Cáceres pierde el doble de población de la que gana por cambio de residencia

El estudio municipal de estas cifras, que se publicó hace una semana, desgrana que durante el año pasado se produjeron un total de 1.203 altas en el padrón por cambio de residencia desde otros puntos del país o desde el extranjero. Y, por otro lado, se contabilizaron un total de 2.054 bajas tramitadas por ciudadanos residentes en Cáceres que hicieron las maletas y se marcharon a vivir a otro destino.

A pesar de la pandemia y las restricciones de movimiento, los datos muestran que el número de bajas no es muy distinto al contabilizado durante el año 2019. Entonces, se tramitaron un total de 2.397 de personas empadronadas en la ciudad que pusieron rumbo a otros lugares. La disminución ha sido del 14,3 por ciento. Mucho mayor es la diferencia que se aprecia al comparar el número de altas en el padrón municipal, que bajaron un 42,9 por ciento si se comparan los datos de 2020 con los de 2019. Un total de 2.084 personas se empadronaron en Cáceres ese año, frente a las 1.023 de 2020.

Madrid es, curiosamente, el principal punto de llegada de los cacereños que se dan de baja en el padrón y también el principal punto de origen entre los ciudadanos que deciden instalar su residencia en la capital cacereña. Entre los que llegaron a vivir a Cáceres el año pasado, 99 lo hicieron desde la capital de España; 40 procedían de Badajoz y 35 lo hicieron desde Malpartida de Cáceres. Mientras tanto, 195 se dieron de baja en el padrón municipal para marcharse a Madrid, 58 se empadronaron en Casar de Cáceres y 57 en Badajoz.

Las cifras globales de población dejan ver que llevan años sin despegar, alejadas del objetivo de los 100.000 habitantes. El último estudio atribuye a la ciudad un total de 96.117 empadronados, 350 menos que el año anterior. Fue en el análisis de población de 2012 (con datos pertenecientes a todo el 2011) cuando se superó, por primera vez, la barrera de los 96.000 ciudadanos y, desde entonces, el dato ha ido fluctuando con subidas y bajadas. El pico más alto se registró en el informe del año 2016, cuando se contabilizaron un total de 97.007 empadronados. Si se aleja la lupa del papel y los datos se miran con una mayor perspectiva, desde el comienzo del siglo hay 12.606 vecinos más. El 1 de enero de 2000 la cifra de residentes ascendía a 83.511.

Detrás del estancamiento de la última década hay varios factores que explican por qué la ciudad no crece más: el aumento de muertes y la bajada de nacimientos. En 2020, el año de la pandemia, Cáceres incorporó 672 vecinos recién nacidos (los bebés quedan incluidos en el padrón de forma automática una vez que son inscritos en el Registro Civil). No se producía una subida tan grande desde 2012 pero, a pesar del incremento, la tendencia de nacimientos en la ciudad refleja que se han reducido un 34 por ciento en la última década. En 2010 nacieron 1.031 niños.

Por otro lado, aunque la pandemia hizo que durante el año pasado hubiera 227 muertes más, la tendencia de los últimos años es creciente. El incremento es del 23 por ciento si se compara el dato de 2011 (el último disponible) con el de 2019.

A estos dos factores hay que añadir el movimiento de la población extranjera. Después de tres en ascenso (en 2019 se produjo el mayor incremento de la década) en 2020 se registró una caída. A 1 de enero de 2021 había 3.009 extranjeros empadronados en la capital cacereña. Son 102 menos que un año antes.