El Diocesano apaga al Badajoz

El Diocesano tuvo la primera ocasión del partido en una falta directa botada por Fran Castro que tuvo que repeler un defensor a saque de esquina porque el disparo se envenenaba en dirección a la portería de Alonso Pérez. Los jugadores dirigidos por Luis Oliver encontraron las primeras llegadas en las botas de Jorge Barba, que se estuvo moviendo por todo el frente de ataque para poder asociarse con Bermúdez, el extremo de la otra banda.

Se alcanzaba el ecuador con un dominio alterno de ambos conjuntos, pero el conjunto colegial transitaba con mucha velocidad gracias al desborde de Barre y a la autosuficiencia de Boubacar, que pudo poner el 1-0 tras un potente disparo que se marchó rozando la meta del equipo pacense. Respondió a la ocasión Álex Alegría, quien disparó a puerta tras una gran jugada de Jorge Barba, pero su golpeo lo atrapó Cristian sin problemas.

El problema sí que lo tuvo Dani Cordero con Barre. El extremo diestro del Diocesano volvió loco al joven lateral en la primera parte. De hecho, Luis Oliver sacó a calentar a Izquierdo, ya que vislumbraba el posible escenario de quedarse con diez jugadores, ya que Dani Cordero había visto la tarjeta amarilla. Según pasaban los minutos, el ritmo se fue frenando y los jugadores se dirigieron al túnel de vestuarios con la clara idea de que ambos equipos disponían del suficiente talento ofensivo como para decantar el derbi en una de las dos direcciones tras el receso.

El segundo periodo comenzó, siguiendo con la tónica del partido, con una ocasión de Esteban a la salida de un córner, aunque el remate se acabó marchando desviado. La primera oportunidad clara de la escuadra pacense fue un mano a mano de Montori que Cristian desvió a córner. Poco le gustó lo expuesto en la segunda parte a Luis Oliver y, en vista de que iba a ser un partido de mucha intensidad y de constantes faltas tácticas, decidió retirar a dos de sus futbolistas amonestados: Dani Cordero y Jesús Sánchez.

Y fue a partir del movimiento en los banquillos cuando el partido empezó a coger el ritmo vertiginoso del primer periodo. Bermu y Álex Alegría no consiguieron concretar sendas llegadas, pero ya avisaban de sus intenciones y, por la otra parte, los locales consiguieron crear peligro constante a través de un vertiginoso Barre y un incisivo Abel Sánchez.

Las incursiones eran constantes para los dos conjuntos, pero la escuadra cacereña daba la sensación de saber dónde estaban los puntos débiles de los discípulos de Luis Oliver, aunque le lastró la falta de remates precisos. El Badajoz, por su parte, acabó el encuentro instalado en campo rival, a pesar de la expulsión de Ginés.