Ya está aquí la censura
Viene por Talayuela. Censuran el trabajo de actores formados en la ESAD de Extremadura
Ya está aquí la censura. El monstruo ha resucitado y viene por Talayuela. Allí, en su ayuntamiento, ha puesto los huevos negros de la hostilidad ... a la cultura, a la creación, a la libertad y al pensamiento. Sí, en Talayuela, ese ayuntamiento donde durante años convivieron las gentes, las razas y los orígenes, pero que hoy, con el aliento obtuso de la política salvadora de un tripartito paradójico (PP, Vox y Extremeñistas), se ha convertido en la Capital Extremeña de la Censura.
Les presento a Irene, una joven cacereña hija de una pareja emprendedora de la capital, que un buen día decidió apostar por lo que amaba y la emocionaba, el teatro, y se matriculó en la Escuela Superior de Arte Dramático de su ciudad: cuatro años de carrera, miles de horas de formación, un esfuerzo económico de sus padres, un trabajo de fin de grado, varias representaciones para graduarse y, ¡por fin!, egresada por la ESAD de Extremadura.
Con su flamante título extremeño y más esfuerzo económico familiar, se trasladó a Madrid, donde se formó en Central de Cine, una de las academias de interpretación ante la cámara más prestigiosas de España. Al acabar su formación, regresó a su tierra, se lanzó al vacío e hizo eso que tanto se jalea desde la Junta, las diputaciones y los ayuntamientos: se convirtió en emprendedora y montó una empresa teatral, la productora D'Liria Producciones. Ya saben qué significa eso: papeleo, cuota de autónomo, contratos de actores, inversión en material de iluminación, atrezzo, maquillaje, etcétera. E Irene consiguió su sueño: una compañía extremeña.
Empezó seleccionando la obra que representaría y se fijó en Pedro Luis López Bellot. También lo presentamos: es de Torrejoncillo, igualmente decidió liarse la manta a la cabeza y matricularse en la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura. Tras graduarse en Dirección, empezó a triunfar como autor y director. Sus trabajos han conseguido premios importantes, su 'Maquiavelo' (lo dirigió e hizo la dramaturgia), con José Vicente Moirón, agotó las entradas en el Festival de Teatro Clásico de Cáceres y sus obras se han visto en toda la región. Pero Pedro Luis tiene un problema: titula alguna de sus obras con palabrotas. Fue el caso de 'Menina. Soy una puta de Velázquez', que optó a tres premios Max (los Goya del teatro español) y también de 'El señor Puta o la degradación del ser', una obra que escribió hace ocho años y obtuvo el VIII Premio de Textos Teatrales a Mejor Autor Extremeño en 2016, además de ser publicada en castellano y portugués.
Esta obra, 'El señor Puta...', es la que escogió Irene para estrenarse con su ilusionada compañía. Mala elección: en Talayuela son muy delicados y la palabrota puta les ha debido de asustar. Dicen, sin ver la obra, que no es apta para niños (¡caramba!, como tantas otras obras para mayores y no pasa nada), y la han prohibido. En su estreno en Torrejoncillo, con el teatro lleno, nadie se escandalizó. Pero en Talayuela creen que tiene contenido violento. Pues claro, como que trata de la violencia machista y los feminicidios. ¿No será ese el escándalo y la causa de la censura?
En la obra, actúa el placentino Luis Prieto, que también se graduó en la ESAD de Extremadura y que ahora, con Pedro, Irene y Marta Cálser (actriz de Plasencia), han descubierto que, por un lado, se apuesta por formar y graduar a actores extremeños y por otro, cuando salen al mundo, a la vida, a la realidad, se les censura. ¿Cómo va a emprender Irene si, al final, su esfuerzo será desbaratado por un tripartito de Talayuela formado por concejales del PP, de Vox y, atención, Extremeñistas? ¿Extreme qué?
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