Los 11 proyectos de los que está pendiente Extremadura

El interés político y económico por estas iniciativas es evidente a la vista de las cifras de inversión y de empleo que contemplan y que han llevado al presidente de la Junta a repetir que Extremadura «va a disponer de oportunidades que no ha tenido en su historia». Fernández Vara estima que se crearán entre 20.000 y 25.000 empleos.

Sin embargo, no todas las iniciativas anunciadas, algunas hace ya bastantes años, se encuentran en el mismo estado de desarrollo y otras aún deben concretar la financiación pública o superar trabas administrativas. Aquí se hace un repaso del momento en el que se encuentran los once principales proyectos de los que está pendiente Extremadura.

Extremadura participa de la liga del vehículo eléctrico de la mano del grupo chino Envision. El anuncio en junio de 2022 de su llegada a ExpacioNavalmoral compensó la decepción de que Volkswagen se decantara por Sagunto para levantar allí su gigafactoría de baterías.

Los números, de hecho, son igualmente grandes: 2.500 millones y 3.000 empleos directos. Sus promotores optarán al segundo Perte anunciado por el Ministerio de Industria, han solicitado 113 millones de Incentivos Regionales (para los 1.000 millones de la primera fase) y también acuden al Fondo de Apoyo a la Inversión Industrial Productiva. La cuantía de la financiación pública es hoy la incógnita para que la gigafactoría, alimentada de energía por Acciona, inicie sus obras antes del verano y pueda empezar a producir en 2025, como desea Envision.

Todo los demás (permisos urbanísticos y ambientales, recursos hídricos, suelo industrial, formación del personal, participación de Avante) se encuentra adelantado en un proyecto llamado a compensar el cierre previsto de la central nuclear de Almaraz y colocar a Extremadura en la industria verde.

Los promotores siempre vincularon su viabilidad a la obtención de ayudas públicas. Por el momento, el Fondo de Apoyo a la Inversión Industrial Productiva (FAIIP) promovido por el Ministerio de Industria, ya ha concedido 120 millones de euros de financiación al proyecto de fabricación de diamantes sintéticos que la empresa Diamond Foundry Europe pretende instalar en Trujillo.

Desde que en septiembre de 2021 se presentase la iniciativa, la compañía Benbros Energy se ha encargado del desarrollo de la fábrica, para la que se contempla una inversión total que superará los 700 millones de euros. La instalación llevará aparejada una planta fotovoltaica de 120 megavatios (MW), con lo que toda la energía que utilizará para su funcionamiento será renovable.

La fábrica, que ha sido declarada proyecto de interés autonómico, prevé crear 50 empleos en su primer año.

Unos números que asustan: 18.100 millones de euros de inversión; la generación de 32.500 empleos durante los cinco años que dure su construcción y 26.000 puestos de trabajo cuando esté en funcionamiento. El complejo de ocio Elysium City, que promueve Cora Alpha, plantea la creación de casi 30.000 plazas hoteleras en Castilblanco, pero también de viviendas y áreas de entretenimiento.

El anuncio de esta iniciativa se produjo a finales de 2018 y en un primer momento contaba con un gran estadio deportivo, un hotel de cinco estrellas y un casino. Ahora, el proyecto al que ha dado el visto bueno la Junta de Extremadura, que se ubicaría junto al pantano García de Sola, incluye un parque acuático y ha renunciado a los casinos.

Ya con los permisos de ejecución, la empresa Castilblanco Elysium Corporation tiene un plazo de seis meses para iniciar las obras y solo le faltan las licencias municipales. El diseño del complejo corresponde a la firma Gensler.

Pese a las dudas generadas por el lento avance de los trámites, en los últimos meses se han producido varias novedades que hacen pensar en un dulce final para el proyecto de la azucarera que pretende instalarse en Mérida.

Por un lado, la Comisión del Fondo de Apoyo a la Inversión Industrial Productiva –dependiente del Ministerio de Industria– aprobó la concesión de 120 millones de euros a Ibérica Sugar Company, filial del grupo Al Khaleej Sugar y la promotora de la industria, para el desarrollo de una planta de procesado y comercialización de azúcar de remolacha.

