La fábrica de materiales para cátodos de Mérida avanza en su tramitación con la exposición al público

La firma china Yuneng International Spain New Energy Battery Material inició en abril la tramitación ambiental de la planta que quiere construir en el parque empresarial Expacio Mérida, donde tiene reservada una parcela de 467.000 metros cuadrados para elaborar materiales destinados a la fabricación de baterías de litio. La tramitación avanza con la exposición al público de la documentación, como exige la normativa estatal y autonómica.

Con ello se da un paso más en un proyecto que se dio a conocer en abril del pasado año tras la firma de un acuerdo de colaboración entre la empresa y la Junta de Extremadura. Entonces se anunció una inversión de 800 millones de euros y la previsión de crear 500 puestos de trabajo. La firma prevé empezar a producir en 2026, para lo que espera iniciar las obras este año.

El proyecto contempla producir 50.000 toneladas al año de fosfato de hierro y litio. Según recoge el anuncio publicado en el DOE, la planta mezclará carbonato de litio y fosfato de hierro en un tanque de ingredientes, al que se incorpora glucosa y agente conductor. A esto se añade agua pura y se produce una reacción química para formar fosfato de hierro litio en estado acuoso.

Con ello se obtiene una lechada, que se hace circular mediante una bomba neumática hasta un molino. El material líquido se bombea a tres torres de secado por aspersión a través de un atomizador centrífugo de alta velocidad, a lo que se sumará una cuarta torre de secado de reserva. Así se forman unas perlas de líquido de niebla muy finas. La corriente de aire caliente necesaria se obtiene mediante el paso de gases de combustión del gas natural por intercambiadores de calor tubulares, sin contacto directo, situados junto a cada torre de secado.

El siguiente paso es la calcinación. Para cada torre de secado en operación son necesarios dos hornos, lo que hace un total de seis hornos eléctricos en paralelo. El polvo se calienta a temperaturas entre 700 y 800 grados centígrados en una atmósfera inerte con nitrógeno para inducir la cristalización del fosfato de hierro y litio. La alimentación se realiza mediante tuberías cerradas con alimentación al vacío.

Este proceso de unión sin llegar al punto de fusión se denomina sinterización. Tras esto, el material se transporta a la fase de trituración por aire y después se eleva hasta el área de clasificación. Mediante una rueda a alta velocidad el polvo fino entra en el colector de polvo ciclónico y filtro de mangas. Si no alcanza el grosor deseado, regresa al triturador.

Por último, se produce el cribado para la eliminación del hierro a través de un desferrizador electromagnético de polvo seco y una máquina tamizadora para la eliminación de hierro. Con ello se suprimen las impurezas magnéticas en el producto. El último paso es el envasado.

La planta de producción tendrá unas dimensiones de 270 metros de largo por 150 de ancho. A esto se añade un edificio de oficinas de cien metros de largo y veinte de ancho. También contará con estación depuradora de aguas residuales, un tanque de tormentas de 864 metros cúbicos y almacén de residuos.

En cuanto a los equipos auxiliares, dispondrá de una estación de tratamiento de agua potable, un sistema de purificación de aguas a través de ósmosis inversa, una torre de enfriamiento, un sistema de recolección de polvo, un oxidador térmico regenerativo, un sistema de climatización con deshumidificación, un sistema de aire comprimido y un sistema de vacío. Asimismo, contará con instalación de gas, instalación eléctrica y una fotovoltaica con una potencia instalada de 155 kilovatios. Las instalaciones propuestas se completan con dos tanques de almacenamiento de nitrógeno criogenizado de 250 metros cúbicos cada uno y un sistema de protección contra incendios.