Vox se arma en Extremadura tras el éxito logrado en Castilla y León

También en Extremadura. Lo reconocen los dos presidentes provinciales, Ángel Borreguero en Badajoz y Óscar Fernández en Cáceres. Este último lo resume así: «Hemos pasado de uno a trece procuradores. Lo entendemos como un espaldarazo para todos. Luego vendrá Andalucía y después el resto».

Pero, ¿quiénes forman Vox en Extremadura? El partido tiene estructura provincial porque rechaza la distribución del Estado en autonomías, aunque ello no impide que concurran a esos comicios. En ambas provincias extremeñas funcionan a través de dos gestoras porque no alcanza los 500 afiliados en ninguna de ellas.

Su actual representación municipal es muy escasa. Cuentan con cuatro concejales en la provincia de Cáceres (dos en Losar de la Vera, uno en Nalvalmoral y otra en Montehermoso) y seis en Badajoz (tres en Trujillanos, dos en Mérida y una en Almendralejo). Los ediles que se presentaron como cabeza de lista en Badajoz, Alejandro Vélez, y Cáceres, Teófilo Amores, se marcharon del partido, pero los dos se quedaron con el acta municipal, por lo que dejaron a Vox sin representación local.

Al no tener representantes en las dos capitales de provincia ni contar con un diputado en la Asamblea de Extremadura (se quedaron a unos 900 votos de conseguirlo en 2019), el partido no cuenta con tanta presencia mediática como otras formaciones políticas, aunque suelen ser activos en las redes sociales.

Los nombres más conocidos pertenecen a los dos diputados nacionales. Por Badajoz, Víctor Sánchez del Real, y por Cáceres, Magdalena Nevado.

Esas son las caras más populares en un partido que confía en sus presidentes provinciales la organización interna. Uno de los mayores problemas que afrontan los nuevos partidos pasa precisamente por crear las estructuras, tener suficiente presencia en el extenso territorio extremeño, algo ya logrado desde hace mucho por el bipartidismo del PSOE y PP. Sigue siendo un problema para Ciudadanos y Unidas Podemos.

La formación de Abascal afrontó hace ahora un año uno de sus peores momentos en la región, con la marcha de su único concejal en Badajoz. Con él salieron quienes habían sido los dos cabezas de lista a la Asamblea de Extremadura, contratados en el grupo municipal tras el fracaso en las elecciones autonómicas. Juan Antonio Morales, cartel electoral de 2019, se había pasado del PP a Vox a pocos meses de aquellos comicios para formar la estructura. Con él se llevó la experiencia de sus años como secretario general del PP en Badajoz. Pero disputas internas terminaron con su salida de Vox tras el paso por los juzgados y un largo conflicto con expedientes abiertos tanto al concejal como a él mismo y a Pozo Pitel, el otro ex del PP que ha terminado contratado en el ayuntamiento pacense.

La crisis, sin embargo, ha quedado atrás. En este último año, y con la ola a favor que indican las encuestas y algunos resultados electorales, el partido se ha centrado en armar la estructura en las provincias.

Ángel Borreguero, presidente provincial en Badajoz, asegura que tienen 67 coordinadores locales y zonales. Le falta aún para alcanzar los 165 municipios, pero comienzan a tener una estructura de la que carecían. Organizan la comunicación a través de redes sociales. Y de ahí surge el contacto con personas que se muestran interesados por el ideario. Muchos de ellos terminan siendo coordinadores locales.

Para mantener el contacto con los miembros del partido o futuros votantes confían en mesas informativas. «Las organizamos todas las semanas en localidades grandes y pequeñas», explica Óscar Fernández. En Cáceres rondan los 70 coordinadores locales y zonales en una provincia de 223 municipios.

Los temas que ponen sobre la mesa tienen que ver más con la ideología del partido y menos con los problemas de cada municipio. Pese a todo, Borreguero asegura: «Llevamos el ideario de Vox, pero también propuestas de lo que hacemos aquí. A nivel nacional, Badajoz es ejemplo por haber presentado 65 denuncias para que las instituciones pusieran banderas nacionales en los edificios públicos donde faltan. Entre ellos, algunos colegios e institutos», añade el presidente de la formación en Badajoz.

Ángel Borreguero dice que tratan las deficiencias de cada sitio, sobre todo en notas de prensa que envían a los medios de comunicación. Pero en esas mesas que organizan, en que establecen el contacto con los ciudadanos, prefieren «hacer política». Por ejemplo, reducir de 65 a 35 el número de los diputados regionales. «Esa es una de nuestras batallas: la reducción de cargos públicos e institucionales», señala Borreguero.

«Hacemos eventos, mesas y trabajo diario. Queremos que el partido siga creciendo orgánicamente. Que estemos en cuantas más localidades mejor y sumemos coordinadores locales», añade el presidente de Cáceres.

En las últimas elecciones de 2019 se produjo una desbandada de cargos y afiliados del PP extremeño a Vox. Ahora, dicen los dos presidentes provinciales, continúan recibiendo consultas de militantes populares descontentos con los conservadores. «Sigue llegando gente de sus bases –afirma el responsable en Cáceres–. Vienen de la política buenista y arrodillada con respecto a la izquierda». A aquellos que han tenido cargos orgánicos, como es el propio presidente provincial de Badajoz, que fue alcalde de Torrefresenda, les siguen aceptando. Pero con menos alegría que antes. «Las puertas están abiertas, pero somos un partido distinto con gente distinta», dicen.

Algunos ex del PP que prefieren guardar el anonimato creen que el trasvase de votantes se seguirá produciendo sin que Feijóo pueda parar el escape. «Vox subirá porque los populares lo están haciendo tan mal que pongan al macetero que pongan tendrán un buen resultado». La diferencia, inciden las mismas fuentes, es que el PP no explota la parte ideológica en los discursos. «El abandono ideológico del PP hace que Vox esté teniendo resultados espectaculares».

Si el 'nuevo' Partido Popular de Feijóo virara hacia la derecha sin complejos, «como hace Isabel Díaz Ayuso», advierten, Abascal lo tendría más complicado en todos sitios. Pero de momento, Vox se está armando al rebufo de Castilla y León y la confianza de que las próximas elecciones andaluzas les dará otro espaldarazo. Quieren llegar llegar a los comicios municipales y autonómicos de 2023 con la estructura en marcha.