Una riña en un bar fue el origen de la muerte del hombre en Calamonte

Desde el último fin de semana, este soldado profesional, con brillante pasado ciclista en categorías inferiores, se encuentra en la cárcel provincial de Badajoz.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Mérida decretó el pasado sábado prisión provisional comunicada y sin fianza para ese joven, al que se le acusa de un delito de homicidio doloso. Agredió a Guillermo Pérez Pecellín, en coma durante casi dos semanas antes de morir.

Guillermo Pérez llevaba cuatro años trabajando en el centro especial de empleo 'La hormiga verde', de Villafranca de los Barros. Era natural de la localidad de Cala, al norte de la provincia de Huelva, muy próxima a la provincia pacense. Tenía dos hijos.

Estaba en un centro especial de empleo porque tenía una discapacidad. Hace unos años tuvo un accidente practicando ciclismo y tuvo que ser sometido a varias operaciones en la cabeza y en el cerebro, cuentan desde el centro de empleo, que muestra su enorme pesar por esta muerte producida de forma «salvaje».

Según la Guardia Civil, fue agredido por el vecino calamonteño, que «le propinó golpes en la cabeza provocándole lesiones de extrema gravedad, ausentándose del lugar de los hechos». La agresión se produjo tras un altercado en el bar, muy concurrido en la madrugada de ese sábado.

Una llamada alertó a la Policía Local del municipio de un altercado en las proximidades de la Plaza de España. A su llegada, los agentes se encontraron a un hombre tendido en el suelo. Murió el 27 de diciembre en la UCI del Hospital Universitario de Badajoz tras permanecer en coma desde el día 16. Había sido llevado inicialmente al hospital de Mérida.

La Policía Judicial de la Guardia Civil, al poco de producirse la agresión, logró tener claro quien fue el autor de los hechos. Recabó la declaración de varios testigos y contó también con la información que recogían varias cámaras de vigilancia. No lo detuvo hasta que se produjo el fallecimiento de Guillermo Pérez.