Una nueva víctima en la avenida más peligrosa de Cáceres para los peatones
La alta velocidad del tráfico rodado y la falta de iluminación hace que los atropellos graves se multipliquen en esta vía
«Estamos cansados de decirle al Ayuntamiento que en la avenida de la Hispanidad hace falta mucha más seguridad, porque siguen sucediéndose los ... atropellos. Se han producido muertes, y sigue siendo una vía... peligrosa no, peligrosísima», afirmaba hace dos años y medio Antonio Ayuso, en aquel momento presidente de la Asociación de Vecinos Llopis Ivorra-Espíritu Santo, donde se encuentra la avenida de la Hispanidad, en la que el domingo sufrió un atropello mortal la joven Inmaculada Bonilla.
Las declaraciones las realizaba tras un atropello grave que sucedió en noviembre de 2022 en la que algunos ya llamaban 'La avenida de los Atropellados'. La víctima, un joven de 20 años, fue arrollado también en una noche de domingo. Sufrió un traumatismo craneoencefálico severo y un traumatismo torácico y pélvico.
Tras ese atropello desde el Ayuntamiento se explicaba que existe un sistema de encendido por detección de presencia que se instaló para mejorar la calzada y prevenir este tipo de accidentes. Pero pese a ese dispositivo, vecinos de la avenida se quejan de que por la noche la avenida está muy oscura, también señalan que algunos vehículos van a una velocidad superior a los 30 kilómetros por hora permitidos lo que produce un goteo de siniestros que parece imparable.
Las reivindicaciones vecinales apuntan a la mejora de la iluminación de la avenida y a la instalación de semáforos con más dispositivos de botón para que se pongan en rojo, y que los semáforos no estén en ámbar para los coches cuando pueda pasar el peatón: que estén en verde o en rojo. También se apunta a la necesidad de instalar más radares.
Otros casos
Otra joven, María José Ojeda Pavón, fue atropellada a finales de 2016. Cruzaba el último paso de peatones antes de llegar al edificio de la estación, el que atraviesa la avenida de la Hispanidad, cuando un coche negro la arrolló. Su cuerpo fue desplazado unos 15 metros debido al impacto y quedó debajo del único vehículo estacionado a ese lado de la avenida, un Renault Clio blanco y murió en el acto. Se trataba de una joven con Síndrome de Down muy conocida en la ciudad. El conductor fue condenado a dos años de prisión por cometer un homicidio causado por imprudencia grave y no pudo conducir durante dos años y medio. Estaba circulando a una velocidad superior a la permitida, entre los 74 y los 101 kilómetros por horas, una velocidad muy superior a la recomendada.
En agosto de 2017 una mujer resultó herida de gravedad al ser atropellada por un turismo cuando cruzaba por un paso de cebra a la altura del número 37. Era el segundo accidente en dos semanas dentro de un largo historial de atropellos.
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