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Junta de accionistas del Santander, hoy en Madrid. r. C.
Santander pone en marcha su tercer ERE en España en tres años

Santander pone en marcha su tercer ERE en España en tres años

El banco, que ha perdido 9.048 millones hasta septiembre, espera recuperar la distribución de dividendos por la «fortaleza» de su balance

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Martes, 27 de octubre 2020, 08:57

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Banco Santander acometerá una nueva reducción de plantilla en los próximos meses, en los que aplicará un ajuste de trabajadores que afectará al mercado español, pero también al resto de actividades europeas como vía para reducir costes. El consejero delegado del grupo, José Antonio Álvarez, ha confirmado este recorte laboral que irá en función del número de oficinas cerradas. «Habrá ajustes de plantilla», ha admitido el ejecutivo en la rueda de prenesa de la presentación de resultados de la corporación.

A cierre de septiembre, Banco Santander tenía 27.053 trabajadores en España, lo que supone una caída de más de 2.600 con respecto a los de un año antes. Cuando se ponga en marcha, será el tercer ERE (Expediente de Regulación de Empleo) del banco en España desde 2018. En estos últimos 12 meses el grupo ya había materializado su último ERE con 3.069 bajas, prácticamente el 10% de toda la plantilla para realizar un cierre de oficinas por el solapamiento con las del Popular, de las que quedan 3.110 sucursales, unas 740 menos que hace un año. En 2018 ya aplicó otro ERE que afectó a unos 1.700 empleados, incluidas jubilaciones anticipadas, para integrar sus servicios centrales en España con los de Banco Popular, adquirido a mediados de 2017.

En cualquier caso, Álvarez ha recordado que la intención del banco es llevar a cabo el ajuste de la plantilla mediante acuerdos con los sindicatos, como en ocasiones anteriores. Y también que las salidas sean «voluntarias» y «no traumáticas», como en los anteriores ERE, que prácticamente fueron cubiertos con la demanda de los propios trabajadores interesados.

Repartir dividendos

El anuncio del ajuste de plantilla ha llegado la misma mañana en la que la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, ha defendido que la fortaleza del balance del banco le permite pagar dividendos a sus accionistas, después de un 2020 marcado por la prohibición establecida por el BCE a la banca a la hora de repartir beneficios. Para Botín, la política de dividendos es además es «el mejor exponente de la disciplina financiera» y su recurrencia aporta confianza y estabilidad a los inversores.

Así lo ha manifestado durante su discurso en la junta general celebrada este martes en Madrid, en la que los accionistas han dado el visto bueno al pago de un dividendo complementario de 2019 en acciones y de un dividendo en metálico de 0,10 euros por acción a pagar en 2021. Las acciones del Santander lideran las ganancias de la Bolsa con una subida del 1,8%.

Los accionistas del Santander también han autorizado el reparto en 2021 de diez céntimos de euro (0,10 euros) por acción en efectivo con cargo a la reserva por prima de emisión de acciones. Este dividendo está sujeto a la autorización que debe otorgar el BCE para reiniciar la remuneración a los accionistas, y siempre que el ratio del capital se mantenga entre el 11% y el 12%.

En un entorno difícil, el banco espera cerrar 2020 cerca de ese límite lo que dará mayor flexibilidad para gestionar el capital y la forma en que remunera a los accionistas, «incluyendo dividendos en efectivo o recompras de acciones», ha explicado Botín. «Todo esto debería situarnos en posición para pagar dividendos. Entendemos la importancia de los dividendos para nuestros accionistas. El reparto de los beneficios es además el mejor exponente de la disciplina financiera y su recurrencia aporta confianza y estabilidad a los inversores», ha sostenido. La decisión del Santander siempre dependerá de las directrices que marquen los supervisores en materia de dividendos.

Ayer mismo, el gobernador del Banco de España, Hernández de Cos, insistía en pedir a la banca «prudencia» a la hora de anticipar cuál será su política de dividendos el próximo año, cuando teóricamente caigan las restricciones impuestas por el BCE desde el pasado mes de marzo a la hora de remunerar al accionista. La institución mantiene el veto del reparto de dividendos para este año como medida para proteger el capital y tener la capacidad de seguir prestando dinero una vez terminada la crisis sanitaria y ante las malas previsiones económicas. Aunque será en breve cuando el BCE revise esta recomendación antes de que finalice el año.

En la junta de accionistas, Botín ha aclarado que no tienen intención de iniciar ningún proceso de fusión, como en los que están embarcados CaixaBank y Bankia, por una parte, y Unicaja y Liberbank, por otra. Ha descartado participar en el nuevo baile de fusiones. «Aunque estamos viendo movimientos de consolidación en Europa, nos sentimos cómodos con nuestra escala y capacidad para invertir y no contemplamos participar en ningún proceso», ha indicado,

En cuanto a los planes de crecimiento orgánico a futuro, que se centran en acelerar la transformación del grupo para seguir aumentando el número de clientes y generar valor, Botín ha anunciado el compromiso de conseguir 1.000 millones de euros de ahorros adicionales en los próximos dos años.

Para ello, la entidad prevé un cambio de rumbo significativo. Por una parte, pondrá en marcha 'One Santander', una iniciativa afectará a todos los mercados pero que ya ha comenzado a implementarse en sus cuatro bancos europeos. Botín ha destacado que bajo este nuevo modelo, «simplificaremos los productos y servicios que ofrecemos a nuestros clientes para mejorar la experiencia con el banco y, a la vez, seguiremos impulsando la innovación, apalancando nuestras capacidades digitales, rediseñando nuestro modelo de distribución y automatizando nuestros procesos sobre una plataforma común».

