlace 316 de la autovía A-5 en las cercanías de Torrefresneda y concluye en el punto kilométrico 94,44 de la N-430, al este de Santa Amalia.

El tramo contará con tres enlaces. Uno al inicio, con la autovía A-5, que modificará el que existe actualmente. El segundo será con la N-430 (semienlace en el punto 4,515) y finalmente con la carretera EX-206 con una glorieta a distinto nivel.

También se proyecta la mejora de la intersección existente entre la carretera N-430 y la carretera EX-206 mediante una glorieta a nivel.

El estudio de tráfico señala que, con datos de 2019, la intensidad media diaria de este tramo de la N-430 es de 6.664 vehículos, con un 84% de coches y motos y un 16% de camiones y autobuses. Con la construcción de la autovía se espera pasar de 10.000 vehículos.

La evaluación ambiental implica un paso decisivo en un proyecto que lleva más de 25 años en tramitación. En abril de 1998 la Subdirección General de Planificación emitió la orden de estudio para la redacción del estudio informativo entre Torrefresneda y Ciudad Real, pero no se llegó a elaborar la declaración de impacto ni se alcanzó la aprobación definitiva.

Para desarrollar ese estudio, en 2009 se autorizó la redacción del proyecto de la A-43 entre Torrefresneda y Mengabril, aunque condicionado a la solución de la aprobación definitiva del proyecto anterior y su declaración de impacto. Como estos documentos no se llegaron a emitir, no se pudieron iniciar los trabajos.

En enero de 2014 se aprobó una orden para el estudio informativo de conexión de la A-5 con Ciudad Real y Puertollano, con el objeto de determinar el corredor óptimo de la futura A-43. Cuatro años después, en marzo de 2018, se modificó la orden para actualizar su contenido, pero no se llegó a licitar la redacción.

La planificación actual del Ministerio de Transportes contempla la transformación a corto plazo en autovía de este primer tramo, entre Torrefresneda y Santa Amalia. Con ese fin, en abril de 2020 se propuso la modificación de la orden de estudio para la redacción del proyecto de trazado y construcción de estos 11 kilómetros de manera independiente al resto de la autovía. En 2022 se adjudicó el contrato de redacción, que permitió elaborar el documento técnico y dar paso a su exposición pública y ahora a su tramitación ambiental.