En La Siberia Extremeña
El Cerro Masatrigo esconde un tesoro en su cima: una recompensa para quienes se atrevan a subir¿Has oído hablar del geocaching? Un «juego del tesoro» al aire libre ha llegado a lo más alto del Cerro Masatrigo, el monumento natural más simbólico de La Siberia extremeña
Si alguna vez has subido al Cerro Masatrigo o simplemente lo has observado desde lejos, ya sabrás que es uno de los paisajes más mágicos de Extremadura. Pero ahora, hay una razón más para volver (o ir por primera vez). Y es que en su cima hay escondido un punto de geocaching. Un pequeño «tesoro» que solo los más atentos, y curiosos, podrán encontrar.
La propuesta no es nueva, pero sí ha cobrado fuerza en los últimos días gracias a una publicación lanzada desde las redes sociales del propio enclave. «En la cima del Cerro Masatrigo hay un punto oculto de geocaching. Una recompensa para quienes suben, observan… y buscan. ¿Te atreves a encontrarlo?», indican.
Desde la gestión de la web y redes sociales de Cerro Masatrigo, Antonio Miguel Ruiz ha querido dar visibilidad a esta iniciativa, que considera «una idea fantástica», aunque aclara que no es suya. «Yo solo la promociono porque creo en este tipo de propuestas, y de hecho he participado como buscador en otros puntos de geocaching, como el de la Fortaleza de Lares», explica.
🧭 En la cima del Cerro Masatrigo hay un punto oculto de geocaching.
— cerromasatrigo (@cerromasatrigo) August 1, 2025
Una recompensa para quienes suben, observan… y buscan.
¿Te atreves a encontrarlo? 🌍#CerroMasatrigo #Geocaching #LaSiberiaExtremeña #AventuraNatural #Exploradores pic.twitter.com/yJzbfi3kiB
Un lugar que ya era mágico por sí solo
El Cerro Masatrigo es uno de los lugares más reconocibles de la Siberia extremeña, dentro del término municipal de Esparragosa de Lares (Badajoz). Con unos 400 metros de altura, parece sacado de una postal, por su forma de cono volcánico y su preciado entorno, rodeado por las aguas del embalse de La Serena, lo convierten en uno de los paisajes más espectaculares de la región.
De hecho, desde 2023 está declarado como Monumento Natural de Extremadura, convirtiéndose así en el sexto enclave con este título, tras Los Barruecos, La Jayona, las cuevas de Fuentes de León, el tesoro geológico de Castañar de Ibor y el berrocal de la Data
A sus pies se encuentra la que es, según se dice, la rotonda más grande de Europa, y probablemente también la más bonita, gracias a las vistas que la rodean. La carretera que bordea el cerro une Puebla de Alcocer con Cabeza del Buey, pasando cerca de Sancti-Spíritus, Galizuela y, cómo no, Esparragosa de Lares. Desde cualquiera de estos puntos se puede disfrutar de la imágen panorámioca de esta «montaña mágica».
Ahora, la subida hasta la cima puede convertirse en una auténtica búsqueda del tesoro. El geocaché allí escondido es de tipo micro (menos de 100 ml) y lleva disponible desde el 6 de julio de 2015, aunque muchos visitantes aún no lo conocen.
¿Qué es el punto oculto de geocaching que se cuentra en el Cerro Masatrigo y cómo participar?
El geocaching es como una búsqueda del tesoro pero del siglo XXI, al aire libre y en la que los participantes utilizan coordenadas GPS para encontrar pequeños contenedores ocultos, conocidos como cachés. En este caso, el reto está en la cima del Cerro Masatrigo, pero también hay otro escondido desde 2008 en la cercana Fortaleza de Lares.
«No hace falta ser experto ni tener equipo especial, lo importante es la curiosidad, el respeto por la naturaleza y las ganas de jugar», apunta Antonio Miguel Ruiz, quien conoce bien la comunidad y suele participar como usuario. Para participar, basta con registrarse gratuitamente en una plataforma como www.geocaching.com, o utilizar aplicaciones móviles como c:geo, muy popular entre la comunidad, ya que permite acceder a las pistas y coordenadas sin coste.
Los cachés suelen contener un registro físico en el que anotar el nombre del geocacher y la fecha en que fue hallado. En los de mayor tamaño, también es posible encontrar pequeños objetos intercambiables. «En general se cumple la regla de que si te llevas algo, debes dejar algo de igual o mayor valor», explica Ruiz.
En cuanto al caché del Cerro Masatrigo, las pistas para encontrarlo están disponibles en la aplicación, aunque acceder a ellas o no es decisión del propio usuario. Y sí, ya hay muchas personas que lo han localizado y han dejado constancia tanto en la aplicación como en el propio registro físico disponible en el caché.
Una excusa perfecta para redescubrir
Aunque el Cerro Masatrigo ya era uno de los destinos preferidos de quienes buscan rutas diferentes en Extremadura, esta original idea le da un nuevo atractivo.
Por el momento, no hay un plan oficial para instalar nuevos puntos en la zona, Antonio Miguel Ruiz apunta que «sí hay personas muy interesadas en este tipo de actividades». «Sería muy interesante colocar un caché de tipo medio en otra zona del propio Cerro Masatrigo, quizá en la falda o en alguno de sus miradores, donde haya espacio para que la gente deje pequeños objetos, notas o incluso rastreables relacionados con el cerro», cuenta.
Además, considera que esta actividad puede jugar un papel importante en la divulgación ambiental. «Sería bonito vincular futuros cachés con el entorno natural protegido de la zona, como la Reserva de la Biosfera de La Siberia, y usar el geocaching como herramienta para difundir sus valores ambientales y culturales», añade.