Por otro lado Santander creará un banco de financiación al consumo nativo digital mediante la unión de Santander Consumer en Europa y la plataforma de Openbank. «son dos negocios con gran potencial de crecimiento», ha señalado la presidenta del grupo ante los accionistas. «Nuestro negocio de financiación al consumo es líder europeo, con presencia en 15 mercados y más de 20 millones de clientes. Openbank destaca entre los bancos digitales europeos por su volumen de depósitos y su amplia gama de productos financieros para particulares. Además, cuenta con una plataforma bancaria innovadora, escalable y eficiente, con un software construido por nosotros», ha destacado.

La tercera iniciativa está encaminada a desarrollar soluciones de pago para competir con las grandes plataformas de pagos. Para ello, Santander está integrando sus negocios de pago más disruptivos en una compañía autónoma y 100% propiedad del grupo.

Mejoría en el tercer trimestre

La junta del Santander llega el mismo día en el que el grupo ha presentado sus resultados trimestrales. El banco seh a anotado unas pérdidas de 9.048 millones de euros durante los nueve primeros meses de este año, frente al beneficio de 3.732 millones de euros logrado un año antes, debido a que en el trimestre pasado registró una actualización del fondo de comercio de sus inversiones históricas y de los activos fiscales diferidos (DTAs), lo que generó un cargo extraordinario sin efecto en caja de 12.600 dotaciones por 12.600 millones de euros. Como ya comunicó en el segundo trimestre, este ajuste no afecta a la posición de liquidez ni de solvencia, según ha informado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

En este contexto, el banco obtuvo un beneficio ordinario de 3.658 millones de euros en los primeros nueve meses de este año, un 33% menos que en el mismo periodo del año anterior, por las mayores provisiones relacionadas con el coronavirus. Aunque la pandemia ha afectado a la actividad, la entidad ha observado «mejores tendencias» en el tercer trimestre.

Así, el beneficio ordinario en el tercer trimestre fue de 1.750 millones de euros, un 18% más con respecto al segundo en euros constantes, gracias a una fuerte recuperación de los ingresos (+7%) y a menores dotaciones por insolvencias (-14%). Con respecto al tercer trimestre del año anterior, el beneficio ordinario del trimestre se redujo un 4%.

Además, el beneficio atribuido en el tercer trimestre estanco fue de 1.750 millones de euros, un 249% más que en el mismo periodo del año anterior con motivo de un ajuste del fondo de comercio y otros cargos en 2019.

Asimismo, el banco ha resaltado que los planes de eficiencia del banco avanzan más rápido de lo previsto, con una reducción de costes superior al 2% en euros constantes.

En los nueve primeros meses del año, la región de Europa ha logrado unas sinergias de costes de 500 millones de euros, una cifra por encima del objetivo para todo 2020, que se suman a los 200 millones de 2019.

De este modo, Santander habrá cumplido a finales de año y antes de lo previsto el objetivo de ahorro de costes de 1.000 millones de euros en Europa que anunció en 2019. «La entidad espera reducir los costes por valor de otros 1.000 millones de euros en los próximos dos años en Europa», ha indicado.

Además, la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, ha confíado en lograr un beneficio ordinario de unos 5.000 millones de euros para el conjunto del año y que la ratio de capital CET1 continúe en la parte alta del objetivo marcado del 11-12%.

«Estoy convencida de que volveremos a dar dividendos en efectivo, cuando las recomendaciones regulatorias lo permitan, gracias a los resultados del grupo, la fortaleza de balance, nuestra posición de liquidez y nuestra diversificación de negocio», ha resaltado.

Por eso, la entidad ha propuesto a los accionistas la aprobación de un dividendo en efectivo de 0,10 euros por acción en 2021, sujeto a la aprobación regulatoria y otras condiciones.

«Las perspectivas para 2021 dependerán de la evolución de la pandemia, pero nuestra estrategia y nuestro modelo de negocio nos posicionan de manera favorable para seguir apoyando a los clientes y obtener resultados para los accionistas. Nuestra prioridad es proteger a los equipos en estos momentos de incertidumbre sin precedentes. Quiero agradecerles a todos su dedicación y a todos los clientes su confianza en Banco Santander», ha afirmado.

La presidenta de la entidad ha señalado que la actividad se está recuperando «con fuerza», por eso el tercer trimestre fue mucho mejor que el segundo.

Así, según ha señalado, los ingresos crecieron un 18% en euros constantes a medida que la actividad volvió casi a niveles pre-pandemia, las provisiones cayeron un 14% y la entidad sigue reduciendo costes por encima de lo esperado.

«Estos resultados hablan por sí solos de la vinculación que tenemos con los clientes y de nuestra diversificación por negocios y mercados», ha resaltado Botín, quien ha destacado que la diversificación ha tenido un «papel crucial» en esta recuperación: Sudamérica está dando buenos resultados y Reino Unido ha mejorado mucho en el tercer trimestre.

En concreto, Europa contribuyó un 39%; Sudamerica, un 41%, y Norteamerica, un 20%.

En España, el beneficio ordinario fue de 497 millones de euros, un 58% menos que el año pasado, pero un 53% más frente al segundo trimestre gracias a los mayores ingresos de clientes.

«La evolución que estamos viendo en el comportamiento de los clientes nos ha llevado a mejorar la previsión de coste del crédito para final de año con respecto al anunciado en el segundo trimestre», ha añadido.

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