Nezahualcóyotl, el rey poeta, cumple 30 años en Cáceres
Alumnos del colegio Moctezuma rinden homenaje al monarca que gobernó Texcoco antes de la llegada de los conquistadores extremeños
A mediados del siglo XV, en el México antiguo, hubo quien escribió: «Amo el canto del cenzontle,/ pájaro de 400 voces./ Amo el color del ... jade,/ y el exquisito perfume de las flores;/ pero lo que más amo/ es a mi hermano, el hombre». Fue el rey Nezahualcóyotl, gobernador de la ciudad-estado de Texcoco, que murió en 1472 cuando tenía 70 años. Un rey que gobernó con sabiduría, que potenció las ciencias y las artes, y se preocupó en mejorar la vida de sus semejantes. Hizo brillantes obras hidráulicas y fue considerado un gobernador ecologista, que hizo un jardín botánico.
Desde hace 30 años la imagen del rey poeta está en Cáceres, en una rotonda del barrio de Moctezuma. Es una imponente estatua de bronce de cinco metros de altura y 3.000 kilos de peso, a la que pasada la una de la tarde de este martes un centenar de alumnos de colegio Moctezuma han colocado una corona de laurel, después de que José María Corrales, profesor de la Facultad de Formación del Profesorado de la Universidad de Extremadura les hablara del rey poeta,
La estatua es una de las más hermosas que tiene la ciudad de Cáceres y se encuentra en la ciudad gracias al empeño que puso Manuel Veiga, cuando fue presidente de la Diputación de Cáceres. Él quiso que viniera a Extremadura una réplica de la estatua del rey poeta que el escultor Humberto Peraza Ávila, colocó en Texcoco en 1981. Veiga consiguió que el estado mexicano pagara el traslado de la estatua, siendo la Diputación cacereña, la Junta de Extremadura y el Ayuntamiento de Cáceres las instituciones que pagaron los 60.000 euros que costó.
Chema Corrales ha recordado a los alumnos del colegio Moctezuma, que traer a Cáceres al que es conocido cariñosamente en Cáceres como 'El Indio', fue una verdadera odisea. La estatua fue despedida en México con una fiesta en la que participaron 5.000 personas, entre ellos representantes indigenistas. Volaron los 3.000 kilos de bronce hasta Frankfurt, y de allí viajó a Madrid en donde desconfiados policías metieron una cámara por el interior de la estatua para asegurar que no hubiera droga escondida. Después vino el transporte por carretera a Cáceres, donde 2.000 personas le dieron la bienvenida en una fiesta con mariachis llegados de la Expo de Sevilla, del pabellón de México, como recordaba este martes Fulgencio Castuera, el que fue secretario de Manuel Vega, que no quiso perderse el homenaje. El 6 de octubre de 1992 es cuando se inauguró la estatua con los acordes de los himnos de México, España y Extremadura. Entre la representación mexicana estaba el alcalde de Texcoco, Isidoro Ramón Burges, que firmó el hermanamiento de su ciudad con Cáceres, con su homólogo Carlos Sánchez Polo. Así es como llegó la hermosa estatua, en la que el rey parece que está declamando, sujetando en la mano izquierda un pergamino con una poesía en la que narra como a los 16 años vio morir a su padre.
Este es Nezahualcóyotl, cuyo nombre significa 'coyote hambriento', el que al morir dejó más de 100 hijos y poesías como esta: «Por fin lo comprende mi corazón./ Escucho un canto./ Contemplo una flor:/ ¡Ojalá no se marchite!»
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