Además, la empresa solicitó a principios de diciembre una prórroga de los permisos ambientales para el proyecto que le fueron concedidos en 2017.

El decir, hace ya más de cinco años que el grupo Al Khaleej Sugar fijó su vista en la capital extremeña para ubicar una planta de procesamiento de remolacha. El lugar elegido fue ExpacioMérida, un polígono industrial que dispone del suelo que requiere la industria, unos 600.000 metros cuadrados.

Ahora, la previsión que manejan los promotores es que las obras de la planta comiencen durante el primer semestre del presente año. La inversión total que realizarán rondará los 500 millones de euros.

En cuanto al empleo, Ibérica Sugar Company afirma que se crearán 308 puestos de trabajo y que el proyecto generará otros 4.000 empleos indirectos en los sectores del transporte y de la agricultura, ya que la azucarera tendrá capacidad de procesar 36.000 toneladas de remolacha al día.

La primera noticia que tuvieron los cacereños del interés por explotar el litio del valle de Valdeflores llegó en marzo de 2017, cuando la empresa australiana Plymouth Minerals Limited, junto a la española Valoriza Minería, filial de Sacyr, llevaron a cabo una serie de catas en la zona para decidir si interesaba invertir en el yacimiento.

El resultado de esas investigaciones fue que bajo la sierra de la Mosca de Cáceres se encuentra una de las mayores reservas de litio de Europa e Infinity Lithium comenzó a tramitar los permisos para su extracción. La respuesta ciudadana fue el rechazo a la mina con negativa del pleno municipal a cambiar el plan de urbanismo incluida. Hasta que los promotores dieron en octubre de 2021 un golpe de timón: el anuncio de que la mina no sería a cielo abierto sino subterránea.

Extremadura New Energies (ENE), filial bajo la que opera Infinity Lithium, va a activar una solicitud de permiso de exploración que tenía ya presentada para Valdeflores y utilizarla para tramitar el nuevo proyecto de mina subterránea y planta de refinado del litio. Su intención es obtener licencia para explotar el yacimiento. Antes deberá lograr una declaración de impacto ambiental favorable.

La empresa promotora no maneja por lo tanto plazos concretos, pero sí tiene anunciada una inversión de 600 millones de euros y 700 puestos de trabajo directos entre la mina y la planta.

En octubre de 2019 Guillermo Fernández Vara, presidente de la Junta de Extremadura, anunció que había sobre la mesa un proyecto para extraer litio en Cañaveral, en el antiguo yacimiento de Las Navas.

Hubo que esperar varios meses, hasta mayo de 2020, para que la empresa que estaba detrás del proyecto, Lithium Iberia, lo hiciera público y detallara los primeros datos de inversión y creación de empleo, que después se han ido modificando hasta los 340 millones de euros y 430 puestos de trabajo directos que se anuncian ahora entre la mina y la planta de tratamiento asociada durante los 30 años previstos de explotación, los seis primeros a cielo abierto y el resto subterránea.

El proyecto salió hace unos días a información pública, de manera que la empresa espera obtener este mismo año la licencia de explotación, aunque antes tendrá que responder a las numerosas alegaciones que previsiblemente se presentarán y obtener el visto bueno medioambiental. A partir esa obtención de la licencia, maneja un cronograma que contempla iniciar la construcción de la planta de tratamiento el primer año y dos años después comenzar la extracción a cielo abierto. La empresa asegura tener la financiación garantizada una vez que obtenga el permiso de explotación.

Vinculado a ese permiso existe un proyecto de la empresa Phi4tech, que tiene un acuerdo con Lithium Iberia para, si la mina sale adelante, crear también en Cañaveral una fábrica de cátodos para baterías de litio en el que invertiría 200 millones de euros y donde se crearían 360 puestos de trabajo directos.

Marzo de este 2023 fue la fecha de inicio de las obras que ofrecieron los responsables de Phi4Tech en la presentación pública de su proyecto a principios de julio del año pasado. Desde entonces, nada. Aunque todavía están a tiempo de cumplir con esos plazos y empezar a producir celdas de supercondensadores de energía en la plataforma logística de Badajoz –donde la empresa tiene hecha la reserva sobre una parcela de 177.000 metros cuadrados– a partir de enero de 2024.

