Los apartamentos turísticos de Cáceres multiplican por 14 sus empleos en la última década
El año pasado cerró con 264 personas empleadas en estos alojamientos, cada vez más en auge y sobre los que el sector reclama una regulación
El personal empleado en los apartamentos turísticos de Cáceres no para de crecer. La cifra se ha multiplicado por 14 en la última década, en ... consonancia con el auge de un sector que se ha convertido a la vez en un nicho de empleo y en un problema en la ciudad. La asociación de empresarios pide una regulación. Esta semana sus responsables se han entrevistado con el Ayuntamiento. Han trasladado al concejal de Turismo, Ángel Orgaz, peticiones que ya escucharon sus antecesores y sobre las que, por ahora, no hay soluciones. Entre ellas, las tasas impositivas, que consideran desmesuradas, la ordenanza pendiente o ese crecimiento «descontrolado» de un negocio que no es tan boyante como podría parecer, sugieren responsables de Aptuex, la Asociación de Apartamentos Turísticos de Extremadura.
Su presidenta, María Fernández, sin embargo, es una de las 264 personas que se dedican profesionalmente a atender este tipo de negocios en la capital . Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el pasado ejercicio se cerró con esos casi 300 empleos vinculados a los apartamentos turísticos. Hace 10 años, a comienzos de 2014 solo eran 19. Ello supone que el personal trabajador se ha multiplicado por 14, un 1.289 por ciento más.
Ese aumento es a la vez reflejo del que han tenido los propios alojamientos, con apenas 130 plazas estimadas hace una década y casi 1.400 ahora. Entonces eran 41 apartamentos. El año 2023 concluyó con 1.395 plazas y 339 establecimientos. Son datos oficiales del INE, pero no coinciden exactamente con los que maneja Aptuex. Su presidenta señala que la última cifra que les dio la Junta de Extremadura en 2023 fue de 422 apartamentos. Sobre el empleo no tienen estadísticas. «No tenemos datos de los trabajadores. Una cosa son los dueños de los apartamentos que puedan dedicarse a su gestión y otra las empresas o particulares que contratan para lavandería, limpieza, ...», detalla María Fernández. Asegura que «el 95 por ciento de las personas que tienen un apartamento compaginan esa actividad con otro trabajo». No es su caso, que estaría en el cinco por ciento restante que, en su opinión, viven exclusivamente del alquiler de sus locales turísticos.
María dejó su trabajo de administrativa en un negocio familiar. Pidió el paro de forma íntegra y dedicó el dinero y sus ahorros a montar dos establecimientos, uno en Rincón de la Monja y otro en San Justo. «No es oro todo lo que reluce. Yo pago 700 euros fijos al mes por cada uno y debemos asumir una competencia desleal enorme. Con los ilegales el número real de apartamentos ya debe andar por los 500. Los hay que no tributan, o lo hacen como viviendas. Eso supone que pagan menos impuestos y un incumplimiento porque ofrecen un servicio extrahotelero de más de 30 días al año», analiza.
«No se puede vivir de la Semana Santa y puentes. Hay 200 días al año sin demanda. No podemos ofrecer una noche a 30 euros»
Ese crecimiento implica desorden y descontrol, bajo su punto de vista, y está llegando a otras áreas. «Se están viendo imágenes de acumulación de guías en el entorno de la Plaza Mayor y la parte antigua y se funciona a veces a voces y en escenarios de tensión», viene a comentar. Es uno de los aspectos que se han abordado con la administración de forma repetida. «El Ayuntamiento asume que se debe ir a esa regulación, La ordenanza no vendría para prohibir sino para regular en la línea de lo que ya se ha hecho en otras ciudades como Toledo», subraya: «Pedimos un turismo sostenible y de calidad».
Comparativa
Los apartamentos son la viva expresión de un boom que se resume en cifras. En 2023 pasaron por esos alojamientos casi 60.000 viajeros. Son 17.000 más que en 2022. Crecen los visitantes, excepto en 2020 por la pandemia. En la comparativa de la última década, igual que se multiplican los apartamentos y el personal empleado, aumentan las personas que se hospedan allí. En 2023 fueron 58.657, según el INE. Diez años atrás no se llegó a 7.500.
Como referente de esa apuesta, un simple paseo por el casco histórico y su entorno permite ver una sucesión de las letras AT en casas bajas y bloques reformados. Como el de un antiguo local de la calle Macarena. Los promotores tienen licencia de obras desde hace meses para transformarlo en garaje y dos apartamentos. A escasos metros, en Miralrío se construyen dos más.
«La oferta ya supera a la demanda. Si no se actúa, en dos años se puede duplicar el número de apartamentos. No se puede vivir solo de la Semana Santa y los puentes. Hay 200 días al año sin demanda. No podemos ofrecer una noche por 30 euros», resume María Fernández. Cáceres lleva años a la espera de esa regulación. El propio pleno ha aprobado tramitar esa ordenanza. La asociación de vecinos en la ciudad monumental se ha sumado a la demanda para limitar las autorizaciones de apartamentos en áreas que estén saturadas.
Empresas de Madrid y Sevilla que se quedan con la gestión turística
La Asociación de Apartamentos Turísticos de Extremadura ha detectado una nueva situación que les afecta de lleno. Se están dando casos de empresas de fuera de la ciudad que contactan con quienes alquilan sus pisos para ofrecerles su gestión con la fórmula del apartamento turístico. «Cada vez hay más. Son empresas que invierten desde fuera. Las hay de Madrid y Sevilla, pero también de Cáceres. Lo que hacen es ofrecer sus servicios a las personas que tienen en alquiler sus viviendas. Las transforman en apartamentos turísticos y ellos se encargan de todo, incluso de la reforma», reseña la presidenta del colectivo, María Fernández. Aunque ella se dedica profesionalmente a sus dos establecimientos tras dejar su trabajo anterior, admite que el camino está plagado de dificultades. Es técnica de Turismo y ha trabajado en Barceló, en el hotel Extremadura y más tarde en una cristalería como administrativa. «Llevo ocho años. Cuando empecé apenas había 42 apartamentos en Cáceres», cuenta. Pone ejemplos sobre las demandas que afectan al sector como la presión impositiva que les lleva a pagar más IBI o tasa de recogida de basura. Sobre esta última, la reclamación ante el Ayuntamiento solo recibe buenas palabras pero la modificación no llega. El titular de un apartamento turístico debe abonar una tarifa fija bimensual de 24,70 euros. Al no estar especificada esa figura en la ordenanza, se le aplica la tarifa de hostales y pensiones. «Un hostal puede tener 10 habitaciones para alquilar. Yo tengo mi apartamento», relata María Fernández. Ese inmueble, si funcionase como vivienda, pagaría 9,98 euros.
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