La obra del trasvase a Cáceres no tendrá que parar en la época de reproducción de especies

Aunque en la resolución que se hizo pública en octubre se concluía que no se prevén impactos relevantes, había un aspecto que según la CHT condicionaba la actuación e incluso comprometía su viabilidad. Ello llevó al organismo de cuenca a solicitar a la Junta que hiciese cambios para permitir ejecutar la obra en su momento con todas las garantías. En concreto, se refiere a una posible afección sobre la ZEPA Riberos del Almonte en la que se establecía una limitación de los trabajos. Se debían desarrollar expresamente «fuera del periodo comprendido entre el 1 de marzo y el 31 de julio».

Se pretendía salvaguardar el periodo reproductor de especies protegidas incluidas en el catálogo de especies amenazadas de Extremadura. Para la CHT, dicha limitación reducía «drásticamente» el periodo de trabajo relativo a la nueva toma del río Almonte. La Dirección de Sostenibilidad ha aceptado la alegación y se permitirá trabajar sin restricciones temporales. No obstante, se hace una salvedad. Si se detecta alguna pareja de aves en reproducción en un área de unos 500 metros, ello supondrá la paralización automática de la obra.

De nuevo, los efectos de la protección ambiental vuelven a dejarse notar en una futura infraestructura. En este caso, la resolución ha sido favorable, pero no es definitiva. La evaluación ambiental se está revisando ahora en el Ministerio para la Transición Ecológica. Está en consultas previas a los interesados. El proceso se inició el pasado 3 de marzo, un mes después de que el expediente entrase en el Ministerio.

Se trata del proyecto para la mejora de la garantía y eficiencia energética del abastecimiento a Cáceres desde el río Almonte. El promotor es la CHT, que ya encargó un estudio previo que se adjudicó a Ambling-Inyges. El mismo es el documento en el que se basa la intervención. Consiste en traer el agua hasta la capital desde una nueva conexión en Alcántara, a unos seis kilómetros aguas abajo del actual bombeo del Almonte. Se plantea una toma que estará localizada a unos 300 metros del viaducto de la autovía A-66. Tendrá una capacidad máxima de bombeo de 600 litros por segundo y contará con una torre de 12 metros de diámetro con tres salidas hacia el cauce, seis bombas verticales y un edificio de explotación y mantenimiento. Destacaba la Confederación que «la obra no supone mucha mayor afección a la avifauna que la ya existente generada por la autovía». Tampoco se advierte la presencia de áreas críticas con especies amenazadas.

Aunque la Dirección General de Sostenibilidad acepta la sugerencia de la CHT, ahora falta conocer como desemboca el expediente para la evaluación ambiental. Se tramita en otra ventanilla, ya no es la Junta sino el Ministerio para la Transición Ecológica. En principio, se había advertido que en el área de la nueva toma se ubican la cigüeña negra, rapaces y formaciones forestales mediterráneas.

«Dadas las dificultades expresadas por el promotor para poder planificar las actuaciones», concluye Sostenibilidad, se decide que en la ZEPA Riberos del Almonte se extremen las «medidas preventivas» del 1 de marzo al 31 de julio. Si aparecen aves en reproducción «se paralizará inmediatamente la actividad», avisa. En la ZIR Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes, no obstante, se plantea que la obra se haga entre el 1 agosto y el 14 de marzo.

El nuevo trasvase permitirá rentabilizar algunas conducciones de Portaje. Esa obra se quedó a medias, hasta el punto de que hay acciones que no se completaron. En el documento técnico se incluye una planta fotovoltaica para mejorar la eficiencia energética.