1.530 millones previstos inicialmente a los que se sumaron otros 399 millones

¿Para qué? Para, por ejemplo, poder poner en marcha nuevos regadíos, como va a ser posible en Monterrubio de la Serena, que se terminará este año. Para distribuir ayudas agroambientales o ecológicas entre los agricultores extremeños. Para la modernización del regadío existente. Para la incorporación de jóvenes agricultores. O para el arreglo de los caminos rurales.

Esos 1.530 millones eran para el PDR vigente, periodo 2014-2020, con la ampliación habitual a 2023 para ejecutarse. Sin embargo, la pandemia y la guerra de Ucrania han hecho que se prorroguen de forma extraordinaria dos años más, por lo que el dinero se puede ejecutar hasta este 2025. Pero en junio de 2021 hubo una buena nueva. El plan de recuperación de la UE por la covid inyectó otros 399 millones más.

En febrero de 2023, con el anterior Ejecutivo de Fernández Vara al frente de la Junta, la Consejería de Agricultura informó que el programa de ejecución del PDR se encontraba al 62,1%. Esto es, se habían gastado seis de cada diez euros disponibles. El dinero ejecutado ascendía a 951,6 millones.

Por partidas, para la mejora y modernización de explotaciones agrícolas se había gastado el 91% de los fondos (38,2 millones de 42); para modernización de regadíos, el 59,8% (35,4 millones sobre 59,2) y el 75% de la de jóvenes agricultores (62,9 de 83,8 millones). En cambio, solo se había ejecutado el 5% para nuevos regadíos: 9,3 millones de 185 posibles.

El proyecto de Tierra de Barros se nutría en gran medida de aquí, con 173 millones consignados inicialmente. Ahora se trata de un proyecto bloqueado y sin atisbo de reactivación a la vista.