Despido sorpresa de Juan Carlos Román y en su lugar llega Nico Medina como segundo
El grupo Oliver-Iglesias destituye al técnico interino y asume la dificultad para encontrar a un entrenador dada la situación de inestabilidad del club y el epligro del descenso
J. P.
Badajoz
Miércoles, 6 de marzo 2024
En medio toda esta tormenta desatada en el Nuevo Vivero, el Badajoz se juega el descenso en nueve jornadas finales en las que ya no ... puede fallar. Los jugadores comenzaban la sesión de entrenamientos atónitos a lo que estaba sucediendo en la puerta del estadio. Una jornada que dirigió Juan Carlos Román como técnico interino ajeno a lo que pasaría horas después con el anuncio de su sorprendente despido hecho público a mediodía. En su lugar llega como segundo Nico Medina, con experiencia como parte del cuerpo técnico de Juan Marrero.
Un movimiento inesperado después de una rueda de prensa en la que Luis Oliver Sierra comentó que no había tiempo para incorporar a un nuevo técnico para que estuviera en el partido de Talavera y en la que en ningún momento se refirió a este cambio. «Cada minuto que pasa resta posibilidades de que alguien coja el barco. Es complicado que un entrenador asuma con la imperiosa necesidad de salvarlo. Hace quince días te decían que sí con más tranquilidad y ahora a falta de nueve jornadas estando a cinco puntos de la salvación les tiemblan un poco las piernas y otros que con la inestabilidad institucional no quieren venir porque no ayuda para movilizar a tu familia y poner tu prestigio en juego. No vamos a darle el mando del equipo a alguien que nos genere la más mínima duda de que puede sacar esto adelante», expuso. En este sentido, el nuevo director deportivo señaló que se busca un entrenador valiente y que transmita confianza. «No hay tiempo para implementar ningún método revolucionario que nos vaya a sacar del pozo por juego. Tiene que ser motivador, capaz de cambiar la mentalidad y de revertir la situación en un corto espacio de tiempo».
Oliver Sierra considera que con estos jugadores el Badajoz debía haber aspirado al ascenso. «La plantilla es de ascenso. No se volvieron locos cuando lo dijeron. No puedes platear otra cosa. Aunque el equipo se mantenga es un fracaso. Vamos a intentar minimizar el fracaso. Hay equipo para salvarse, incluso para haber estado peleando el playoff. A mí me parece una maravilla tener una plantilla que tiene la capacidad de salir a ganar todos los partidos», reconocía.
El grupo Oliver-Iglesias anunció que este mismo jueves el equipo viajará a Madrid donde quedará concentrado en la ciudad deportiva del Atlético de Madrid en Majadahonda para preparar el partido de Talavera la Reina. «La idea de viajar antes es para que los chicos desconecten. Todos estamos en la causa por la salvación. Consideramos la situación muy viciada y creemos que puede ser positivo», indicaba Oliver Sierra. Un partido clave en las aspiraciones de permanencia del Badajoz.
Tras el desembarco de la familia Oliver todo el foco recayó en Miguel Núñez, capitán de la anterior etapa y que acabó señalado por Oliver al considerarle cabecilla de la revuelta del vestuario, de hecho fue el primero en salir del club a pesar de sus deseos de renovar. «No le conozco personalemente, pero entiendo que es un profesional espectacular. Tiene pinta de ser un tipo de los que actúa por lo recto, con sus formas mejores o peores, pero actúa de corazón y con gente así me voy a calquier lado. Vamos a estar por la causa. Los jugadores de verdad son válidos en cualquier contexto, en los de guerra y en los de paz. Tiene que ser el puntal espiritual del equipo».
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