Rifirrafe entre ecologistas y Junta a cuenta de la tala de los árboles quemados en los fuegos
Gestión Forestal asegura que las actuaciones en el monte tras los incendios «estarán sometidas a autorización previa y evaluación ambiental»
A. B. Hernández
Domingo, 12 de octubre 2025, 08:01
Las medidas acordadas por la Junta de Extremadura para reparar los destrozos causados en el monte este verano por los fuegos de Caminomorisco y Jarilla ... son cuestionadas por asociaciones ecologistas de la región. Entienden que buscan un aprovechamiento económico que consideran «inadmisible» y la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural lo niega.
Las organizaciones ambientales ADENEX, SEO/BirdLife, Ecologistas en Acción, Ecologistas Extremadura, GRUS, AMUS y SEZ consideran que las medidas de urgencia aprobadas «no tienen en cuenta el componente ambiental y fomentan las perspectivas económicas en torno a los incendios, siendo un riesgo para acabar promoviendo una mayor incidencia de aquellos que son intencionados, que ya figuran entre los más numerosos cada año».
Solicitan por ello «la inmediata revisión y modificación de las regulaciones que permiten y autorizan la tala y el aprovechamiento económico de la madera quemada dentro de los perímetros de los incendios de Caminomorisco y Jarilla». Desde su punto de vista, el arbolado afectado por el fuego, especialmente por el de Jarilla, «es perfectamente viable al estar compuesto por especies de frondosas (robles y castaños principalmente) más resistentes, adaptadas al fuego, y que únicamente han sufrido daños superficiales».
Para las asociaciones ecologistas, «talar todo ese arbolado vivo sería un atentado ecológico de mayores proporciones que el propio incendio, agravando el impacto negativo producido, y no obedece a ningún criterio técnico». Exigen que los planes de actuación se basen en informes detallados sobre el estado de las masas forestales afectadas que respalden técnicamente las medidas aprobadas.
«Generar perspectivas económicas derivadas de los incendios es muy peligroso. Esta posibilidad de corta y aprovechamiento, reducida únicamente al arbolado quemado realmente sin posibilidad de regeneración, solo debería habilitarse para la propia administración y los recursos económicos obtenidos deberían emplearse exclusivamente en apoyar los planes de recuperación y reforestación de los bosques quemados», defienden.
Las organizaciones ambientales también expresan su preocupación, en el comunicado público que han lanzado, por la «falta de proporcionalidad a la hora de proponer la aplicación de medidas urgentes para defender suelos y cauces de la escorrentía que provocarán las lluvias de otoño en las laderas quemadas».
Proyecto Mosaico
Dicen que «se han incluido actuaciones extremadamente agresivas para zonas de alta sensibilidad ambiental en la Zona de Especial Conservación (ZEC) Sierra de Gredos y Valle del Jerte, incluyendo aterrazamientos con maquinaria pesada y el levantamiento de diques escalonados (albarranas) en los cursos de agua de gargantas y arroyos». Y que las consecuencias de estas actuaciones sobre especies protegidas y hábitats sensibles no han sido evaluadas. «En aplicación del principio de precaución, no pueden ser autorizadas sin esa evaluación».
En cuanto al Mosaico, otra de las actuaciones acordadas, «los cultivos deben estar planificados y limitados a zonas concretas donde puedan ser de apoyo a otras infraestructuras preventivas y en ningún caso deben autorizarse en zonas quemadas, al menos no hasta que dichas zonas sean restauradas y vuelvan a ser bosques funcionales».
Para las asociaciones ecologistas, las medidas acordadas por la Junta ponen de manifiesto que «no prevé ningún plan de restauración de las masas forestales quemadas, que se sumarán así a las miles de hectáreas de sierras y laderas peladas, llenas de jaras, testigos de antiguos incendios de bosques extremeños que nunca fueron recuperados».
Por último, lamentan que las medidas no hayan sido debatidas y consensuadas en el Consejo Asesor de Medio Ambiente de Extremadura, del que forman parte y que no ha sido convocado.
La respuesta
En respuesta a la denuncia pública de estas organizaciones, la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural desmiente que se vaya a hacer una tala indiscriminada en las zonas afectadas por los incendios de Caminomorismo y Jarilla. «Los ingenieros del servicio técnico forestal llevan semanas inspeccionando las dos ZAU (Zonas de Actuación Urgente) y será su criterio y experiencia el que determina los ejemplares con tal grado de afectación que su supervivencia es inviable».
Aclara también que no se ejecutarán todas las actuaciones contempladas en los decretos de declaración de las ZAU, sino solo aquellas que determinen los técnicos del servicio forestal de la Junta. «La inclusión de un amplio listado de actuaciones es una cuestión procedimental, para poder ejecutarlas en el caso de que los técnicos lo consideren necesario, pero que aparezcan relacionadas en el texto no equivale a que se vayan a poner en práctica», indica la consejería.
Defiende que la corta y saca de la madera quemada es una tarea necesaria para reducir el riesgo de aparición de enfermedades, «hay consenso entre los técnicos en materia forestal en que mantener esa madera quemada incrementa de modo significativo el riesgo de plagas por insectos perforadores», y que todas las medidas diseñadas, «que estarán sometidas a autorización previa y evaluación ambiental», cuentan con el preceptivo aval técnico, incluido el Mosaico.
El objetivo «es minimizar la erosión del suelo y proteger el paisaje y la fauna de los lugares afectados, si bien ponen el foco en las personas, es decir, en resarcir el daño sufrido por los vecinos de las zonas afectadas y ayudarles a recuperar cuanto antes la normalidad en todos los órdenes, incluido el económico», resalta Gestión Forestal. «La convocatoria del Consejo de Medio Ambiente no tiene relación con las medidas a desarrollar en las zonas incendiadas», zanja.
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