Los vigilantes del Marcelo Nessi de Badajoz piden cascos por las agresiones
Los trabajadores inician una huelga para exigir mejoras de protección y salario. Muchos de ellos se encuentran de baja por lesiones como consecuencia de los enfrentamientos con los internos.
María Isabel Hidalgo
Badajoz
Martes, 4 de julio 2023, 13:59
«Un interno tiene una escayola y le abrió la cabeza a un compañero con ella», relata el vigilante de seguridad y delegado de personal ... del Centro de Menores Vicente Marcelo Nessi, Ángel Ejido. Este trabajador encabezó esta mañana la protesta que más de la treintena de vigilantes del centro realizó a las puertas del mismo para pedir mejoras en las seguridad.
«Pedimos cascos para tener una protección cuando las intervenciones son fuertes, también necesitamos protecciones articulares y chalecos anti trauma», reclaman los trabajadores. Estas medidas de protección les protegería de golpes directos cuando realizan intervenciones con los menores que se encuentran en el centro. En lo que va de año los vigilantes se han enfrentado a los internos en 101 ocasiones.
Como resultado de las agresiones sufridas once vigilantes del centro han tenido que darse de baja en los primeros seis meses del año. «Las bajas han sido por golpes y traumatismos, pero cuatro más han cesado su actividad laboral por motivos psicológicos, prueba del nivel de trabajo y estrés que tenemos», subraya Ejido.
Miedo de ir a trabajar
Los enfrentamientos son a diario, por eso piden las protecciones adecuadas para poder desarrollar su trabajo con seguridad. Las agresiones sufridas en los últimos meses han provocado que muchos de los efectivos de seguridad del centro de menores acudan con miedo a su puesto de trabajo. «Vienes sin saber lo que te va a pasar ese día, algunas jornadas son tranquilas y pero a veces se lía en tres módulos a la vez y no sabes que te va a pasar», relata el delegado de personal de UGT y vigilante del centro, Enrique Falcón.
Falcón destaca que el objetivo de la huelga es conseguir medios de contención para evitar así el elevado número de bajas que se dan en el centro cuya plantilla roza los cuarenta vigilantes. Cada turno está integrado por diez efectivos de seguridad, por lo que la cifra de empleados no es el problema, destacan.
Estas reivindicaciones no son las únicas que hacen los trabajadores, que también piden un aumento del plus salarial que tienen congelado desde el año 2007. «Por entonces nos lo marcaron en 35 euros y no ha sufrido ninguna subida. Mientras que el plus del resto de personal del centro está en torno a 180 o 230 euros», afirma Ejido.
Una diferencia en el plus que les perjudica respecto al resto de trabajadores ya que un pinche de cocina no tiene contacto con los internos mientras que ellos sí. «El vigilante sufre los golpes y las agresiones y en diez años no se ha beneficiado de ningún inremento», zanja.
No es la primera vez que los vigilantes del Centro de Menores reclaman esta modificación en sus equipos y en su salario, ya hicieron esta petición hace cinco años pero no obtuvieron respuesta. Para evitar que la situación se repita estos trabajadores movilizados por USO Y UGT han convocado una huelga indefinida que se prolongará hasta que la empresa adjudicataria y la Junta se sienten con ellos a negociar.
Mientras tanto el centro está funcionando bajo mínimos con una plantilla reducida al 85%, un porcentaje que los vigilantes aseguran impide que la huelga se haga notar. «Por esto seguiremos haciendo concentraciones periódicas hasta que se nos escuche», afirma Ejido.
En cuanto a las obras del nuevo Centro de Menores Marcelo Nessi que Vergeles anunció en febrero, los trabajadores temen que con el cambio de gobierno no se lleve a cabo. La adjudicación para el nuevo centro de menores que estaba previsto construir y poner en funcionamiento antes del año 2026 proviene de los fondos Next Generation y estaba estipulada en 12 millones de euros. La licitación saldría adelante este año.
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