El nuevo trasvase de agua a Cáceres aprovechará 20 kilómetros de la obra de Portaje

El trasvase de agua de Portaje al pantano de Guadiloba queda descartado –«no creemos que vaya a salir adelante»–, reconoció este jueves el alcalde cacereño, Luis Salaya, quien presentó la solución alternativa y parece que definitiva, que, según indicó, garantizará «en los próximos años» el suministro de agua potable a la ciudad.

Se trata del nuevo trasvase que construirá el Gobierno desde el embalse de Alcántara, como adelantó este diario hace dos semanas. El Ministerio para la Transición Ecológica lo denomina 'Reubicación y ampliación de la captación en el embalse de Alcántara, propia del abastecimiento a la ciudad de Cáceres', con una inversión de diez millones.

El regidor ofreció nuevos datos. Por un lado, que se aprovecharán 20 kilómetros de las canalizaciones ya construidas en la obra de Portaje, que se inició en 2007 y lleva parada desde 2013. Y por otro, que lo que se proyecta es bajar la cota de bombeo 14 metros, pasando de los 194 actuales a los 180. Se conseguirá desplazando los conductos de extracción unos seis kilómetros en dirección al embalse de Alcántara, teniendo en cuenta que las tomas están ahora ubicadas en la cola del Almonte.

El expediente para la redacción del proyecto ya se ha incoado y entre las opciones que se estudian para que el agua llegue a la ciudad está conectar la conducción al Guadiloba o a la Estación de Tratamiento de Agua Potable. «En cualquier caso –manifestó Salaya– esta solución nos permitiría casi definitivamente dejar de depender de la capacidad para coger agua del pantano de Guadiloba y garantizar el suministro para varias generaciones».

Sobre Portaje, una obra con un presupuesto de 65 millones de euros, el socialista habló con contundencia: «No vamos a entrar en si se abandonan proyectos anteriores, desde el Ayuntamiento damos por aparcado el trasvase de Portaje, es una realidad que hay que afrontar y de la que no hay que esconderse», subrayó.

El nivel del Guadiloba es «crítico» y «el monstruo de la sequía ya está aquí», reza la campaña de concienciación sobre el ahorro de agua que presentó este jueves Canal de Isabel II y que se difundirá en autobuses urbanos, redes sociales y en las pantallas digitales instaladas en la ciudad.

Según los registros de la empresa, el pantano tiene solo 6,29 hectómetros cúbicos de reservas, lo que supone un 30 por ciento de la capacidad que puede almacenar, 20 hectómetros cúbicos. «Ha estado otras épocas más bajo pero nunca al principio del verano, el año pasado estaba al 42 por ciento, y desde 1996 nunca había estado así», confirmó su gerente, José Luis Castaño.

El alcalde calificó la situación de «difícil» y admitió sin rodeos que Cáceres tiene un «problema grave» de abastecimiento. «Si no tomamos medidas podría darse la situación de que hubiera una rotura del abastecimiento a la ciudad, lo cual sería extremadamente grave», apuntó.

Gran parte del agua que se consume en época estival va a riego de jardines. Mientras que en invierno la ciudad gasta unos 24 millones de litros diarios, la cifra en estos meses se eleva a los 32 millones. Ya se han tomado medidas a corto plazo. Se han reducido los baldeos de calles y el uso de agua municipal, destinada, principalmente, a regar zonas verdes. Pero las propuestas del Gobierno local van más allá de una moderación en el consumo. Salaya se refirió a una sustitución «paulatina» de los jardines de césped por otros espacios «que no no necesitan tanta agua».

«En la situación actual no nos podemos permitir todo el césped que tenemos en esta ciudad», afirmó el regidor, al tiempo que, consideró que, «a futuro tenemos que caminar hacia jardines con un consumo de agua mucho menor que nos permitan seguir reduciendo el consumo de agua doméstico como público».