La baja natalidad ha llevado a suprimir aulas en ocho centros cacereños desde 2016

Estos padres enarbolan la idea de que las familias tienen derecho a poder elegir, en este caso un colegio que no sea bilingüe en la zona, una opción que se ha extendido pese a ciertas críticas.

El anuncio de la supresión de estas plazas es el último de un lento goteo que desde 2016 ha ido suprimiendo plazas escolares, una medida de la que se han visto afectados ocho centros escolares de Primaria y Secundaria de la ciudad y que tiene como trasfondo la dramática caída de la natalidad. Ese año hubo una reducción considerable de plazas. En septiembre se anunció que en las Carmelitas se eliminaba una línea de cuarto de la ESO y en el San Antonio de Padua y en las Josefinas se recortaría una línea de tercero, donde se pasó de dos a tres aulas. En este centro y en las Carmelitas se suprimió después una unidades el primer ciclo de la ESO. Las Josefinas ofertaban de partida tres clases para primero de ESO que finalmente quedaron limitadas a 60, dos clases, lo que hizo que se perdiera una línea.

Estos recortes produjeron un intenso malestar entre los concertados que se vieron afectados y que llevaron a cabo distintos actos de protesta en sus centros e instalaron pancartas.

No solamente en ESO hubo recortes entre 2016 y 2017. El colegio concertado Paideuterion se quedó con una de sus dos líneas de tres años. La demanda para ese curso fue de 17 plazas de 50 disponibles. En el Sagrado Corazón también se anunció la eliminación de tres años y se quedaron con dos de tres. Hacía cuatro años, en 2012 que lograron que Educación les concediera una línea más para tres años para cubrir las 72 plazas que se demandaban.

La pública tampoco se ha visto privada de los recortes en los últimos tiempos. En el 2018 el IES Hernández Pacheco perdió una unidad que se ofrecía en primero de ESO una vez cada cuatro años. Este centro tenía una forma particular de organizar sus 15 grupos de los cuatro cursos de ESO, ofertando esa cuarta línea alternativamente tres de cada cuatro cursos.

En el caso del colegio Moctezuma tradicionalmente se ofertaban tres unidades para el primer curso de Infantil (75 plazas en total), pero la caída de las solicitudes para este centro hizo que en 2017 se redujera una de ellas. Se trata de una zona en la que hay numerosos centros educativos tanto públicos como concertados.

Aunque la tendencia general ha sido la reducción de plazas, estas crecieron en el colegio Nazaret. Ubicado en la Mejostilla, un barrio que fue creciendo progresivamente este colegio tuvo que ampliar su capacidad. Comenzó como un centro de una única línea (una clase por curso), pero pronto se convirtió en uno de dos en Primaria, un aumento que llegó también a la Primaria. El Alba Plata también era inicialmente de una línea y creció hasta ser de dos y ofrecer 50 plazas.

Educación sigue ampliando las aulas para niños de uno a dos años. El próximo curso se crearán dos nuevas aulas, una para niños de un año en el Cervantes y una para niños de dos en el Extremadura, junto al aula 1-2 abierta en el CEIP Gabriel y Galán en el segundo trimestre de este curso.

Se multiplican las plazas para niños menores de tres años en los centros escolares de Cáceres. De las 36 plazas de dos años ofertadas en el proceso de admisión del pasado año, se pasa a una oferta de 80 plazas para el próximo curso, lo que supone un incremento de 44 plazas.