Miguel Ángel Morales: «Todavía nadie me ha explicado por qué hay que cerrar Almaraz»

«Todavía nadie me ha explicado por qué hay que cerrar Almaraz», ha insistido el presidente provincial, para quien esta infraestructura, con sus miles de puestos de trabajo directos e indirectos, ejemplifica el principal objetivo que persigue la Diputación de Cáceres con sus políticas, que es «fijar la población al territorio».

En esa misma línea, Morales ha reclamado a las administraciones competentes que 2025 sea el año en el que se avance de manera definitiva para conseguir otras infraestructuras que considera esenciales para la provincia, en especial el corredor ferroviario del oeste por la Vía de la Plata y la continuación de la autovía del norte extremeño hasta la localidad portuguesa de Castelo Branco.

En cuanto a las inversiones privadas, ha hecho especial hincapié en la gigafactoría de Navalmoral de la Mata, cuyas obras espera ver iniciadas por fin este año después de que se hayan puesto ya «varias primeras piedras».

Más allá de estas grandes reivindicaciones, Miguel Ángel Morales ha repasado las principales apuestas que va a llevar a cabo la Diputación por sí misma y que están reflejadas en los presupuestos provinciales de 2025, aprobados por unanimidad con el apoyo del PP. El foco de todas estas actuaciones se pone siempre en fijar población en el famoso «reto demográfico» del que, según Morales, «todo el mundo habla» pero a la hora de la verdad «los únicos que hacen algo son la Diputación y los ayuntamientos».

El presidente ha destacado inversiones previstas para este año como los 22 millones que hay presupuestados para carreteras, con actuaciones tan importantes como la nueva conexión entre Casar de Palomero y Rivera Oveja (1,5 millones) o el arreglo de la carretera entre Logrosán y la provincia de Badajoz (1,9 millones.

También ha mencionado el plan provincial de inversiones en los pueblos, dotado de momento con 14,5 millones, pero que se ampliará con toda seguridad una vez que se conozca el remanente de tesorería de 2024, y que tiene la novedad de que los municipios no tendrán que cofinanciar las obras, sino que las pagará íntegras la Diputación. Además, habrá «anticipos reintegrables», de manera que los ayuntamientos que lo necesiten podrán pedir dinero a la institución provincial y devolverlo a interés cero en un plazo de 10 o 15 años mediante descuentos en las liquidaciones de Organismo Autónomo de Recaudación.

Morales ha hecho hincapié por otra parte en la políticas sociales, muy centradas en el bienestar de las personas mayores con programas como el de teleasistencia con la Cruz Roja o el denominado Proyecto Amparo, que busca retrasar al máximo el ingreso en residencias.

En el apartado cultural, el presidente se ha referido al Museo Helga de Alvear, que considera que «no está siendo suficientemente impulsado por la Junta», como hizo por ejemplo Bilbao con el Guggenheim. Morales ha propuesto que la estación de tren de Cáceres lleve el hombre de Helga de Alvear.

Miguel Ángel Morales ha anunciado que tiene la intención de incrementar la presencia institucional de la Diputación en Plasencia, donde está previsto que tanto el presidente como los vicepresidentes de desplacen a trabajar al menos dos o tres veces cada mes.

Por último, ha lanzado un llamamiento a acabar con la «crispación permanente» que vive la sociedad española, de la que culpa a «los pseudomedios y los partidos fascistas», y ha dicho que la Diputación de Cáceres seguirá apoyando las acciones de recuperación de la memoria y histórica y democrática.