Los inicios del proyecto se remontan al primer semestre de 2020 y desde entonces se han producido varios retrasos en el calendario previsto por la compañía, pero se mantienen las mismas cifras: una inversión de 500 millones de euros al completar todas las fases de construcción y puesta en marcha de la factoría y la creación de 400 puestos de trabajo directos.

Los promotores han asegurado en repetidas ocasiones que tienen el dinero para llevar a cabo el proyecto y citado inversores de prestigio como el grupo Festina, Henry Kravis (cofundador del fondo de inversión KKR) o José Manuel Calderón.

Junto a la fábrica, Phi4Tech anunció la construcción de un centro de desarrollo de nanomateriales para su uso en almacenamiento energético e informó que invertirá 35 millones de euros en una planta fotovoltaica de entre 60 y 70 megavatios (MW) para que la factoría se nutra de la energía que genere.

El macromatadero de cerdo ibérico de Zafra está terminado y solo queda pendiente de una parte de la maquinaria para ponerlo en marcha. Con una inversión que rondará los 25 millones al final, queda por fijar su fecha oficial de inauguración aunque su plantilla ya está contratada desde noviembre. Empezará a sacrificar en este trimestre, aunque lo hará de forma escasa.

Con una capacidad total de 468.000 cerdos sacrificados al año (240 a la hora), se prevé que en su primer año que esa cifra sea por debajo de los 150.000 cochinos.

En empleo, son unos 70 trabajadores con los que arranca, para alcanzar los 100 cuando se alcance su plenitud. Las industrias promotoras del matadero son Señorío de Montanera, Grupo Montesano, Cárnicas Villar, Ibercom, Estirpe Negra, Grupo Campofrío y Grupo Alejandro Miguel.

La primera vez que se habló del proyecto del complejo budista en Cáceres fue en noviembre de 2019. La Fundación Lumbini Garden, promotora del proyecto, planea hacerlo en lo alto del cacereño monte Arropé, cedido por el Ayuntamiento. El problema es que ese suelo se encuentra en zona ZEPA y antes Europa debe aprobar que se modifique esa declaración, lo que puede tardar años.

Mientras tanto, la Fundación Lumbini ha registrado un proyecto para levantar ya la estatua gigante de Buda de 47 metros en la cima de Arropé y otro para ubicar a su lado una parte del pabellón que llevó Nepal a la Exposición Universal de Milán de 2015, donde se instalaría un centro de interpretación de la naturaleza y del proyecto Gran Buda. Tanto la estatua como el pabellón deben recibir el visto bueno medioambiental, si bien la junta rectora de la ZEPA ha dicho que son compatibles con la protección de la zona. No se ha informado sobre la inversión prevista ni sobre los puestos de trabajo que se crearían, pero es la gran apuesta para atraer hasta Extremadura el turismo espiritual.

Dos recursos ha presentado 3RS Gestión MA Extremadura, promotora del macrovertedero de Salvatierra de los Barros, contra el archivo de su solicitud de Autorización Ambiental Integrada. Uno ya ha sido desestimado, pero la Consejería de Transición Ecológica estudia el último.

La empresa pretende ubicar una planta de tratamiento de residuos que gestionaría 289.000 toneladas al año, con una zona de vertedero a la que derivaría 178.000 toneladas anualmente. El conjunto de la instalación ocuparía 89 hectáreas. El proyecto ha provocado el cambio de alcalde.

En enero del 2006, Adenex anunciaba que presentaría una denuncia si seguía adelante el proyecto recién anunciado, un complejo turístico en la isla de Valdecañas.

El espacio era considerado ZEPA desde 2003 aunque su declaración está ahora en entredicho. El resort está pendiente de que el Constitucional decida si indulta lo construido (185 chalets, hotel, campo de golf... solo la mitad de lo proyectado con una inversión de 200 millones) o se derriba entero, como ha fallado el Supremo.

Valdecañas intenta evitar la piqueta, una imagen que tendría además un efecto simbólico e influir en otros grandes proyectos por la posible inseguridad jurídica.