Antonio Cerro

Pregonero de la Romería de la Virgen de Bótoa

«La romería de Bótoa no debe ser una feria ni un botellón»

Un pregón con el que envió un mensaje claro, recuperar el sentido espiritual y de comunidad de una tradición que, según él, ha perdido con los años parte de su esencia.

Cerro invitó a los pacenses a vivir la romería no como una fiesta más, sino como una peregrinación, tal y como se entendía en sus orígenes.

«Lo importante es el camino. Esto no es una ruta, es una peregrinación y debe ser vivida como algo espiritual», recuerda a HOY, refiriéndose a los 17 kilómetros que separan Badajoz de la ermita de Bótoa, que los peregrinos recorrerán este sábado.

Con este mensaje el pregonero, que ejerce de párroco en el Hospital Universitario, insistió a los pacenses a que vivan la romería de forma más profunda, acompañando a la Virgen en un acto de devoción.

Para que esta devoción sea una realidad, Cerro considera que la Virgen debe visitar más la ciudad. «Antiguamente la imagen venía a Badajoz dos veces al año, también la traían para pedir lluvias o cada vez que ocurría algún desastre», recordó.

En su discurso también tuvo unas palabras para los jóvenes y las familias. La devoción a la Virgen de Bótoa a él le viene por sus padres, con quien acudía al campo cada año durante su infancia y su juventud.

«El sentido de la romería es otro. Esto no debe convertirse en una feria ni en un botellón», explicaba a HOY recordando la importancias de la familia y los amigos y la convivencia que se crea este día afirmó.

Antonio Cerro nunca se imaginó como pregonero, pero fue una paciente a la que él atendió en el hospital quien le propuso a la hermandad que fuese él. «Yo hablaba con ella y le contaba muchas cosas de la romería y de la Virgen. Como que antes no llevaba sombrero, sino corona o que la gente iba con carrozas a hacer el camino», lamentaba al afirmar cómo ha cambiado la fiesta en los últimos años.

«Los valores no son los mismos. Lo bonito de este día es ir comer debajo de una encina y compartir con el vecino de al lado. Es lo sencillo, lo importante y a donde se vuelve en situaciones de crisis como ocurrió el lunes con el apagón».

En su discurso, el sacerdote no quiso olvidarse de Las lavanderas de Bótoa, a quienes tiene especial cariño por el papel que desempeñan en la fiesta. «Eran las mujeres que en el pasado trasportaban a la Virgen hasta la Catedral. Hoy día el oficio de lavandera ha desaparecido, pero las canciones que ellas cantaban continúan siendo un pilar esencial de esta tradición», rememora.

Según Cerro, a estas mujeres hay que agradecerles que mantengan viva está costumbre y recordó que es importante el relevo generacional, ya que este año precisamente las Lavanderas han hecho un llamamiento para que se incorporen nuevas voces.

«Ellas son las que le cantan a la Virgen después del rosario que rezamos en el campo y necesitan un relevo generacional», decía a HOY convencido de que la fe es lo que une a las personas, y está es el medio para recuperar las tradiciones.

No faltaron las rogativas de las Lavanderas, con ellas cerró el acto del pregón, las había aprendido de su madre.

Ahora solo queda la celebración del fin de semana, donde espera que haya más afluencia de romeros que en años anteriores. «Este día es para vivir un momento de unidad, de fe y de profundo significado».

Además este año coincidiendo con el año jubileo de la iglesia el arzobispo de Mérida-Badajoz, José Rodríguez Carballo estará en la ermita el próximo sábado tras la peregrinación.

«Esto es un aliciente para los fieles y para los pacenses. Tenemos que recuperar nuestras tradiciones y la de Bótoa es una de las más antiguas que tenemos porque se cree que la devoción a esta imagen es de época romana, y no debemos olvidar que es copatrona de Badajoz», afirma Cerro.