Tráfico
Extremadura suma tres nuevos radares de tramoSegún la DGT están operativos desde hace unas semanas en las carreteras que unen Badajoz con Alburquerque, Coria con Salamanca y La Roca con Montijo
Extremadura suma en las últimas semanas tres nuevos radares de tramo. Forman parte de los 32 nuevos aparatos, siete fijos y el resto de tramo, que ha colocado en toda España la Dirección General de Tráfico.
Según el listado que ofrece, el primero de estos radares se encuentra en la EX-109, que es la carretera autonómica que une Coria con la provincia de Salamanca. Controlará la velocidad entre los kilómetros 54,420 y 54,290. El segundo está en la EX-110, que comunica Badajoz con Valencia de Alcántara. en este caso, se encuentra antes de llegar a Alburquerque desde la capital pacense, entre los kilómetros 36,795 y 35,226. Finalmente, el tercer radar, está también en la provincia de Badajoz, en la EX-327, carretera que comunica La Roca de la Sierra con Montijo. En este caso, estará entre los kilómetros 21,940 y 23,600.
Un radar de tramo está compuesto por dos aparatos separados entre sí por una distancia que puede ser de varios kilómetros. Si un coche pasa entre estos dos puntos por debajo de un tiempo determinado, quiere decir que circulaba a una velocidad media por encima de la permitida, con lo que es susceptible de ser multado.
Hasta ahora existía un radar de tramo en la región en la N-432, Badajoz-Granada. En este caso, mide la velocidad de los vehículos durante un tramo de 14,5 kilómetros, y está colocado entre la salida de Zafra y Usagre.
Además de los radares fijos que existen, en la región también hay cinco equipos automáticos de detección de infracciones que vigilan si los ocupantes de los vehículos llevan puesto el cinturón.
Uno de ellos es la cámara que se ubicó en la carretera nacional 523, la antigua Ex-100 entre Cáceres y Badajoz, a raíz de la riada que arrastró un tramo de la calzada. Está en el kilómetro 69,5; es decir a la salida de la capital pacense tras pasar el Tiro de Pichón y es perfectamente visible ya que está ubicada en una estructura de metal, similar a una farola. Sanciona, según el listado de la DGT, únicamente a los vehículos que circulan en sentido decreciente; es decir en dirección a Cáceres.
El otro dispositivo que en la provincia de Badajoz controla el uso del cinturón de seguridad está en el punto kilométrico 84,5, de la N-430 (la que une Extremadura con la Comunidad Valenciana), al pasar Santa Amalia y cerca del punto en el que la carretera nacional se convierte en la autovía A-5, porque analiza a quienes van hacia Badajoz.
En territorio cacereño hay tres equipos automáticos que se encargan de comprobar que los ocupantes de los automóviles llevan puesto el cinturón.
El primero está en la A-5 (autovía de Madrid a Badajoz), en las inmediaciones de Navalmoral de la Mata; en concreto en el kilómetro 187 y vigila los automóviles que se mueven en dirección a la capital.
En la autovía extremeña Ex-A1 (que se inicia en Navalmoral de la Mata y termina en Coria) se encuentra otro de los dispositivos de vigilancia del cinturón. Controla la circulación hacia Plasencia y está algo antes de llegar a Malpartida de Plasencia, en el kilómetro 45.
El tercero está en la autovía conocida como Ruta de la Plata, la A-66 (que une Gijón con Sevilla y atraviesa Extremadura de norte a sur). El equipo de detección del uso del cinturón está entre los desvíos de Plasencia y Cañaveral y controla a los vehículos que avanzan hacia el sur.
