Ainhoa triunfa en Málaga

He seguido por sus padres y por ella misma el trabajo creativo que ha entrañado este film: los nueve meses que Ainhoa vivió en Puebla de la Reina para sentirse una vecina más del pueblo y que los demás la consideraran así, el rodaje durante cuatro semanas, la espontaneidad latiendo en cada toma y cómo Ainhoa, en una labor absorbente de montaje, acabó dando un sentido a la película, a ese 'Destello bravío' que ha volteado y revolucionado el Festival de Cine de Málaga.

La película se estrenará comercialmente el 18 de junio con el empuje de su buena acogida en Málaga más allá de los premios que consiga. Por ahora, tras pasar por el Festival de Rotterdam, 'Destello bravío' ha ganado el premio a mejor dirección en el festival de Vilnius (Lituania) y ha sido seleccionada para el 50º aniversario del New Directors New Films, organizado por el MOMA y el Film at Lincoln Center, en Nueva York.

La última vez que vi a Ainhoa, tomamos un café en Valor y me contó que estaba inmersa en el montaje de la película. También me comentó que ella es partidaria de que si una película se rueda en Extremadura y en un entorno identificado como extremeño, «los actores hablen como hablamos aquí porque el color local singulariza la película o la serie, le da identidad y atractivo y la universaliza más que si el acento es neutro». Efectivamente, ese color local y ese acento es una de las claves de 'Destello bravío' y emociona escuchar hablar a las protagonistas, vecinas del pueblo, con acento extremeño mientras debajo aparecen los subtítulos en inglés.

Casi todos los extremeños hemos disfrutado con el trabajo de Ainhoa Rodríguez porque ella fue la directora del programa más divertido, original y rompedor de Canal Extremadura: 'Aprende con...', 45 capítulos en los que unos viejecitos de Garrovillas comentaban la vida con naturalidad, inteligencia, socarroneria y sin complejos. Fue un trabajo nominado por la Academia de las Ciencias y las Artes de la TV como Mejor Programa Autonómico de Entretenimiento en 2008.

Dice Ainhoa que las leyendas de los pueblos son realismo mágico. Cree que en los pueblos de campesinos con duros trabajos en el campo hay que tener una manera de fugarse, de huir de la realidad. Su estancia de nueve meses en Puebla de la Reina le permitió entrar en ese universo rural en el que los pueblos fabulan e inventan para encontrar un sentido a la existencia. Escogió Puebla de la Reina porque no quería un pueblo de postal ni una aldea idílica, sino una localidad como tantas, con sus 600 habitantes y sus costumbres rurales.

Tras el periodo de preparación, acometió el rodaje durante cuatro semanas. Después, un intenso trabajo de posproducción y al final, 'Destello bravío', que los críticos califican como la película diferente de la sección oficial del Festival de Cine de Málaga. Y es diferente por la historia, por el tono, por el rodaje, por la estética y por llevarnos al fondo de la España rural, a sus emociones, a sus destellos. Ainhoa ha sido capaz de contar la decadencia de un modo de vida tradicional, el del mundo rural, y lo ha contado desde Extremadura, demostrando que en lo local anida la esencia de lo universal.