Gestionar el éxito
MANUEL GALLARDO | PRESIDENTE DE LA REAL FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE CAZA
Viernes, 20 de mayo 2022, 08:42
Lo habitual en nuestra vida y en los procesos educativos es orientarnos a gestionar el fracaso. Nos dejarnos vencer por las adversidades, porque de un fracaso siempre se aprende. El miedo al fracaso nos ha ido acompañando a lo largo de nuestra existencia como una losa, que en muchos casos nos ha impedido tomar decisiones arriesgadas. ¿Pero quién nos enseña a gestionar el éxito? ¿Qué hacemos cuando las cosas salen bien? La realidad es que cuando tenemos un reto importante pasamos mucho tiempo planificando y trabajando para lograr nuestro objetivo. Pero el miedo al fracaso y las consecuencias negativas nos aterra. Creo que en muchos casos no estamos preparados para saber lo que tenemos que hacer después de haber logrado el éxito.Pues algo así ocurrió el 20 de marzo, cuando conseguimos concentrar a cientos de miles de cazadores en Madrid, en la manifestación más grande que se recuerda desde la de Miguel Ángel Blanco, político del Partido Popular asesinado vilmente por la banda terrorista ETA. La manifestación más numerosa y exitosa en defensa de la caza. No en valde, probablemente más del 80 % de los que allí estuvimos lo hicimos movilizados y movilizando al sector cinegético.
Y, sin embargo, nos resultó difícil gestionar el éxito.Pocas horas después más parecía que hubiésemos fracasado que lo contrario, todo porque las grandes cadenas de tv, o determinados grupos mediáticos, no dijeron ese mismo día que la manifestación estaba liderada por los cazadores. Y eso, no cabe duda de que a todos nos hubiese parecido lo justo y lo deseable, pero hay que tener en cuenta que pocos días antes había estallado una guerra, que se estaba produciendo una huelga de transporte, que los costes de producción, sobre todo de la agricultura se habían disparado, que la crisis de la energía estaba lastrando a las empresas y que la caza no era el mayor de los problemas para este país. Todo esto aderezado con que, efectivamente, habíamos convocado una manifestación en defensa del mundo rural y no una exclusivamente centrada en la caza. Podríamos haberlo hecho así, pero optamos por ser generosos, solidarios y sobre todo demostrar que la caza forma parte y es vital para el mundo rural.
Durante un corto periodo de tiempo, todo lo que habíamos logrado con un increíble esfuerzo parecía un estrepitoso fracaso y la razón no es otra que no supimos gestionar el éxito. Muy poco después de la manifestación, los medios de comunicación fueron los encargados de recordarnos que había un antes y un después del 20 de marzo para la caza. Los resultados vienen precedidos por un enorme aval que generó la marea naranja el 20M y acompañados de estrategia y de trabajo. El mensaje que dimos llegó nítido al Gobierno de este país, a los gobiernos autonómicos, a los partidos políticos y a la sociedad española, y el mensaje era que la caza estaba unida y que defenderíamos nuestros derechos a capa y espada. Tan claro llegó el mensaje que, inmediatamente, los grandes partidos políticos de este país nos citaron a sendos encuentros, comprometiéndose en la defensa de la actividad. De momento, las lesivas leyes para la caza que este Gobierno pretendía aprobar aún no han llegado siquiera al Congreso de los Diputados, y de llegar ya veremos los textos que seguro no serán apoyados por la mayor parte del arco parlamentario. Fruto también del 20M, no nos engañemos, hemos logrado parar el intento de declarar la codorniz como especie en peligro de extinción. Ahora la RFEC y las federaciones autonómicas nos hemos convertido en un auténtico agente social a tener en cuenta, por no hablar de nuestra proyección internacional. El 20M tuvimos un éxito memorable, increíble, aplastante y maravilloso. Ahora queda trabajar intensamente para sacarle el máximo rendimiento, y ahora sí, sin desfallecer ante las adversidades y sin temer a las frustraciones que puedan venir. Hemos demostrado de lo que somos capaces y nosotros mismos creerlo. Esta lucha no ha hecho sino empezar.